Venga ya, Hungría ha vuelto a darnos un ejemplo digno de imitar sobre lo que debe hacerse con esos millones de indeseables - que algunos descerebrados insisten en llamar ‘refugiados’ - los cuales con el patrocinio de Ángela Merkel han invadido como una plaga literalmente Europa, pero lo peor de todo es que entre ellos han llegado miles de comandos asesinos de ISIS, quienes huyen del justo castigo propinado por la aviación rusa que ha arrasado literalmente su ilusorio califato y escapan para no responder por sus aborrecibles crímenes, los cuales como es obvio, no han tardado en cometer una serie de sangrientos atentados en diversos países europeos, demostrando fehacientemente que de ‘refugiados’ nada y que en realidad son terroristas en potencia por lo que deben ser combatidos sin pausa alguna hasta su exterminio total. A pesar del peligro que representan, existen algunos gobiernos como el alemán que insisten en querer ‘acogerlos’ y pretenden obligar al resto de países a seguir su ‘ejemplo’ so pena de fuertes sanciones económicas. Si a la Merkel tanto le gustan, que los lleve a vivir a su casa, no puede obligar al resto a hacerlo ¿vale? A que no tiene ningún derecho para ello y no se lo acepto bajo ningún motivo. Es por ese motivo que no nos debe sorprender que la llegada masiva al continente de oleadas de ‘inmigrantes’ y las presiones de la UE a los distintos gobiernos para que los reciban ‘con los brazos abiertos’, ha originado un rechazo generalizado a esa absurda pretensión, lo cual ha traído como consecuencia el auge del nacionalismo que no se veía en tal grado desde los años treinta y su presencia cada vez mas activa en nuestros días, con una serie de partidos y movimientos - como el Frente Nacional (Francia) UKIP (Reino Unido) PVV (Holanda) FPÖ (Austria) o Alternativa por Alemania (Alemania) - que cada vez ganan mas adeptos y que ya son gobierno en varios países del Este de Europa, como en Polonia, Eslovaquia, la República Checa y Hungría, los cuales conocidos como el Grupo de Visegrado, han decidido emprender la batalla contra Bruselas. Precisamente en este último país, el gobierno nacionalista de Víktor Orbán fue el gran triunfador en un referéndum celebrado el último domingo con el 92% de los votos válidos, en el cual se impuso un rotundo No a la imposición del multiculturalismo y al sistema de reubicación de ‘refugiados’ según cuotas que propone Bruselas. Pese a que la participación ha sido inferior al 50%, el Gobierno húngaro ha señalado que el resultado respalda firmemente a Viktor Orbán en su lucha frente a las infames imposiciones de la Unión Europea. “Hungría votó para mantener su libertad, su derecho a decidir con quién queremos vivir, y decidimos que no vamos a dar a este derecho a Bruselas” aseveró el líder húngaro tras la victoria. Como sabéis, Orbán ha defendido desde el comienzo de la crisis migratoria la necesidad de proteger las fronteras europeas y preservar la identidad cultural de cada país. Frente a las absurdas y antojadizas críticas de Bruselas - orquestadas por Angela Merkel - el Primer Ministro húngaro se ha mantenido fiel a sus principios y ha continuado trabajando para evitar que Hungría y Europa se conviertan en un despropósito. En este sentido, ha defendido las fronteras y la necesidad de controlar a los ‘inmigrantes’ que entraron a país desde el año pasado y ha tomado medidas para ello. En un primer paso selló los pasos fronterizos del sur, con Serbia y Croacia, elevando vallas alambradas, defendiendo de esta manera la zona Schengen, de libre circulación comunitaria, a la que Hungría pertenece. En septiembre del año pasado entraron en vigor varias leyes que determinan que el cruce ilegal de las lindes puede ser penado con hasta cinco años de cárcel, y en julio pasado introdujo una nueva legislación que permite arrestar a los ‘refugiados’ en una franja de ocho kilómetros desde la frontera y devolverlos al otro lado de las vallas. Una vez dejados en las llamadas "zonas de tránsito", estas personas pueden presentar sus solicitudes de asilo y entre 15 y 30 personas pueden pasar a Hungría cada día. Además, las autoridades húngaras se niegan a aceptar ‘refugiados’ de otros países, principalmente de Austria, cuyo Gobierno trata ahora de expulsar a los solicitantes de asilo irregulares. Orbán ha argumentado que todos los ‘refugiados’ que entraron en Hungría pasaron primero por algún otro país de la zona de Schengen de libre circulación, principalmente Grecia, por lo que estos deberían ser devueltos a otros países. Desde que asumió el gobierno, Víktor Orbán ha vuelto a dejar claras sus prioridades exteriores y ha defendido las fronteras en todo el continente para evitar el fin de Europa: “Es una cuestión de seguridad e identidad”, ha resaltado en una declaración pública, en la que ha exigido a las élites de Bruselas que de una vez articulen algún mecanismo para expulsar a los miles de inmigrantes ilegales. Para ello ha propuesto la creación de campos de ‘refugiados’ fuera de las fronteras de la UE, donde puedan solicitar asilo. “Todos aquellos que han llegado de forma ilegal deben ser acorralados y expulsados”, ha subrayado Orbán, que ha remarcado que la Unión Europea deberá ayudar económicamente a la construcción de estos campos, pero siempre fuera de la UE. Tras los atentados terroristas sufridos por Francia y Bélgica - en las cuales tuvieron activa participación varios ‘refugiados’ - las Fuerzas de Seguridad han aumentado el control de las fronteras. No obstante, muchos de estos atacantes se aprovecharon del flujo de ‘inmigrantes’ para cruzar Europa con total impunidad. El líder húngaro ha garantizado que estos lugares, que deberán estar situados en islas o en la costa del norte de África como Libia, serán financiados y protegidos por Bruselas. “Es un deber moral de esta generación y es la única alternativa a que miles de refugiados se queden en Europa y sean reasentados. Si queremos que nuestra civilización tenga futuro, debemos protegerla”, ha sentenciado. El sistema de reasentamiento propuesto por Bruselas no es ninguna solución para la crisis migratoria. Los hechos demuestran que los miles de ‘inmigrantes’ que han llegado a Alemania ignoraran las directrices europeas y volverían al país en cuanto tuvieran la oportunidad. Al contrario de otros estados, Hungría defiende y protege a sus ciudadanos de la amenaza que representa ISIS y que mejor manera de hacerlo, que prohibirles la entrada al país. “Sólo existe una solución que nos beneficie a todos, incluyéndonos a nosotros, que no estamos en crisis porque nos estamos defendiendo: expulsar a los ilegales fuera de la Unión Europea”, ha aseverado Orbán, que ha remarcado que las fronteras son necesarias y protegen a cada país. "Algunos se imaginan un mundo sin fronteras, pero yo soy de esas personas que no quiere que la civilización cambie. No cabe duda que existe una conexión entre la ‘inmigración’ ilegal que está llegando a Europa y los ataques terroristas perpetrados en el viejo continente. Si alguien niega esta relación clara, entonces estará menoscabando la seguridad de los ciudadanos europeos" concluyó. Y no le falta razón (A todos aquellos que en Bruselas se la dan de ‘demócratas’ ¿a que esperan para organizar un referéndum a nivel europeo para que seamos nosotros quienes podamos decidir si queremos o no a esos parásitos? Saben muy bien que más del 90% rechazaría tal posibilidad y es ello que no piensan hacerlo bajo ningún concepto. Y luego se preguntan por el avance del nacionalismo…) :)
