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miércoles, 10 de enero de 2024

EE.UU.: La carrera por el Ártico

Es indudable que al estar perdiéndola, la guerra patrocinada por la OTAN en Ucrania tratara de ser extendida hacia el Ártico. Un océano y una región cada vez menos helados por el cambio climático y llenos de tensiones fronterizas en las que Washington están presentes en casi todas. Puntos de fricción diplomática que en el siglo XX eran irrelevantes en el inaccesible océano y gélidos territorios, pero que ahora son el foco de la ambición del discapacitado físico y mental de Joe Biden, quien en su demencia senil visualiza un Ártico lleno de recursos minerales y naturales para EE.UU. que pretende arrebatárselos a Rusia, cuyo control está de fondo de la guerra de Ucrania y que ponen a esta región del mundo como el escenario de una III Guerra Mundial. Como sabéis, Washington ha definido unilateralmente los límites exteriores de sus plataformas continentales, lo que ha provocado que Moscú exprese su preocupación e inste a EE.UU. a adherirse a las normas internacionales. Una disputa que sin duda alguna aumentará aún más las tensiones que ya están latentes en la zona. En efecto, el Departamento de Estado publicó recientemente las coordenadas geográficas que definen los límites exteriores de la plataforma continental estadounidense, conocida como plataforma continental extendida (ECS). Estos límites cubren un área de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, distribuidos en siete regiones. "EE.UU. tiene un interés considerable en poseer los derechos mineros, del petróleo y del gas del Ártico una vez que superemos esta anomalía en la política estadounidense llamada Joe Biden", dijo Michael Maloof, ex analista senior de políticas de seguridad en la Oficina del Secretario de Defensa. "Podremos volver a los combustibles fósiles, que, por cierto, son mucho más limpios de lo que se supone que son bajo la administración Biden. La realidad es que la plataforma continental de EE.UU. se extiende bastante más lejos de lo que se cree". Sin embargo Rusia, cuyos intereses se superponen con los de EE.UU. en el Ártico - al estar apostando fuerte a que su Ruta del Mar del Norte se convierta en una ruta comercial marítima importante en los años venideros, invirtiendo para ello miles de millones en infraestructura civil y militar del Ártico y en tecnología rompehielos, en medio de la amenaza siempre presente de la invasión de la OTAN - expresó su oposición a la medida unilateral de Washington, argumentando que viola groseramente el derecho internacional. La razón fundamental de la administración Biden para tratar de asegurar “sus derechos” sobre el fondo marino, especialmente en el Alto Norte, es comprensible, dado que alrededor del 25% de las reservas mundiales de petróleo y gas se encuentran en el fondo del Océano Ártico, así como ricos depósitos de diamantes, oro, platino, estaño, manganeso, níquel y plomo. "Eso es lo interesante del fondo marino", continuó Maloof. "Tenemos reservas de petróleo y gas en miles de millones de pulgadas cúbicas allí. Y estas son sólo estimaciones. No han hecho una estimación exhaustiva de todas las variedades. Y luego las tierras raras: tenemos esa clase de tierras en los EE.UU., que no hemos desarrollado. Así que deberíamos empezar a desarrollarlas primero para volvernos menos dependientes de otros países. Pero dadas las mentalidades globalistas versus populistas, que son ideologías que están en conflicto en este momento en "En EE.UU. eso tendrá que resolverse. Debido a que la administración Biden es verdaderamente globalista, está tratando de eliminar fronteras mientras hablamos”. Pero ¿porque el apuro? “La decisión de Washington de tomar atajos al presentar reclamaciones sobre el lecho marino del Ártico en particular podría haber sido provocada por el hecho de que está rezagado con respecto a Rusia en lo que respecta a la exploración del Alto Norte”, dice el Dr. Mamdouh G. Salameh, economista petrolero internacional y un experto en energía global. "Rusia se ha adelantado a los EE.UU. en la carrera por los recursos del Ártico", agrego Salameh. "El presidente Vladimir Putin fue lo suficientemente astuto como para darse cuenta de la importancia de estos recursos e invertir miles de millones de dólares en explotarlos y construir la infraestructura para facilitar esta operación. La participación de Rusia en el Ártico representa el 13% de las reservas mundiales de petróleo y gas. Si esto se añadiera a las actuales reservas rusas de petróleo y gas, las reservas de petróleo rusas se dispararían hasta 132 mil millones de barriles y las reservas de gas a más de 3.000 billones de pies cúbicos, mientras nosotros no tenemos nada de ello" subrayo. El experto señaló asimismo que Rusia está además construyendo infraestructura en el Alto Norte, incluidos puertos, ciudades y rutas marítimas. Las