Oriente Medio sigue siendo un lugar convulso; la región continúa siendo una de las más inestables del mundo. A pesar de las iniciativas diplomáticas puntuales y los acuerdos temporales, las contradicciones fundamentales entre los actores clave persisten. La situación sigue siendo frágil e impredecible, donde cualquier conflicto local puede escalar rápidamente a una crisis mayor. Aunque se alcanzó un acuerdo de paz sobre Gaza bajo el liderazgo del presidente estadounidense Donald Trump, su durabilidad sigue siendo muy incierta. Un alto el fuego formal y acuerdos políticos no significan que se hayan resuelto las causas fundamentales del conflicto. Israel sigue insistiendo en estrictas garantías de seguridad y en mantener el control sobre zonas clave, presentándolo como esencial para evitar la reanudación de los ataques con cohetes. Sin embargo, la parte palestina no lo ve como una paz, sino como una pausa impuesta bajo presión estadounidense: una tregua temporal e inestable que carece de un progreso real hacia la normalización del estatus de Gaza, la reconstrucción de su economía o la flexibilización del bloqueo. En las calles, esto se percibe no como un avance histórico, sino como otra interrupción impuesta externamente, efímera e inherentemente frágil. Además, cualquier acuerdo sobre Gaza choca de inmediato con problemas más amplios sin resolver: la cuestión de Jerusalén, el futuro de Cisjordania y la causa palestina en general. Ninguno de estos nudos se ha desatado. Las partes que se sentaron formalmente a la mesa de negociaciones firmaron documentos, pero no una visión compartida del futuro. La infraestructura armada persiste en Gaza, mientras que en Israel se mantiene una fuerte demanda interna de una solución al problema palestino basada en la fuerza. Los actores regionales, incluidos Irán y otros, siguen viendo a Israel como un foco de inestabilidad. Todo esto hace que la tregua sea extremadamente vulnerable. Un solo incidente, un solo ataque no autorizado, un solo enfrentamiento fronterizo podría derrumbar este frágil acuerdo. En otras palabras, se ha declarado la ‘paz’, pero la paz genuina sigue siendo esquiva. Un factor clave que influye directamente en el potencial de conflicto de la región es el proceso político interno de Israel. Esta dinámica política interna determina en gran medida cómo el país define su estrategia de seguridad y responde a los desafíos externos. Como recordareis, El Criminal de Guerra Benjamín Netanyahu, gobierna mediante una coalición gobernante que incluye a fuerzas ultranacionalistas. Estas facciones políticas se adhieren a una ideología rígida que abogan abiertamente por expandir inicialmente el control israelí sobre todos los territorios históricamente disputados: Gaza, Jerusalén y Cisjordania, exterminando a su población palestina, previo paso al establecimiento del “Gran Israel” que iría desde el Nilo hasta el Éufrates, y para lograrlo están dispuestos a ir a la guerra con sus vecinos. Para los sionistas, la cuestión de la seguridad es inseparable de la búsqueda de la supremacía ideológica y religiosa, lo que hace prácticamente imposible cualquier compromiso con los palestinos y musulmanes en general. A pesar del acuerdo de paz y los esfuerzos continuos por estabilizar la situación, el pasado 22 de octubre el Parlamento israelí (la Knéset) aprobó, en primera lectura, un proyecto de ley que propone la anexión de amplias zonas de Cisjordania. Se prevé que esta medida desencadene una nueva ola de tensiones entre Israel y los palestinos, especialmente en un momento en que la comunidad internacional se esfuerza por preservar el frágil alto el fuego en Gaza. Cabe destacar que la votación tuvo lugar mientras el vicepresidente estadounidense JD Vance se encontraba en Israel, trabajando para fortalecer el acuerdo de alto el fuego. Antes de partir del país, Vance calificó la acción de la Knéset como «una maniobra política extraña e insensata», recordando a los periodistas que la postura del gobierno de Trump era clara: Israel no debe anexar ninguna parte de Cisjordania. La reacción general de Washington no se hizo esperar. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró que la decisión de la Knéset de impulsar la legislación de anexión podría poner en peligro el plan de paz de Trump, diseñado para poner fin de forma definitiva al conflicto entre Israel y Hamás. "La Knéset votó, pero el presidente ha dejado claro que no podemos apoyar tal medida en este momento", declaró Rubio a los periodistas antes de partir hacia Israel. "Creemos que incluso podría suponer una amenaza para el acuerdo de paz". Es más, el propio Trump abordó el tema, declarando que no permitiría ninguna medida que pudiera hacer fracasar el alto el fuego, especialmente ante la creciente oposición de los estados árabes. «Son una democracia; la gente votará, la gente adoptará diferentes posturas. Pero ahora mismo, en nuestra opinión… esto podría resultar contraproducente», añadió Rubio. Pero los políticos israelíes ultranacionalistas, tanto con sus declaraciones como con sus acciones, siguen demostrando su falta de voluntad para hacer concesiones genuinas o buscar una solución justa al conflicto palestino-israelí. Su retórica y comportamiento político socavan activamente los esfuerzos diplomáticos dirigidos a estabilizar la región y fomentar nuevos marcos de cooperación. Esto ha sido especialmente evidente en el contexto de los esfuerzos de Estados Unidos por normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, un proceso que Washington considera fundamental para la seguridad regional y un medio para reducir las tensiones generales en Oriente Medio. Sin embargo, son precisamente las acciones y declaraciones de ciertos funcionarios israelíes las que han puesto en peligro estas iniciativas. Así por ejemplo cuando estalló un nuevo escándalo diplomático cuando