Al menos es lo que dice la propaganda. Lo cierto es que el B-21 Raider va de frente ya desde las presentaciones. A modo de eslogan y como aproximación a qué aspira este moderno bombardero furtivo, su creador, Northrop Grumman, asegura que busca, ni más ni menos, “hacer indetectable lo detectable”. Ahora al fin podremos saber cómo. La compañía acaba de anunciar que en un mes, el 2 de diciembre, desvelará su creación. B-21 Raider se presenta ni más ni menos que como el primer avión de sexta generación, el marco conceptual más avanzado para aviones de combate. Sus creadores lo han ideado para operaciones de largo alcance, con una capacidad de aguante considerable y el potencial de combinar armamento convencional y nuclear. Entre otros objetivos, el nuevo bombardero aspira a burlar las defensas aéreas de los potenciales enemigos y “alcanzar objetivos en cualquier parte del planeta”. Con ellos EE.UU. quiere reemplazar de forma gradual sus aeronaves [B1 Lancer](B1 Lancer) y [B-2 Spirit](B-2 Spirit) y reforzar su músculo aéreo junto a las versiones mejoradas de los B-52. “El B-21 proporcionará el tipo de carga útil, alcance y penetrabilidad que nuestra fuerza actual de B-1, B-52 y, en menor medida, B-12, no puede lograr”, explica el teniente general retirado de la Air Force, David Deptula. Northrop calcula que a día de hoy solo el 10% de los bombarderos de EE.UU. están en condiciones de burlar las defensas aéreas más avanzadas de sus adversarios. Con una base en el Pacífico -señala South China Morning Post- podría reducir el tiempo de respuesta frente a China. “Dado que ellos han seguido invirtiendo de forma considerable en sofisticadas tecnologías y plataformas de armamento que les permiten actuar maliciosamente o extender su alcance, un nuevo bombardero es fundamental para disuadir a los adversarios potenciales”, destaca la multinacional estadounidense, uno de los grandes fabricantes de armas y tecnología militar del mundo. “Planteará nuevas amenazas y desafíos para la defensa nacional de China”, reconocía hace poco Yue Gang, coronel retirado del Ejército Popular de Liberación chino (EPL). Otros expertos relativizan su capacidad real para penetrar las defensas del gigante asiático sin ser interceptado por misiles. Más allá de su lectura en clave estratégica o cómo de eficiente resultaría en caso de conflicto, el nuevo B-21 Raider marcará un hito importante en la crónica militar reciente de los EE.UU. Hay que remontarse a finales de la Guerra Fría, a 1988, para encontrar la última presentación pública de un bombardero de la Fuerza Aérea estadounidense. El protagonismo fue entonces para el B-2 Spirit. Los planes de EE.UU. pasarían por hacerse con al menos un centenar de aviones y la compañía desliza que las primeras entregas podrían llegar “a mediados de la década del 2020”. Por lo pronto, Northrop Grumman precisa que tiene media docena de modelos de prueba B-21 “en varias etapas de ensamblaje final” en Palmdale, California. El primer vuelo está previsto para el año que viene. Sin embargo, se sabe que los EE.UU. no es el único embarcado en la modernización de su músculo aéreo... Ni en demostrarlo de forma pública. Hace poco China sacaba pecho también con otra aeronave puntera: el Xian H-20, un bombardero “invisible” que supera en mucho al anunciado B-21 Raider :)