El 25 de septiembre del 2017, es la fecha que podría poner fin, según los kurdos, a la centenaria injusticia con respecto a su pueblo, ya que ese día se prevé celebrar el referéndum sobre la ‘independencia’ del Kurdistán iraquí. No hay duda alguna de cuál sería el resultado, ya que es poco probable que el número de votos ‘a favor’ sea inferior al 80%. El problema, sin embargo seria las consecuencias que ello ocasionaría en una atribulada región que hace décadas no conoce la paz. El Gobierno de Bagdad se opone firmemente al plebiscito, pero dada su extrema fragilidad no tiene como impedirlo, ya que la prolongada guerra contra ISIS la ha desgastado profundamente.
A su pesar, el destino del país se decidió hace casi 15 años, durante la invasión de EE.UU. que derroco al régimen de Saddam Hussein con el claro objetivo de apoderarse de sus inmensas reservas de gas y petróleo, provocando con ello la división de Irak, que hasta ese entonces se mantenía unido, posibilitando que los kurdos iraquíes que habitaban en el norte del país, lograsen su ‘autonomía’ en medio del caos de la posguerra. Con el paso de los años, consolidaron su posición, sin que el ‘nuevo’ régimen iraquí - un gobierno títere colocado por los invasores estadounidenses - pudiera hacer algo para reunificar el territorio, debido a la tenaz negativa de Washington de siquiera intentarlo. Podría resultar un contrasentido a primera vista que apoyen a los separatistas, pero mientras más débil se mantenga Irak, mejor será para los estadounidenses, ya que así conservaran el control de su petróleo, que desde el 2003 se encuentra en sus manos. Es por ese motivo que la transformación del Kurdistán independiente ‘de facto’ en uno ‘de jure’ seria el puntillazo final, provocando una reacción en cadena que llevaría a la desintegración total del país. Los kurdos tomarían consigo no solo el territorio del Kurdistán iraquí, sino también las tierras ocupadas por las milicias kurdas peshmerga durante la guerra contra ISIS
(un grupo terrorista creado y financiado tanto por los EE.UU. como por Arabia Saudita para desatar el caos y la violencia tanto en Siria como en Irak, para ‘justificar’ de ese modo el intervencionismo estadounidense en la estratégica región) integrando a ese ‘Estado’ territorios que históricamente jamás les han pertenecido, como la ciudad de Kirkuk, rica en petróleo, que según Erbil - ‘capital’ del autoproclamado Kurdistán iraquí - también debería formar parte del ‘Estado’ kurdo, así como la ciudad de Sinyar, contando para ello con la bendición estadounidense. Y algo similar pretenden hacer en los territorios kurdos ubicados en Siria.
Como podéis imaginaros, tanto Turquía como Irán están en contra de esos planes, puesto que tienen en sus territorios sus propios enclaves kurdos, donde la situación no es nada tranquila: mientras los militantes kurdos realizan incursiones desde las bases en Irak al territorio iraní, en las provincias kurdas de Turquía existe desde hace años una sangrienta guerra civil , con su población victima de un genocidio sistemático a manos de los ocupantes turcos, lo cual por cierto, es ‘silenciado’ por Occidente, por tratarse de un 'socio' de la OTAN. No es de extrañar que tanto Ankara como Teherán hayan advertido en una declaración conjunta que no permitirán de ninguna manera que ese ‘Estado’ kurdo en territorio iraquí vea la luz ya que lo invadirían inmediatamente. ‘Una operación conjunta turco-iraní contra los rebeldes kurdos sigue presente en la agenda’ afirmó al respecto el dictador turco Recep Tayyip Erdogan, tenaz opositor a la idea. Para Guevorg Mirzayán, analista político y columnista de Sputnik, de llevar a cabo ambos países ese operativo militar, corren el riesgo de enfrentarse directamente con los EE.UU. quienes acudirían inmediatamente en ‘ayuda’ de los kurdos, dando inicio a una guerra generalizada en la región que involucraría a terceros países como Rusia. Como sabéis, el Departamento de Estado, asumió una doble postura sobre el referéndum: si por un lado aprecian las aspiraciones ‘legítimas’ del pueblo del Kurdistán iraquí, al mismo tiempo apoyan hipócritamente un Irak ‘unido, estable y democrático’, pero como uno no va con el otro, se decantarían por la oferta mas ‘tentadora’ que siempre lo ha sido para ellos: Kurdistán, ya que Washington considera a los kurdos iraquíes (y a los de Siria) como un ‘puntal’ de EE.UU. en la región, a través del cual se puede influir en todos los países.