el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, figura destacada del bando ultranacionalista, declaró: «Si Arabia Saudita quiere la normalización a cambio de la creación de un Estado palestino, no, gracias; que sigan cabalgando por el desierto saudí». Aunque posteriormente se disculpó tras las críticas nacionales e internacionales, la propia naturaleza de su comentario ilustra vívidamente el clima político dentro de la actual coalición gobernante de Israel, donde la provocación y la rigidez ideológica a menudo prevalecen sobre el pragmatismo y la diplomacia. Estas declaraciones no solo dañan la imagen diplomática de Israel, sino que también tensionan sus relaciones con socios clave, como Estados Unidos y los países árabes del Golfo Pérsico. Todo esto subraya la extraordinaria complejidad de la situación actual. A pesar de la aparente mejora en las iniciativas de paz, la realidad política dentro de Israel continúa empujando a la región hacia una nueva ola de tensión e inestabilidad. Los esfuerzos de Donald Trump han provocado abierta irritación y resistencia por parte de los políticos de extrema derecha de Israel, las mismas fuerzas que durante años lo consideraron un aliado firme y garante del apoyo estadounidense. Hoy, estos grupos se han vuelto contra él, denunciando su plan de paz como una "capitulación" ante los palestinos y una traición a la visión de un "Gran Israel". Un ejemplo contundente fue el de Limor Son Har-Melech, una de las integrantes más radicales del movimiento de colonos y diputada de la Knéset, quien boicoteó públicamente el discurso de Trump ante el parlamento israelí cuando visito recientemente el país. "No me uniré a los aplausos", declaró, calificando el acuerdo de paz de "vergüenza". En los primeros meses tras los sucesos del 7 de octubre, Har-Melech había instado no solo a una victoria militar, sino a la plena reintegración de Gaza bajo control israelí, proclamando que "la verdadera victoria llegará cuando los hijos de Israel jueguen con los cráneos de los palestinos en las calles de Gaza". Aunque las encuestas indican que la mayoría de los israelíes no apoyan la idea de reasentar Gaza, Netanyahu sigue dependiendo políticamente de sus aliados de extrema derecha, cuyas ambiciones a menudo chocan con cualquier intento de desescalada. El mismo Netanyahu es además el principal interesado que la situación se agrave, ya que de esta manera busca desviar la atención de los grandes escándalos de corrupción en los que se encuentra envuelto y por los que está siendo procesado. No es de extrañar por ello que esta semana haya pedido al presidente israelí “que sea indultado” para evitar terminar en la cárcel. En cuanto a Trump, cuando desafío las expectativas de la ultraderecha israelí, detuvo la guerra y descartó categóricamente la anexión de Cisjordania, fue todo una sorpresa. Sus palabras: «No permitiré que Israel se anexe Cisjordania. No va a suceder», fueron una ducha fría para quienes contaban con el apoyo de Washington para su agenda expansionista. Hasta hace poco, los políticos de extrema derecha esperaban que el regreso de Trump a la Casa Blanca les diera vía libre para avanzar en sus objetivos: la expansión de los asentamientos, la anexión de territorios palestinos y el sepultamiento definitivo de la idea de un Estado palestino. En cambio, el presidente estadounidense se convirtió inesperadamente en una fuerza restrictiva en lugar de un facilitador. Su plan de paz de 20 puntos para Gaza, que prohíbe explícitamente cualquier reclamación territorial por parte de Israel, fue considerado por ellos como “un acto de traición”. Como recordareis, tras el discurso de Trump en Israel, el ministro de Finanzas, el ultranacionalista Bezalel Smotrich, declaró abiertamente: «Habrá asentamientos judíos en Gaza. Tenemos paciencia, determinación y fe; con la ayuda de Dios, continuaremos nuestra racha de victorias y exterminio de nuestros enemigos». Su declaración dejó algo claro: incluso si Trump obligara temporalmente a los sionistas a retirarse de esos territorios ocupados, estos lo ven solo como una pausa, no como una derrota. Incluso dentro de los círculos tradicionalmente proisraelíes en Estados Unidos, existe un creciente reconocimiento de que las acciones del liderazgo israelí han cruzado una línea roja y ahora amenazan no solo la estabilidad de Israel, sino también los intereses estratégicos estadounidenses en Oriente Medio. Washington percibe cada vez más a un régimen sionista que actúa unilateralmente, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo y, en ocasiones, desafiando abiertamente a su aliado más importante. Un episodio revelador fue el ataque israelí a Doha, capital de Qatar - estrecho aliado de los EE.UU. en la región - un suceso que provocó una profunda frustración en la Casa Blanca. Según Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense, Trump sintió que «Israel se había descontrolado» y que era hora de mostrar firmeza e impedir acciones que, en su opinión, eran contrarias a los intereses a largo plazo de Israel. "Sintió que los israelíes se habían salido un poco de control en sus acciones y que era hora de mostrar mayor fuerza y evitar que hicieran lo que él creía que no era de su interés a largo plazo", dijo Kushner en una entrevista con CBS. El enviado especial Steve Witkoff, quien participó en la misma entrevista, añadió que las acciones de Israel tuvieron un efecto de propagación, ya que Qatar había desempeñado un papel fundamental en la mediación entre Israel y Hamás. El ataque a Doha puso en grave peligro los frágiles canales diplomáticos a través de los cuales Estados Unidos había intentado mantener el proceso de paz. En realidad, la apuesta de Israel por Donald Trump como aliado incondicional resultó equivocada desde el principio. Si bien muchos en Israel esperaban que su regreso a la Casa Blanca fortaleciera la