CALL OF DUTY/ MODERN WARFARE 3 (2023): El mal no tiene lugar
Sin duda, la última semana ha sido polémica para Modern Warfare 3. En efecto, el lanzamiento del Call of Duty del 2023, lejos de ser un eventazo en la industria como solía ser para la saga, ha sido prácticamente una pesadilla. No voy a entrar en detalles ni repetir lo que ya sabéis; Estaréis cansados de escuchar que Modern Warfare 3 marca un punto bajísimo para Sledgehammer, Activision y la saga en sí. No obstante, teníamos una deuda, no solo con vosotros, sino también con el propio juego: hablar de él en su totalidad. Por eso, durante más de una semana hemos estado jugando al nuevo CoD, este regreso vilipendiado a las trincheras modernas que trae consigo la aparición de Makarov, así como explorando sus otras facetas: los zombis y el multijugador. No queríamos dejar ningún aspecto sin explorar, y nuestras horas de juego desde el pasado viernes son prueba de ello. Ahora, luego de haber quemado el juego y con algunas horas sin dormir, la idea de que realmente estamos frente a un producto que no cumple con los estándares, no solo de un Triple-A, sino también de la saga de Activision, cobra fuerza. Lo malo es una carga pesada y la nostalgia ya no tiene tanto valor. Sé que hay muy pocos que se suben al barco de "solo juego un nuevo CoD por su modo campaña", pero existen, y no solo eso, en un producto premium como este, se espera un nivel de calidad, al menos, acorde con el nombre. Como sabéis, Modern Warfare y Black Ops compiten por ser la subsaga de referencia de la franquicia en su totalidad. El nombre tiene peso, y mucho. Sin embargo, no solo se trata del poder de la marca; Sledgehammer Games, el estudio que ha tomado el relevo de Infinity Ward para este desarrollo acelerado, no puede permitirse asumir cosas. Modern Warfare 3 debería cumplir con unos mínimos, y su campaña está lejos de lograrlos. Si buscas algo que deje poso, es mejor evitar su modo historia; si es que puedes, porque Call of Duty HQ, la plataforma que reúne a toda la saga, al menos a partir de Modern Warfare del 2019, es lo más "anti-jugador" que he visto en años, con una interfaz difícil de leer y aún más difícil de seguir, que roza la de un juego móvil. El regreso de Makarov apenas resulta interesante. Se puede contar algo bueno en las 4 horas de duración de esta nueva campaña, pero el poder voraz de Warzone, al haberse comido la jugabilidad de todo lo que no sea el multijugador, deja huella. Los mapas abiertos, la característica más destacable del juego, son, al final del día, su peor enemigo. Casi como un battle royale lleno de bots, o como un campo de tiro con cinemáticas. Todo es artificial, insípido y aparte de estar hecho apresuradamente, si no te gusta Warzone, el nuevo Call of Duty te ha jubilado. Les animo encarecidamente a leer ese análisis más exhaustivo y a desgranar las implicaciones de que Warzone canibalice el modo campaña del nuevo Call of Duty, y prácticamente todo Modern Warfare 3. Quiero confiar en que la época en la que Call of Duty era solo multijugador ha acabado. Como he dicho, es un producto completo que, como mínimo, debe mantener un nivel. Sin embargo, Modern Warfare 3 vuelve a aquellos momentos de principios de la década pasada donde el multijugador despuntaba porque lo demás, en términos de calidad, no le hace sombra. Y no, no me refiero a Ghosts o Advanced Warfare, más bien a Black Ops 2. Sledgehammer ha trabajado un multijugador heredado del anterior que en forma y fondo es idéntico, pero con pequeños añadidos donde los californianos sacan pecho de un multijugador muy por encima de la media. Viniendo de la campaña, es una sorpresa, pero una sorpresa honesta, al fin y al cabo. La base sobre la que Sledgehammer ha edificado todo es, cómo no, Modern Warfare 2, pero el de dos generaciones diferentes. La jugabilidad pesada, sin olvidar nunca que ha de ser un multijugador arcade con un fuerte enfoque competitivo, es de la obra del 2019. Mientras que los mapas, esos escenarios que serán testigos de tus mejores "no-scope", son los de Modern Warfare del 2009, el clásico, aquel portento que marcó a la saga. Eso sí, no esperéis un pobre tratamiento. No hay cambios arquitectónicos más allá de las puertas, que ahora las hay casi como un intento de dar cierto toque táctico. Sin embargo, todo está actualizado a los estándares gráficos actuales en un ejercicio de pura nostalgia que, si os soy sincero, tampoco dice mucho de Sledgehammer Games. Quiero decir, Rust, Highrise, Terminal, Favela... Todos recordamos esos mapas de aquella época dorada, al menos para algunos, de la saga, pero no buscan sino llamarte la atención; susurrarte al oído "¿te acuerdas cuando jugabas de adolescente? juega ahora". Y es fácil dejarte llevar por ello porque, al fin y al cabo, lo que funcionaba antes como un reloj suizo no necesita que pasados 14 años se le dé cuerda. Todo sigue igual de engrasado y perfecto. Los spawns funcionan, aunque hay ciertos mapas más constreñidos que tienen problemas con modos más modernos. Pero no todo es mirar al pasado y apostar por nostalgia, aunque es la carta de presentación del multijugador de Modern Warfare 3. Casi como esperándose la recepción negativa, el nuevo CoD ha hecho todo