“Un Kurdistán iraquí ‘independiente’ proestadounidense es una excelente barrera para amenazar a todas las fuerzas regionales. Por lo tanto, los estadounidenses apoyarían a Erbil tanto con dinero, como con garantías de seguridad”, opina el columnista. Otro potencial ‘amigo’ de los kurdos es Arabia Saudita. Los saudíes ya han apoyado de manera informal el referéndum, porque así serían capaces de contener tanto a Irán, como a Turquía. A la posición de Riad ya se han unido los aliados saudíes: Israel, Egipto y los EAU. “Por lo tanto, el autoproclamado Presidente Masud Barzani tendría la oportunidad - quizá la última - para lograr la ‘independencia’ del Kurdistán iraquí pero a que precio” puntualiza Mirzayán. Por su parte, el líder del partido patriótico turco Vatan, Dogu Perincek dijo que la iniciativa del Kurdistán iraquí de llevar a cabo el referéndum es el resultado de los esfuerzos del bloque de fuerzas encabezadas por EE.UU. para crear un ‘segundo Israel’ en la región: “Washington ha dejado al descubierto cuales son sus verdaderas intenciones al apoyar a los kurdos y a su idea de un Estado ‘independiente’ que estaría bajo su control absoluto". Y es que la creación del ‘Estado’ kurdo en Irak es solo el primer paso dentro de sus planes para consolidar su influencia en la región, ya que trataría de repetirlo en los enclaves kurdos ubicados en Siria, para ‘unificar’ ambos territorios bajo su mando, que juntos abarcarían una estratégica zona en forma de media luna invertida, que van desde la ciudad iraquí de Kirkuk, rica en hidrocarburos, hasta el asentamiento sirio de Raqqa, el más próximo a Damasco, pasando por Erbil, Mosul, Al-Hasakah y Kobane; cercando a Irak y a Siria por sus líneas fronterizas con Turquía e Irán, respectivamente.
“Washington esta especialmente interesado en esos territorios, ya que por allí podría realizar su viejo sueño de tender un oleoducto para transportar el petróleo desde los pozos iraquíes -en manos de compañías estadounidenses - hasta el Mediterráneo, con el considerable ahorro de tiempo y dinero que significaría dejar de utilizar la vía del Mar Rojo. Un trazo que, no sobra mencionarlo, sigue ‘coincidentemente’ el recorrido del principal corredor territorial que se encontraba bajo control militar de ISIS desde el 2015 y que hoy se encuentra en manos de sus aliados kurdos” aseveró. Precisamente, ese plan secreto contra Siria va tomando forma, dijo el periodista y observador político turco, Mehmet Ali Guller. La coalición encabezada por Estados Unidos ha informado recientemente que 850 ‘voluntarios’ locales están siendo entrenados para garantizar la seguridad de la ciudad siria de Raqqa. El anuncio inmediatamente provocó la especulación de que las fuerzas de seguridad designadas incluyen a los mercenarios de las autodenominadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), un grupo terrorista conformado por kurdos sirios y financiado por Washington. Esta información agregó a la creciente preocupación de Ankara acerca de las intenciones de Estados Unidos de establecer una entidad autónoma kurda en el norte de Siria similar a la existente en Irak. Según Guller, los recientes acontecimientos encajan en la estrategia general de Washington de crear el ‘Kurdistán sirio’. Trazó paralelos históricos entre la guerra en Siria y la ocupación estadounidense de Irak, haciendo hincapié en el hecho de que el Pentágono siempre ha confiado en los kurdos.
“La base de la lucha contra ISIS, fue colocar al Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) ya las Unidades de Protección Popular (YPG) en los territorios liberados de terroristas”, explicó Guller. Así, los Estados Unidos planean unificar los tres cantones reclamados por el PYD y ampliar el territorio para asegurar la ‘legitimidad’ del estado kurdo en el curso de la lucha contra ISIS”, asumió. “El reciente anuncio hecho por la CIA acerca de la finalización del programa para entrenar y equipar a grupos terroristas en Siria hizo creer de algunos cambios positivos en el conflicto, sin embargo, los EE.UU. no han detenido este programa, solo han dejado de apoyar a ciertos grupos, concentrando su apoyo en los kurdos”, señaló Guller, quien agregó que el Pentágono está tratando de transformar al YPG en un ejército regular. “Si esto sucede, podrán fortalecer sus posiciones en el norte de Siria” indicó. Al respecto, sugirió que la única manera de impedir que se consolide estos planes, es facilitar la cooperación entre Ankara y Damasco, algo difícil de lograr en este momento dada la animadversión existente entre Al Asad y Erdogan. “El gobierno turco necesita darse cuenta de que los intereses de Turquía y Siria en la región deben beneficiar a ambos y para ello es imprescindible que lleguen a un acuerdo. De no hacerlo, los EE.UU. lograran crear el Kurdistán sirio, como lo han hecho en Irak, Y con ello, vendrá la guerra " puntualizó.
No cabe duda que las ambiciones de Washington están produciendo un cambio geopolítico en la región, como el paulatino acercamiento de Turquía e Irán, quienes ven el riesgo que para ellos conlleva la creación de un ‘Estado’ kurdo, que de independiente no tendrá nada ya que será otro ‘protectorado’ estadounidense mas, como lo son Kosovo (arrebatado a Serbia) o la misma Ucrania. Los kurdos, quienes tanto sufrieron a través de los años en su lucha para poder ser libres, volverán a llevarse otra amarga decepción, al descubrir que no serán ellos quienes rijan su propio destino. No se merecen esto :(
Iraqi Kurdish referendum risks civil war por presstv