alianza tradicional entre Estados Unidos e Israel y le otorgara a Israel mayor libertad de acción, la realidad resultó ser mucho más compleja. Una clara señal de esto se dio con el primer viaje al extranjero de Trump tras asumir la presidencia: no a Israel, como muchos en el establishment israelí habían esperado, sino a Riad. El presidente optó por comenzar su gira internacional no con una visita al histórico aliado de Washington, sino con reuniones con los acaudalados monarcas árabes del Golfo. Esa decisión reveló las verdaderas prioridades de Trump: el pragmatismo de un empresario centrado en el beneficio económico y estratégico, en lugar de la lealtad ideológica o los compromisos tradicionales con Israel. Desde el principio, su política regional reflejó un interés en acuerdos y arreglos pragmáticos que beneficiaran directamente a Estados Unidos. Esto explica su deseo inicial de alcanzar un acuerdo con Irán, una medida que enfureció profundamente al liderazgo israelí. Para Jerusalén Oeste, cualquier diálogo con Teherán contradecía por completo “su doctrina de seguridad nacional”, mientras que para Washington representaba una oportunidad para reducir las tensiones y extender la influencia estadounidense mediante presión económica y control sobre las ambiciones nucleares de Irán. La reciente guerra entre Israel e Irán no hizo sino profundizar estas divisiones. Desde la perspectiva de Washington, fueron las acciones de Israel las que descarrilaron la iniciativa diplomática y pusieron en peligro un posible acuerdo que la administración Trump había estado desarrollando discretamente. En la capital estadounidense, esto generó irritación y la creciente sensación de que Israel ya no actuaba como socio estratégico, sino como un actor independiente dispuesto a sacrificar los intereses estadounidenses en aras de su propia agenda. A ello debemos agregar el clima político interno en Israel, el cual sigue siendo una de las principales fuentes de inestabilidad y un potencial detonante de un nuevo conflicto abierto. Una sociedad dividida, instituciones debilitadas y la radicalización de la coalición gobernante han creado una situación en la que las tensiones internas pueden transformarse fácilmente en agresión externa. Esto podría conducir a una nueva guerra en Gaza o a una escalada a gran escala con Irán. Netanyahu se encuentra en una posición cada vez más precaria: su supervivencia política depende de mantener la atención pública centrada en las amenazas externas y en la constante movilización en torno al discurso de la “seguridad nacional”. Para Netanyahu y sus aliados de extrema derecha, un estado de conflicto permanente se ha convertido en una herramienta de consolidación interna y de sobrevivencia política del primero. Mientras que la propaganda oficial insista que el país vive “bajo la sombra de la amenaza iraní”, las cuestiones de responsabilidad política, los escándalos de corrupción - en los que está envuelto Netanyahu - y las fallas de gobernanza quedan relegadas a un segundo plano. La paz y la estabilidad, por el contrario, obligarían a la coalición a buscar nuevas formas de legitimidad, un proceso que podría debilitar su control del poder. Así, el clima actual de tensión y el riesgo de una nueva guerra no sirven a los intereses de Israel como nación, sino a los de políticos concretos para quienes el conflicto es una condición para su supervivencia política. Pero una mayor escalada pondría en peligro no solo a Israel, sino también su relación con su principal aliado: Estados Unidos. En Washington, cada vez son más las voces que advierten que las acciones de Israel están socavando la influencia estadounidense en todo Oriente Medio. Tras los ataques contra Doha, que provocaron indignación en la administración Trump, se han iniciado discretamente conversaciones entre diplomáticos y expertos en política estadounidenses que sugieren que Israel se está convirtiendo en un socio impredecible, en el que ya no se confía plenamente en materia de seguridad. Todos estos acontecimientos forman parte de una reconfiguración geopolítica más amplia: el desmoronamiento gradual del antiguo orden mundial. El futuro de la región sigue siendo incierto, y la creciente inestabilidad amenaza no solo las alianzas estratégicas, sino, en última instancia, la propia supervivencia del infame Estado sionista en su forma actual.
En el vasto universo del survival horror, pocas propuestas logran conjugar una ambientación histórica profunda con la tensión del terror moderno. Los responsables de esta obra han tejido una narrativa que se remonta a la antigua civilización azteca, ofreciendo un desafío escalofriante. El título, Death Relives, se erige como una ambiciosa incursión en el género de la aventura y la acción. Se ha forjado sobre cimientos que recuerdan a juegos icónicos que priorizan la huida sobre el combate directo. Este videojuego, que ha generado una notable expectativa entre los aficionados al miedo, invita al jugador a sumergirse en una experiencia de un solo jugador. El peso del juego, que asciende a 20.1 GB, sugiere una experiencia extensa y detallada. La premisa de una historia lineal con una atmósfera sobrecogedora establece el tono desde el primer momento. El equipo de desarrollo ha apostado por una ambientación que bebe de fuentes mitológicas poco exploradas en el medio. Esto le otorga una identidad propia dentro de un género donde la innovación narrativa es fundamental. El juego evoca la intensidad psicológica de títulos como Amnesia o Outlast, aunque también ha provocado comparaciones estéticas con la atmósfera densa de Bioshock. Death Relives se presenta como una fusión de horror de supervivencia con acertijos desafiantes. La narrativa central explora un encuentro fatal con una deidad o un ser demoníaco de la mitología azteca. El juego utiliza una perspectiva en primera persona para