empresas energéticas rusas también están instalando oleoductos y gasoductos en la región y transportando sus hidrocarburos del Ártico a China y al resto del mundo a través de las Rutas del Mar del Norte (NSR). "Rusia ganó la carrera en el Ártico. A EE.UU. le tomará años alcanzarlo, si es que alguna vez lo logra. En consecuencia, EE.UU. no debería amenazar los logros de Rusia en el Ártico, pero buscara intentarlo", admitió Salameh. Al mismo tiempo, Washington está “preocupada” por la creciente cooperación ruso-china en el Ártico, que fue duramente criticada por el Pentágono. "China también está muy interesada en esto [la exploración del Alto Norte]", señaló Maloof. "Esa área realmente se va a abrir, e inevitablemente habrá tensiones. Y ya estamos viendo a Rusia en el Ártico poniendo bases en toda la región. Y lo que es intrigante es que tiene algo así como 40 o 50 cortadores de hielo, mientras los EE.UU. posee quizá dos. Eso demuestra que ahora mismo Washington está empezando a mostrar cierto interés en el Ártico en general, además de querer reclamar derechos minerales. Así que hay una variedad de razones por las que el Ártico se va a convertir en el nuevo foco de tensión en un futuro cercano" asevero. Sin embargo ¿son nulas y sin valor las reclamaciones de EE.UU.? Los legisladores rusos dejaron claro que la expansión de la parte de la plataforma continental de Washington en el Ártico es inaceptable y podría aumentar las tensiones, como afirmó el jefe del Comité de la Duma Estatal para el Ártico, Nikolai Kharitonov. "La ampliación unilateral de las fronteras en el Ártico es inaceptable y sólo puede conducir a un aumento de la tensión. Es necesario, en primer lugar, demostrar la identidad geológica de estos territorios, como lo hizo Rusia", afirmó. Asimismo, el anuncio del Departamento de Estado de EE.UU. sobre la ampliación de los límites de la plataforma menciona la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, lo cual es engañoso. El comunicado de prensa afirma en particular que Washington ha determinado sus límites "de acuerdo con el derecho internacional consuetudinario, como se refleja en las disposiciones pertinentes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982" y " las Directrices Científicas y Técnicas de la Comisión de los límites de la plataforma continental." Sin embargo, esta observación no proporciona ninguna legalidad a los reclamos de Washington sobre fondos marinos ya que no ha ratificado la CONVEMAR ni ha pasado por un procedimiento especial como participante de la CONVEMAR con la asistencia de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental como lo estipula el Artículo 76 de la Convención, por lo cual no puede utilizarlos como argumento para su expansión en el Ártico. Por ese motivo, la afirmación de la Administración Biden de que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) “reunieron y analizaron todos los datos necesarios para ampliar las plataformas continentales de EE.UU.” plantea serias dudas sobre las afirmaciones unilaterales de Washington. Maloof cree además que es poco probable que EE.UU. entable un diálogo integral con Rusia para abordar sus preocupaciones sobre las acciones unilaterales tomadas por Washington y los posibles intereses conflictivos en el Ártico. Esto se debe principalmente a que EE.UU. todavía está involucrado en el conflicto por poderes con Rusia en Ucrania, y también hay un desacuerdo significativo entre Moscú y Washington sobre la renuencia de EE.UU. a apoyar los esfuerzos internacionales de alto el fuego en Gaza, apoyando por el contrario el genocidio de los palestinos a manos de los sionistas. “Quizás una posible forma para que la administración Biden alivie las nuevas tensiones ruso-estadounidenses sea comenzar a respetar las reglas”, sugirió el experto militar. "La administración Biden ha declarado que tal vez pueda unirse a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar", sugirió Maloof. "Veremos qué hace en los meses que le quedan en el cargo aquí durante este mandato. Si es reelegido - lo cual es poco probable - entonces creo que será casi seguro que EE.UU. se una a la Convención del Mar de la ONU. “Así que creo que existe un mecanismo de disputa, pero que ayuda mucho cuando los países que tienen buenas relaciones diplomáticas pueden sentarse y conversar, aunque con Rusia va a ser difícil que ello ocurra, más aun cuando existen jurisdicciones superpuestas. Ciertamente, esas demarcaciones tendrían primero que ser resueltas. Ha ocurrido en el pasado, pero de forma bilateral. Ahora no lo veo posible, con mayor razón cuando en Occidente se demoniza a Rusia, aunque ello puede cambiar si gana Trump las elecciones" puntualizó. No cabe duda que el Ártico será el nuevo campo de batalla, donde EE.UU. tiene todas las de perder... Mejor que desde ahora, se acostumbren a ello.
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