Las elecciones presidenciales de Siria realizadas la semana pasada fueron un éxito rotundo en un contexto de 10 años de una criminal guerra de agresión, brutal e implacable impuesta al país por EE.UU. y sus secuaces de la OTAN con el objetivo de instaurar un régimen colaboracionista en el país, pero fracasaron miserablemente. En efecto, luego de una década de ataques por parte de ISIS, Al Nusra y Al Qaeda (grupos terroristas financiados por Washington y entrenados en Turquía y Jordania por la CIA y el Mossad israelí) que fueron desplegados de forma encubierta por las potencias occidentales, como parte de la agresión abierta de las fuerzas militares de la OTAN y de una serie de inhumanas sanciones económicas, Siria salió victoriosa de la dura prueba a la que fue sometida y sigue siendo desafiante e independiente. Como sabéis, para desazón de Occidente, el presidente Bashar al-Assad fue reelegido para un cuarto mandato de siete años luego de ganar con el 95% de los votos emitidos. El logro es asombroso y refuta completamente la narrativa occidental que describe a Assad como un "tirano" ya que los sirios lo ven como su indiscutido líder que los llevo a la victoria contra el terror impuesto por los EE.UU. Y es que a pesar de todas las penurias sufridas por la criminal agresión estadounidense como de los grupos terroristas por ellos respaldados, los sirios acudieron en masa a votar el día de los comicios, en la cual la participación fue superior al 78 por ciento con más de 14 millones de votos emitidos de un electorado elegible de 18 millones. Ello demuestra que a pesar de sus esfuerzos desplegados, no hay forma de que los gobiernos occidentales y sus serviles medios corporativos en manos de poderosas corporaciones judías especialistas en falsificar la historia, puedan hacer girar esta épica demostración de desafío popular a sus infames intrigas por el cambio de régimen en Siria. De ahí el silencio total entre los medios occidentales sobre el resultado de las elecciones. Ese silencio es a la vez hilarante y condenatorio de la culpa occidental por la naturaleza real de la guerra en Siria. Si hubiera alguna justicia que prevaleciera en este mundo, los políticos occidentales deberían ser juzgados por sus crímenes de guerra. Como recordareis, antes de las elecciones, EE.UU., el Reino Unido, Francia y otras potencias de la OTAN intentaron difamar la voluntad democrática siria, calificando los comicios “de una farsa”. Sin embargo, el gran número de personas que acudieron a votar y las subsecuentes escenas de júbilo en todo el país cuentan otra historia, una que confunde la propaganda occidental y expone la criminalidad de las potencias de la OTAN y sus medios de propaganda. Pero con el resultado de estos comicios, la nación siria se ha negado a ceder un ápice luego de años de terrorismo respaldado por la OTAN en su país, reeligiendo a su presidente que derroto con el apoyo de Rusia e Irán la agresión estadunidense de forma inobjetable. El mismo tipo de silencio vergonzoso en los medios occidentales se ha visto en numerosas ocasiones antes, cuando el ejército sirio liberó pueblos y aldeas de los terroristas respaldados por Occidente. Cuando la gente salió a saludar a los liberadores del ejército sirio, los medios occidentales simplemente ignoraron la realidad de los hechos afirmando que el ejército sirio y sus aliados rusos estaban cometiendo masacres contra los “rebeldes” y las poblaciones civiles, cuando ello no era cierto. Por su papel de cómplices de la criminal agresión estadounidense a Siria, era de esperar que ningún medio de comunicación occidental haya hecho un seguimiento para informar sobre cómo se sienten realmente los sirios al ser liberados tras el exterminio de ISIS y demás grupos terroristas, con el consiguiente restablecimiento de sus vidas pacíficas. Especialmente es digno de destacar el infatigable papel desplegado por Rusia, la cual mediante sus ‘bombardeos quirúrgicos’ aplasto literalmente el ilusorio ‘califato’ de ISIS, enviando a su vez al infierno a su líder, un conocido agente del Mossad israelí que pereció refugiado en su bunker, merced a una bomba inteligente que lo cazo en su guarida... La inmunda rata sionista no pudo escapar. No podemos además dejar de referirnos al esfuerzo sobrehumano del propio ejército sirio quienes buscan mantener la unidad del país en todo momento, evitando que corra el destino de Irak. Por ello los sirios elogian al liderazgo de Assad, el coraje de sus tropas y el papel crucial de Rusia e Irán para lograrlo. En otras palabras, las mentiras propaladas reiteradamente en Occidente han sido desbaratadas por la verdad, por lo que sus medios propagandísticos se ven obligados a ignorar y guardar silencio. Pero para todos los que en el mundo desean justicia y paz, la derrota de los estadounidenses y sus cómplices de la OTAN que representa la victoria de la reelección de al-Assad, es un día glorioso para celebrar. Siria que demostró que es posible hacer frente a su pérfido enemigo, EE.UU. y sus aliados que querían destruir Siria para instalar su propio régimen títere. A pesar de las barbaridades indescriptibles infligidas al pueblo sirio amante de la paz, estos se han mantenido firmes en su unidad y determinación por su independencia, al margen de las diferentes religiones que profesan. Es por ese motivo que la táctica de la OTAN de intentar incitar a una guerra sectaria entre los sirios fracasó en toda la línea, porque ellos sabían desde el principio quién era su verdadero enemigo. Para aquellos que estén dispuestos a ver la realidad, Siria ha expuesto una vez más a las fuerzas del mal en este mundo. No es de extrañar que como parte de su vomitiva propaganda, los medios de comunicación occidentales quieren hacernos creer que Rusia, China e Irán, “son los enemigos que amenazan a la paz mundial”, mientras que a su vez intentan presentar a los estadounidenses y sus socios de la OTAN como “defensores de la libertad y la democracia” cuando en realidad son todo lo contrario: intentaron destruir un país como lo han hecho con muchos otros, como Irak y Libia por ejemplo. Pero Siria acaba de mostrar su espectacular fuerza para aplastar los malvados designios de EE.UU. y sus secuaces en la OTAN. Lamentablemente, el país se enfrenta a más pruebas y desafíos debido a la continua guerra económica que sufre debido a las sanciones estadounidenses y europeas aplicadas por sus enemigos en un esfuerzo por doblegarlo. A ello debemos agregar que los EE. UU. continúa ocupando aproximadamente un tercio del territorio sirio, y esto sucede en áreas críticas que contienen sus principales suministros de petróleo, del que Washington ha estado obteniendo ganancias ilegalmente mientras la economía siria se ha derrumbado. Si bien es cierto que su reconstrucción - tras una década de agresión continua por parte de los EE.UU. y la OTAN, más los grupos terroristas por ellos financiados - no va a ser nada fácil, pero con la ayuda de Rusia, China e Irán, Siria finalmente se repondrá de esta dura prueba. Los sirios acaban de demostrar su resistencia invencible más allá de toda duda. Bien por ellos :)