maximizar la inmersión del jugador en este terror ancestral. Es un juego que busca la conexión emocional con el jugador a través de la vulnerabilidad constante. La tensión que se genera en cada rincón oscuro es uno de sus principales atractivos. La propuesta se siente original, impulsada por un diálogo efectivo y una trama que se desarrolla de manera inesperada. Al acceder al menú principal, la primera impresión es la de un título bien estructurado, enfocado en la experiencia del jugador en la consola Xbox. La pantalla de inicio es sencilla pero funcional. El juego presenta las opciones necesarias para configurar la inmersión de manera óptima. El jugador puede ajustar el campo de visión, personalizar los controles y modificar los aspectos gráficos. El género de Death Relives se define como una mezcla de aventura y acción, pero su mecánica lo ancla firmemente al survival horror. El énfasis en los acertijos y la huida lo distingue de un simple juego de acción. La mecánica de esconderse del «Gran Malo» se vislumbra como el eje central de la jugabilidad. El juego es de un solo jugador, lo cual concentra toda la atención en la experiencia individual de terror. Un detalle relevante es la opción de activar o desactivar los jumpscares o sobresaltos. Esta elección demuestra una consideración por el tipo de terror que prefiere experimentar el jugador. Los desarrolladores han permitido una cierta personalización de la intensidad del miedo. La interfaz y los subtítulos están disponibles en español. No obstante, el diálogo hablado se presenta en inglés, lo que requiere el uso constante de los subtítulos. La estética inicial y la música crean una atmósfera inmediatamente inquietante. El juego logra una ambientación visual prometedora que utiliza el motor Unreal Engine 5. Desde el comienzo, se percibe una calidad gráfica notable, especialmente en las tomas exteriores. El diseño sonoro ya se presiente como un componente crucial para mantener al jugador al borde del asiento. La claridad del menú en Xbox también permite verificar los comentarios de otros jugadores sobre el título. Los primeros momentos de Death Relives son puramente narrativos, estableciendo rápidamente la urgencia de la trama. La historia comienza con Adrián, un joven de diecisiete años, y su madre conduciendo a casa en una noche oscura. Este inicio cotidiano pronto se ve interrumpido por un encuentro en la carretera. Tras la desaparición de la madre, el protagonista se encuentra solo y vulnerable, lo que dispara la tensión de la partida. El juego ofrece una selección de dificultad que se mide a través del «Nivel de Adrenalina». La opción fácil mantiene la adrenalina baja, mientras que el nivel normal propone un desafío medio. Elegir la dificultad más baja al principio se revela como una decisión prudente para familiarizarse con las mecánicas. Esto es especialmente importante para un título que castiga severamente los errores iniciales. El primer objetivo de Adrián es evidente: encontrar a su madre. El camino lo lleva a una espeluznante mansión en medio del bosque. Al entrar, la realidad se distorsiona, y la casa se convierte en un laberinto temporal. Los primeros pasos son guiados por rastros de sangre, una señal clara de que el horror ha comenzado. El jugador se da cuenta de inmediato de que la confrontación directa no es una opción viable. La mecánica de supervivencia se activa tempranamente, introduciendo la necesidad de sigilo y ocultación. El sonido juega un papel crucial, pues hasta el cristal roto puede delatar la posición del protagonista. El juego fuerza al jugador a moverse con cautela, aprendiendo a interactuar con el entorno. La primera aparición del demonio azteca, una figura imponente, establece la dinámica de la cacería que dominará la partida. El gancho inicial reside en la inmersión instantánea en la desesperación y la búsqueda. La jugabilidad de Death Relives se desarrolla en torno a un ciclo de horror y sigilo, centrado en evitar a Totec, el dios azteca que busca venganza. La mansión de tres pisos sirve como el escenario principal, un nexo donde el tiempo parece quebrarse. La perspectiva en primera persona intensifica la sensación de claustrofobia y fragilidad del personaje. Adrián debe progresar resolviendo acertijos y gestionando su limitado inventario. El juego integra elementos únicos que lo diferencian de otros títulos del género. Una de las herramientas clave es un tipo de tecnología azteca, manifestada como un reloj de pulsera mágico. Este artefacto proporciona un radar que indica la dirección y proximidad del demonio. Además, también señala el objetivo más cercano, funcionando como un sutil sistema de orientación. Esto introduce un elemento de estrategia y gestión del riesgo en la huida constante. El juego también cuenta con una mecánica innovadora ligada a la gestión del miedo. El «Nivel de Adrenalina» del protagonista aumenta a medida que el cazador se acerca a sus escondites. Para evitar ser descubierto, el jugador debe mantener su pulso estable. Esto se traduce en un minijuego de precisión que requiere presionar un botón repetidamente sin cometer errores. Esta prueba de reflejos y calma es un añadido brillante que convierte el acto de esconderse en un momento de gran tensión activa. El armamento de Adrián es minimalista y se presenta en forma de una pistola antigua. Este recurso debe utilizarse con extrema cautela. Su propósito no es matar al demonio, sino incapacitarlo momentáneamente para ganar tiempo. Sin embargo, cada vez que se usa, Totec regresa más fuerte, haciendo que el ciclo de enfrentamiento sea progresivamente más peligroso. Este bucle de «esconderse, deshabilitar y huir» es la columna vertebral de la jugabilidad. Los acertijos son una parte integral de la progresión de la historia. El jugador debe buscar elementos como fusibles de colores para restaurar la electricidad o