Ferrari acaba de presentar este martes en Reggio Emilia el nuevo SF1000, el coche con el que Charles Leclerc y Sebastian Vettel intentarán romper una sequía de 12 temporadas sin títulos para la Scuderia y que recibe el nombre por la carrera 1.000 en el Gran Circo para los bólidos rojos, que llegará en este 2020. A primera vista, se trata de un monoplaza continuista en lo estético, aunque no os debe llevar a engaño, ya que este será el que debute el 19 de febrero en Montmeló, pero ya tienen preparado otro de aerodinámica más evolucionada, que hará su entrada en la segunda semana de pruebas, del 26 al 28 de febrero, y luego iniciará el Mundial el 15 de marzo en Melbourne (Australia). Las principales novedades se aprecian en la zona trasera, con una zaga mucho más estrecha y un empaquetado mínimo de la zona del motor y la caja de cambios, más pequeña corta y estrecha, lo que ha permitido adelgazar al monoplaza al estilo de Mercedes y Red Bull, aunque sin llegar a la miniaturización de sus rivales en la parte de la carrocería más cercana al eje trasero. La tapa del motor baja de forma temprana y busca hacia abajo, dejando a la vista una enorme cresta mucho más voluminosa que en el pasado, y engrandecida por el espacio que se ha ganado en la parte interior de la zona del motor, cuyo ICE (bloque de combustión interna) ha sido modificado para recuperar la potencia perdida en la parte final del 2019. La toma de admisión superior ha crecido en tamaño y se aprecian dos grandes aberturas y un rediseño general de la zona para mejorar la refrigeración interna. También cuenta con dos cuernos, similares a los de McLaren 2005 (aunque más cerrados y pequeños), que suben y están unidos al soporte de la cámara de TV, una novedad absoluta en los coches de esta era. Parece haberse alargado la distancia entre ejes, para un coche muy largo, pero que mantiene el 'rake' o inclinación trasera, como su antecesor. La zona media, la entrada de los pontones, los bargeboards y el morro, se parecen mucho a los del SF90, en el primer vistazo, pero es engañoso. El cono de la nariz es más corto e inclinado en este SF1000, más redondeado y se abandonan las branquias de los pilares de sujeción del 2019. Además, los enormes 'turning vanes' en faldilla de debajo del morro crecen en tamaño. Se mantiene la bandeja inferior justo debajo del 'dedo' del morro, que se introdujo en el GP de Singapur 2019 y que les hizo ganar carga y eficiencia en curva en la parte final de la pasada temporada. Por cierto, Ferrari repitió con el rojo mate, desoyendo a los aficionados que piden el rojo brillante de la época Schumacher, pero que se compensa con el agresivo diseño que la Scuderia ha repetido en sus últimos vehículos. Un vehículo que, a pesar de la eterna charla de Louis Camillero (CEO de Ferrari) y Mattia Binotto (jefe del equipo), hizo sonreír a los pilotos, lo que siempre es una buena señal. Binotto aprovechó para advertir a los presentes, que a pesar de las similitudes que el SF1000 pueda tener con el SF90, se trata de un coche completamente nuevo, un vehículo para soñar con la gloria :)
