Estamos ante el mejor título de la saga en mucho tiempo, más aun cuando tiene al más grande en la portada. Pro Evolution Soccer 2017 ha mantenido la fórmula de la pasada temporada pero pone el foco en la gestión de las tácticas y buscar el dominio del balón, allanando el camino hacia un mayor realismo durante el partido. Disponible para PlayStation 4, Xbox One, Xbox 360 y PC, este título cuenta con varios modos de juego. Como viene siendo habitual en este tipo de videojuegos, el usuario puede disputar desde un partido (contra la máquina y contra un rival de manera online), tanto amistoso como oficial. Este último en el sentido que el resultado final y las estadísticas obtenidas quedan registradas. Se puede entrar a competir en una división en la que se accede a una serie de temporadas distribuías en 10 enfrentamientos. Reflejando competiciones internacionales, UEFA Champions League en un modo que permite a los jugadores representar a su competición y tratar de ser el mejor club de Europa. Uno de lo modos imprescindibles es MyClub. En él se puede construir un equipo desde cero, mejorarlo y utilizarlo para enfrentarse a otros equipos, mientras que la denominada Liga master es otro de los atractivos. Aquí hay que tomar el control del equipo dentro y fuera del campo en aras de superar todos los enfrentamientos. Asimismo, se ha afinado bastante los apartados destinados a la jugabilidad, su verdadera esencia. Le saca brillo, pule lo conseguido el pasado año y da un pequeño paso más aunque en líneas generales es muy continuista y conservador en su planteamiento. El comportamiento del juego con balón resulta, aparentemente, más fluido. Este es un aspecto muy positivo que, seguramente, agradecerán los seguidores. Las opciones tácticas son muy amplias, completas y extensas, siendo este apartado otra de las grandes bazas del juego. Pro Evolution Soccer 2017 - el Pro, para los amigos - permite cambiar la estrategia mediante accesos rápidos con los que apostar, por ejemplo, bien por el contragolpe o bien poner el acento en los rápidos largos a la contra, así como realizar cambios en las alineaciones. Pero también hay opciones destinadas a cada jugador en concreto para seleccionar al capitán o escoger al encargado de los tiros libres o sacar los córners. La premisa que han introducido los desarrolladores de Konami este año es ser más imprevisible, algo que consigue y que logra que el comportamiento de los jugadores esté más cerca de un partido real. Es por ello por lo que observamos que existen fallos en la recepción en determinadas ocasiones o una ausencia del primer toque en detrimento de imprimir un ritmo más frenético al juego y, por tanto, para centrarse en el cuidado de las jugadas. Durante el partido se pueden dar instrucciones de ataque o defensa y otras más avanzadas para introducen cambios drásticos en el juego (ofensivo o defensivo). Mientras que elegir el dibujo de la formación en función de los intereses o estilo de juego se hace más intuitivo y sencillo. También se puede cambiar durante el transcurso de un enfrentamiento el dibujo técnico, gestionar el juego y decidir así si hacer más presión arriba o reforzar la defensa. Con ello, el videojugador puede reaccionar de forma instantánea y rápida en función de las vicisitudes del partido. Otro punto a favor es que el dominio de la pelota está mejor conseguido. Con la apertura de pases intermedios más realistas y controles más variados por parte de los futbolistas, en esta temporada se ha apostado por mantener el espacio táctico en las jugadas, en donde el tiempo de ejecución se hace indispensable para llegar a buen puerto. Hay que tener en cuenta la posición de cada jugador, algunos de los cuales intentan simular sus movimientos reales. El resultado es algo menos abrupto que anteriores entregas y más equilibrado. Da pie a combinar velocidad y precisión en la realización de una asistencia. Se hace indispensable ir en busca del balón, mantener la posición, no apoyarse únicamente jugadas individuales y buscar, más bien, la construcción del juego. La capacidad de los porteros también se ha aprecia una evolución notable. Este, que era un punto flaco de otros años, se ha cambiado radicalmente. En esta ocasión se han corregido algunos detalles, como la inoperancia de los guardametas en ciertos momentos. Ahora, reaccionan de manera más precisa y, dependiendo del nivel establecido, es más ágil y dispuesto. En el apartado artístico han mejorado considerablemente las animaciones y las actitudes de los jugadores en cada situación. Por ejemplo, cuando uno falla un gol se cabrea, como no podía ser menos en el ser humano. En el entorno virtual sucede tres cuartos de lo mismo. ¿A que esperas para probarlo? :)