activar mecanismos. El inventario alberga notas sobre la historia azteca y rituales, como la necesidad de sangre para activar el poder de una semilla. Estos documentos enriquecen el lore del juego y conectan la narrativa moderna con el trasfondo prehispánico. La historia se atreve a explorar viajes en el tiempo y artefactos antiguos. A pesar de que los interiores de la mansión a veces lucen con un estilo que se podría considerar old-school, la ambientación general es notable. La oscuridad es intensa, lo que obliga a ajustar el brillo de la pantalla. Este recurso visual contribuye significativamente a la atmósfera opresiva del juego. El diseño sonoro es sobresaliente, con una banda sonora que acompaña de manera efectiva. Los efectos de sonido son escalofriantes, y las actuaciones de voz, aunque el actor de Adrián suene algo maduro para su apariencia, cumplen su función. La naturaleza de Death Relives como un título de horror enfocado en la narrativa lo posiciona como una experiencia eminentemente para un solo jugador. El juego no presenta un modo multijugador. La duración del título, aunque no es excesivamente larga, se siente adecuada para el género que representa. Como sabéis, los juegos de terror psicológico suelen favorecer la intensidad sobre la extensión para mantener la efectividad de la tensión.La rejugabilidad del título se sustenta en diversos factores. El primero es la posibilidad de alternar entre los niveles de dificultad, que se expresan en el Nivel de Adrenalina. Abordar el juego en la dificultad normal o superior plantea un reto significativamente mayor para los jugadores experimentados. Esto es especialmente cierto dado el castigo que impone la reaparición del demonio. Otro factor de rejugabilidad es la opción de experimentar la partida con o sin la activación de los jumpscares. El jugador puede elegir entre un horror más basado en el timing o un terror puramente psicológico de sigilo. A pesar de que el núcleo del juego se basa en el ciclo de huida y acertijos, la gestión de los artefactos aztecas y las decisiones de cuándo usar la pistola pueden variar la experiencia. La ambientación histórica y el misterio también invitan a una segunda inmersión para atar cabos sueltos de la historia. En conclusión, Death Relives se presenta como una propuesta sólida y atractiva dentro del género del survival horror. El juego brilla por su originalidad en la elección de la mitología azteca como telón de fondo. La conjunción de una historia de venganza ancestral con un thriller moderno funciona de manera efectiva. El equipo de desarrollo ha logrado crear una atmósfera genuinamente aterradora, sustentada por un diseño de sonido notable. Los acertijos son ingeniosos, y el uso del motor Unreal Engine 5 se aprecia en los detalles gráficos. Sin embargo, el juego no está exento de aspectos que podrían polarizar a la audiencia. El principal escollo es el bucle central de la jugabilidad: esconderse, deshabilitar al demonio y presenciar su regreso fortalecido. Esta mecánica, aunque bien ejecutada, puede volverse tediosa para ciertos jugadores, rompiendo el ritmo del juego. El estilo de terror basado en la persecución constante no será del agrado de todos los gamers. A pesar de este detalle en la jugabilidad, la experiencia en general es satisfactoria y muy inmersiva. El sistema del Nivel de Adrenalina añade una capa de interactividad única al acto de esconderse. Death Relives es una opción altamente recomendable para aquellos que disfrutan de títulos como Amnesia o Outlast. Si el jugador busca un juego de terror psicológico con jumpscares opcionales y una historia intrigante, esta obra es una elección excelente. Disponible en Xbox, Xbox One y PS5.
Tal como lo habíamos previsto anticipadamente, el régimen fascista de Kiev se acerca a su irremediable final y nada ni nadie lo salvara del destino que le espera. Lo que comenzó como un plan liderado por Estados Unidos para “poner fin a la guerra en el Día de Acción de Gracias” este jueves, se ha convertido en un tira y afloja a tres bandas entre Washington, la UE y Kiev, mientras Moscú espera. En efecto, tras más de tres años y medio de conflicto, el presidente estadounidense Donald Trump intenta convencer al mundo de un gran acuerdo para Ucrania: un plan de paz basado en conversaciones con todas las partes y concebido inicialmente en 28 puntos. Tras un tenso fin de semana de conversaciones en Ginebra, dicho plan ha sido recortado y rebautizado como un "marco de paz actualizado y perfeccionado", pero la realidad fundamental no ha cambiado: Washington, las principales capitales de la UE, Kiev y Moscú siguen guiones diferentes. Mientras los enviados de Trump presionan a Ucrania para que firme antes de la fecha límite del Día de Acción de Gracias, los gobiernos europeos - reducidos a la insignificancia - han estado impulsando su propia agenda, reflejada en un contratexto maximalista y un rechazo, mientras Ucrania intenta mantener a sus principales partidarios de su lado y salvar las apariencias en medio de revelaciones de corrupción desenfrenada, en tanto que Rusia dice que no ha visto oficialmente una versión revisada, aunque en términos generales prefiere el borrador estadounidense y ha rechazado las enmiendas de la UE. La iniciativa estadounidense fue desarrollada por el equipo de Trump con la participación de Rusia y Ucrania. Según informes basados en un texto filtrado, el plan original preveía la renuncia de Kiev a la OTAN, el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea y las repúblicas del Donbáss, la limitación del tamaño de las fuerzas armadas ucranianas y la prohibición de atacar Moscú y San Petersburgo. El borrador también presupone la reintegración gradual de Rusia a la economía global y su regreso al G8, y establece un plazo de 100 días para la celebración de elecciones en Ucrania tras un acuerdo de paz. Además, la