lo posible para quedar bien con los jugadores, todos, novatos y veteranos. Lo que se previó como algo peligroso, el aumento de vida un 50% más - haciendo que el TTK, o tiempo que necesitas para matar a alguien, sea más largo ya que en lugar de dos disparos, necesitas cuatro-, da lugar a jugadas reactivas. No es tan fácil acabar con alguien, pero tampoco es injusto si se gira y te defenestra. Muchas veces necesitas ser humillantemente más bueno que el otro para darle la vuelta a la pelea, pero la sensación es que depende de ti en todo momento, no de factores externos, de tu habilidad. Y para ello, Modern Warfare 3 es el mejor profesor para novatos y el mejor sparring para veteranos. Los jugadores buenos tienen más posibilidades de demostrar que son buenos, mientras que en el otro lado de la balanza, aquellos con problemas tienen facilidades para mejorar su habilidad gracias al regreso de mecánicas clásicas. Los puntos rojos en el mini mapa repiten y, tras años encontrándome con un muro infranqueable de experiencias online de CoD difíciles de superar por su violenta curva de aprendizaje, aquí me he sentido como en casa. Estos puntos rojos hacen mucho más fácil navegar por las partidas. A los jugadores poco experimentados les va a permitir entender la lógica de puntos de aparición mucho más rápido y hacer micro-estrategias para hacer uso de las rachas de bajas - en este ámbito, no hay nada destacable, ni para bien, tampoco para mal - y buscar hacer jugadas bonitas. Y los más veteranos, demostrar de forma más consecuente que lo son. Pero no hay un componente de desbalance añadido a la mezcla más allá de la experiencia. La plantilla de armas, por su parte, es variada. Tenemos más de 100 en una proporción 60-40 a favor de Modern Warfare 2, que repiten un año más y se pueden desbloquear sin necesidad de tener el juego anterior. Lo mejor, donde parece que Sledgehammer Games ha vuelto a dar en el clavo, es en la sensación del arma desnuda, sin accesorios o añadidos. Los californianos han trabajado bien sobre la base de Infinity Ward y trastear con las armas no implica perder partidas "a lo tonto". Dependemos de la experiencia, lo sé, pero ya no hace falta contentarte con un arma, puedes variar, y eso siempre es bueno para mantener la pervivencia de un multijugador. Rifles de Asalto que pueden hacer de subfusiles por su cadencia, o subfusiles con mucho daño y cadencia algo baja, son pequeños ajustes más que bienvenidos que aportan frescura a un multijugador que debe demostrar año tras año que puede ser, al menos, la opción ganadora. El multiplayer de Modern Warfare 3 sobresale, y podría arriesgarme y vaticinar un futuro interesante, al menos hasta la llegada del siguiente. Pero creo que Sledgehammer ha dado con algo que, como mínimo, puede perdurar en el recuerdo. Hay una muy buena base sobre la que trabajar con actualizaciones. Si la campaña es Warzone, el modo zombis es DMZ. Esta extensión del battle royale original se centra en la IA como enemigos en lugar de jugadores humanos, y Activision ha decidido reciclarlo en lugar de desecharlo. Sledgehammer Games necesitaba construir el tercer pilar de Modern Warfare 3, sus zombis, y lo que tenemos es un modo de mundo abierto donde los no-muertos son obstáculos a superar en lugar de una amenaza a enfrentar. En lugar de ser un modo de juego por rondas y con un mapa acotado que defender, tenemos un mundo abierto lleno de zombis implacables. El objetivo es el mismo que el del DMZ: entras en el modo en solitario o con amigos, completas misiones y te evacúan. Si mueres, pierdes lo que has conseguido. Si sobrevives, puedes gestionar tu botín en el "almacén" o venderlo en el mercado para obtener más armamento. La experiencia de desentrañar las complejas tramas de los modos zombis clásicos o de desafiarte a ti mismo y a tus amigos para sobrevivir el mayor tiempo posible se ha diluido. Sin embargo, al menos es variado y puede mantener tu interés durante unos meses. Eso sí, no esperes una historia profunda ni misiones complejas. Las actividades se limitan a matar a jefes zombis, escoltar vehículos, protegerlos de los zombis, extraer datos y limpiar nidos de no-muertos. Además, el mapa está dividido en tres círculos, cada uno con enemigos más peligrosos y más zombis, pero los mismos contratos. La forma en que Sledgehammer Games ha gestionado la idea clásica del modo zombis me preocupa. Ya no hay una progresión de matar zombis, obtener puntos y mejorar armas para enfrentar a más enemigos. Ese aspecto se ha perdido en el camino. Además, prácticamente todos los enemigos sueltan armas o munición, por lo que no hay temor a quedarse sin recursos. Por cierto, todavía existen las ayudas clásicas, como la "muerte instantánea" o la bomba atómica que mata a todos los zombis al instante. Son recompensas lanzadas al aire como una excusa; si puedes subirte a un vehículo y escapar del peligro, su función es insignificante. Pero el ciclo mágico de esta modalidad, el desafío de ver cuánto tiempo puedes resistir, se ha diluido. Un mundo abierto lleno de zombis suena, al menos en teoría, atractivo, pero creo que no encaja bien con Call of Duty. Disponible en PS4, PS5, Xbox Series y Xbox One. Si aun quieres jugarlo, es tu elección.