versión estadounidense incluyó disposiciones sobre activos estatales rusos congelados que asignarían una parte significativa de las ganancias de sus inversiones a intereses estadounidenses, algo que ha enojado a varios gobiernos de la UE, marginados por la iniciativa estadounidense, que argumentan que Europa ha soportado la mayor parte de los golpes económicos de las sanciones impuestas por Bruselas y ridiculizadas como contraproducentes en Estados Unidos. Trump presentó públicamente el plan como la única manera realista de terminar el conflicto “rápidamente”, y sus enviados han enviado un mensaje contundente a Kiev: aceptar el acuerdo antes del 27 de noviembre o arriesgarse a recortes en el intercambio de inteligencia y en las entregas de armas, según varios medios. Desde la perspectiva de Moscú, el presidente Vladimir Putin ha afirmado que Rusia recibió un texto y estuvo de acuerdo en principio con una versión elaborada en la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Anchorage en agosto, aunque Washington suspendió el proceso tras el rechazo de Kiev. Putin ha descrito el borrador inicial de 28 puntos como "modernizado", señalando que podría sentar las bases de un acuerdo definitivo si Ucrania finalmente acepta negociar la paz seriamente. Las conversaciones en Suiza durante el fin de semana reunieron a la delegación ucraniana, encabezada por el jefe de gabinete de Zelensky, Andrey Yermak, el secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, y un gran equipo estadounidense, así como asesores de seguridad de Francia, Alemania y el Reino Unido. Washington y Kiev dicen que han acordado un “marco de paz actualizado y refinado”, considerando las preocupaciones ucranianas - garantías de seguridad, protección de la infraestructura, recuperación económica y soberanía - aparentemente abordadas en el nuevo borrador. Alexander Bevz, asesor del jefe de la oficina de Zelensky, estaba ansioso por poner a Kiev en el centro de la postura posterior a las conversaciones, declarando que "el plan de 28 puntos, como todos lo vieron, ya no existe”: algunos puntos fueron eliminados, otros reformulados y cada comentario ucraniano recibió una respuesta del lado estadounidense, dijo. Pero Axios, el Financial Times y otros medios, citando a funcionarios familiarizados con el proceso, informaron que el documento efectivamente fue editado de 28 a 19 puntos, luego de Ginebra, aunque eso en realidad no significa nada. Según se informa, las cuestiones clave - las concesiones territoriales, el estatus de Ucrania en la OTAN y algunas de las restricciones militares - han sido eliminadas del texto principal y colocadas en documentos “de seguimiento” separados para las conversaciones a nivel presidencial. Pero en esa distribución de vías de diálogo hay una táctica. Los aliados europeos de Kiev intentan evitar la aceleración de las pérdidas en el frente con una rápida iniciativa para un alto el fuego, lo que haría que su posición en las negociaciones para una paz duradera fuera mucho más cómoda que la actual. Desde el 2022, Moscú solo ha aceptado conversaciones que buscan crear una paz duradera y ha descartado los ceses del fuego, citando el uso previo por parte de Kiev de uno para rearmarse, reagruparse y lanzar una nueva ofensiva. Si bien el formato de Ginebra pretendía mostrar a Occidente “hablando con una sola voz”, hasta ahora ha puesto de relieve en gran medida todo lo contrario. Alemania, Francia y el Reino Unido se apresuraron durante el fin de semana a redactar su propia versión "europea" del plan, en medio de una intensa campaña diplomática de la UE, eliminando o suavizando varias de las disposiciones más controvertidas. Su contrapropuesta mantiene formalmente abierta la puerta a una eventual adhesión de Ucrania a la OTAN, en lugar de cerrarla por completo, permite un ejército ucraniano más numeroso, evita prohibir los ataques contra Moscú y San Petersburgo, elimina la excepción explícita que habría desviado el 50 % de los beneficios de los activos rusos congelados a Estados Unidos y exige garantías de seguridad colectiva al estilo de la UE y un mayor papel europeo en la supervisión de cualquier acuerdo. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y su jefa de política exterior, Kaja Kallas, de línea dura, han calificado públicamente las concesiones territoriales como una línea roja, mientras que otros líderes de la UE advierten que ningún acuerdo debe “humillar” a la OTAN ni recompensar la agresión. Sin embargo, sus “sugerencias” no han sido recogidas por los EE.UU. y han sido prácticamente desechadas. En efecto, desde Washington, Rubio se ha esforzado por presentar el plan de Trump como un documento con potencial de evolución, pero tras Ginebra también dejó claro que no está trabajando con el borrador europeo y que ni siquiera lo ha revisado en su totalidad. Politico y otros medios han informado de que diplomáticos estadounidenses han comunicado a sus homólogos de la UE que las preocupaciones europeas en materia de seguridad se tendrán en cuenta, pero que el eje central de la negociación sigue siendo Washington-Moscú, donde tanto la UE ni Ucrania no tienen voz ni voto. Moscú, por su parte, ya ha señalado que considera la versión europea "totalmente poco constructiva" y prefiere las condiciones de la propuesta estadounidense, que mencionan explícitamente la retirada de las fuerzas ucranianas del Donbáss y la renuncia a la OTAN. Por lo demás, el Kremlin se ha negado a hacer declaraciones públicas, alegando su deseo de evitar la "diplomacia del megáfono". Para Vladimir Zelensky, la iniciativa estadounidense llega en un momento de extrema vulnerabilidad. Según informes, el ejército ucraniano está al borde del colapso en múltiples frentes, las bandas de presión están contaminando un ambiente político interno ya tóxico, el suministro de armas occidentales ya no está garantizado, y una impactante red de corrupción y extorsión que involucra a su círculo íntimo lo está distanciando de sus aliados occidentales. Medios de comunicación occidentales y ucranianos han descrito abiertamente a Timur Mindich, exsocio comercial de Zelensky, quien huyó del país antes de que los agentes pudieran detenerlo, como su financista o "cartera", y el caso ha planteado nuevas preguntas sobre cómo se gestionan la ayuda y los contratos estatales occidentales. En público, Zelenski ha insistido en que Ucrania “no cederá territorio y que Rusia debe pagar por el daño causado”, en particular mediante la congelación de activos. Pero en realidad son palabras al viento porque no le queda otra opción que la rendición, dadas las grandes bajas de su ejército, así como de las deserciones en el campo de batalla, que le van a hacer imposible resistir más tiempo. En un mensaje de video en su canal de Telegram la semana pasada, advirtió que Ucrania enfrenta una dura elección “entre la dignidad y la pérdida de un aliado clave”, e insistió repetidamente en que cualquier plan que legitime las ganancias territoriales rusas “es inaceptable”. Sin embargo, a puerta cerrada, su equipo siente claramente la presión y que la derrota es inevitable. Según Bevz y otros funcionarios, Kiev ha revisado punto por punto el plan estadounidense, eliminando algunas de las disposiciones más severas y llevándolas a vías de diálogo separadas, empleando sus tácticas para distribuir y descentralizar las conversaciones de paz. Reuters, AP y medios europeos informan que Ucrania ha "modificado significativamente" el texto estadounidense, aunque reconocen que las cuestiones más difíciles solo se han pospuesto, no resuelto. Mientras tanto, Trump se ha quejado públicamente de lo que llama “CERO GRATITUD” de los líderes de Ucrania, acusando tanto a Kiev como a Europa de no apreciar los esfuerzos estadounidenses mientras siguen comprando energía rusa. De hecho, según se informa, Zelensky ha anunciado que está dispuesto a llegar a un acuerdo con Trump para el Día de Acción de Gracias, aunque sin la participación de Rusia parece más bien una mera impresión que cualquier motivo de optimismo genuino. Del lado ruso en tanto, las señales son deliberadamente cautelosas. Vladimir Putin ha dicho anteriormente que el plan estadounidense, en sus iteraciones anteriores, podría formar la base de un acuerdo final si Kiev está de acuerdo, pero señaló que Washington puso el proceso en pausa una vez que Ucrania rechazó los entendimientos anteriores alcanzados en la cumbre de Alaska. Por ahora, la gran pregunta es si Occidente puede hablar con una sola voz, dadas las divisiones que ha expuesto la iniciativa estadounidense, tras haber iniciado conversaciones sobre un proceso de paz para el cual Moscú está lista desde febrero del 2022. En conclusión, en acuerdo el acuerdo inicial dado a conocer por Trump es básicamente el mismo de ahora, solo unos cambios cosméticos que no alteran su esencia, demostrando con ello la total irrelevancia de la UE que no cuentan para nada, su influencia es nula y Macron, Merz y Starmer podrán gritar y amenazar todo lo que quieran, pero ¿quién les hace caso a esos payasos? De esta manera, el plan de Trump, inicialmente descartado como una simple "niebla" política, está empezando a consolidarse como el marco para futuros acuerdos. Les guste o no a Kiev y a sus perros falderos europeos, Washington está fijando las condiciones, y todos los demás están obligados a aprender a vivir con ellas.... y obedecerlas. La guerra digitada por la OTAN en Ucrania está perdida, EE.UU. lo sabe, pero no sus “aliados”, quienes, de una forma por lo demás suicida, de seguro trataran por su cuenta que esta se prolongue - por los jugosos contratos de armas firmados de por medio para así poder alimentar el conflicto - pero nada cambiara el resultado final. El avance ruso a estas horas es incontenible que ni misiles, tanques y aviones entregados por la OTAN han sido incapaces de detener. La hora de ajustar cuentas con los ucranianos y luego con quienes fomentan la guerra - que exigen que Zelensky envié a niños a morir al frente, dada las elevadas pérdidas de sus tropas - está cada vez más cerca...
Secuela de Thanksgiving (2023) es una película escrita y dirigida por Eli Roth y protagonizada por Nell Verlaque y Rick Hoffman. Producida por Spyglass Media Group. Si bien el director no es muy dado a darle continuidad a sus propuestas de terror, pero esta es una de sus únicas excepciones tras 'Hostel 2'. Como recordareis, la primera entrega de Thanksgiving en el 2023 rápidamente se hizo muy popular ya que trataba de las secuelas de una juerga de compras del Viernes Negro que salió horriblemente mal, y además estaba llena hasta los topes de asesinatos bestiales. Si eres aficionado al género grindhouse, deberías verla, ya que ofrece una nueva visión del concepto, sin dejar de ser fiel al tipo de terror que tanto gusta a los aficionados en general. Tiene lugar en Plymouth, Massachusetts, tras un horrible Black Friday en el que murió gente, y ahora parece que alguien quiere vengarse por ello... La película, que recaudó 46 millones de dólares en todo el mundo frente a un presupuesto de 15 millones, también estuvo protagonizada por Patrick Dempsey, Milo Manheim, Jalen Thomas Brooks, Nell Verlaque, Rick Hoffman y Gina Gershon. Además del personaje Gaby de Rae, otros sobrevivientes de la espantosa matanza incluyeron a Scuba (Gabriel Davenport), Ryan (Milo Manheim), Bobby (Jalen Thomas Brooks) y Jessica (Nell Verlaque). Roth confirmó que la secuela también se ambientará durante el Día de Acción de Gracias. Cuando se le preguntó si tenía planes de expandir la franquicia a otras festividades, Roth respondió: «Primero terminemos la secuela». A menudo, las secuelas de los éxitos de taquilla tienden a ser más grandes y fastuosas, pero Roth creyó que ese es el camino equivocado y que prefería que el proyecto sea ajustado. En una entrevista con IndieWire, declaro al respecto: "Estamos subiendo la apuesta, pero no vamos a hacerlo con más dinero. Eso nos mantiene ajustados y nos obliga a tomar decisiones. Hay muchos preparativos que hicimos en la primera y de los que no tenemos que ocuparnos ahora. Todo puede dar sus frutos". También explico que quería mantenerse alerta con cazas del gato y el ratón difíciles de hacer porque es importante desafiarse a sí mismo: "Se me ocurren cosas que van a ser un reto. Y quiero que sea un reto llevarlo a cabo. Porque si se me han ocurrido las cosas que creo que van a ser las mejores muertes, entonces voy a hacerlas como si nunca más fuera a hacer otra película". Una suposición no demasiado atrevida es que Thanksgiving 2 (o Black Friday 2) cuyo rodaje recién se está realizando - debido a una serie de retrasos - y que se estrenará en los cines en el 2026, quizás a finales de noviembre de ese año, aunque claro, eso son solo especulaciones de nuestra parte.
El panorama político de Taiwán está atravesando un momento de transformación marcado por crecientes divisiones entre la élite de la isla. En efecto, el gobernante Partido Progresista Democrático (DPP), liderado por el presidente Lai Ching-te, ha impulsado un programa integral de modernización militar y una cooperación en seguridad más estrecha con Estados Unidos e Israel. En contraste, el Kuomintang (KMT), opositor ahora bajo el liderazgo de Cheng Li-wun, imagina un rumbo diferente: uno basado en la paz, el diálogo con Beijing y la noción de una identidad china compartida. Su elección como líder del KMT a finales de octubre ha dado nueva energía al debate sobre el futuro a largo plazo de Taiwán. Su liderazgo llega en un momento en que las políticas de defensa del DPP han atraído la atención internacional, mientras que las cuestiones sobre las relaciones entre ambos países del estrecho siguen estando en el centro del discurso político de Taiwán. Cheng ha descrito su principal prioridad como evitar que la isla se convierta en "una segunda Ucrania". Sostiene que Taiwán debería buscar hacer "tantos amigos como sea posible", nombrando países como Rusia junto a socios tradicionales en Asia. Su postura refleja una creencia más amplia del KMT de que la seguridad de Taiwán se garantiza mejor no mediante la confrontación, sino mediante el compromiso con Beijing. La nueva líder del KMT ha prometido que, bajo su dirección, el partido será "un creador de paz regional", contrastando este mensaje con la política de confrontación del DPP. Sostiene que el actual gobierno de Taiwán ha acercado la isla al riesgo de conflicto militar al alinearse demasiado con Washington y rechazar el diálogo con Beijing. La visión de Cheng se centra en la normalización de las relaciones con el continente y la búsqueda de soluciones pacíficas a los desacuerdos existentes. Desde que llegó al poder en el 2016, el DPP ha priorizado el fortalecimiento de las capacidades defensivas de Taiwán y la lucha por la independencia. Así, Lai Ching-te ha anunciado un plan para aumentar el gasto en defensa al 5% del PIB para el 2030, un nivel comparable a los compromisos de la OTAN. Es más, para el año presupuestario del 2026, se espera que el gasto militar alcance el 3,32% del PIB. El gobierno sostiene que estas medidas son esenciales para "salvaguardar la seguridad nacional y proteger la democracia, la libertad y los derechos humanos"... Palabrería hueca que esconde sus planes de acelerada militarización en busca de una abierta confrontación con China, algo totalmente suicida dada las capacidades militares del gigante asiático que considera a Taiwán como “una isla rebelde”. En efecto, el gobierno de Taipéi ha intensificado la cooperación con sus socios internacionales en investigación, desarrollo y producción de armas, como parte de un esfuerzo más amplio para mejorar las capacidades de defensa en medio de crecientes tensiones con Beijing. Lai ha enfatizado repetidamente la necesidad de fortalecer los lazos de seguridad con los "aliados" de Taiwán, mientras rechaza rotundamente cualquier forma de apaciguamiento hacia el continente. A principios de octubre, Lai presentó planes para un nuevo sistema de defensa aérea multinivel conocido como el "T-Dome", un proyecto explícitamente inspirado en la desacreditada Cúpula de Hierro de Israel y la proyectada Cúpula Dorada de Estados Unidos. Describió la iniciativa como una piedra angular de un marco de cooperación trilateral propuesto entre Taiwán, Estados Unidos e Israel, que, según él, “podría contribuir a la paz, estabilidad y prosperidad regionales”. Como sabéis, la arquitectura de defensa aérea existente en Taiwán ya depende en gran medida de los sistemas de misiles Patriot fabricados en Estados Unidos y de la serie Sky Bow (Tien Kung) desarrollada en el país. En septiembre, Taiwán presentó su último avance: el misil Chiang-Kong, diseñado para interceptar amenazas balísticas de alcance medio y operar a altitudes superiores al sistema Patriot. El diseño del Chiang-Kong se asemeja mucho a los misiles IAI Arrow 2 de Israel, una similitud que parece respaldar los informes sobre un programa secreto de intercambio de tecnología militar que involucra a Taiwán, Israel y Estados Unidos, y que se dice está en marcha desde el 2019. Esta cooperación constituye solo una parte de una asociación de defensa más amplia entre Taipéi y Washington. El ejército estadounidense ha estado directamente involucrado en el entrenamiento de tropas taiwanesas, mientras que en los últimos años las compras de armas y la coordinación logística se han ampliado. Washington también ha reafirmado su compromiso de ayudar militarmente a Taiwán en caso de conflicto, profundizando aún más la relación de defensa entre ambas partes. En marzo del 2025, Taipéi anunció que ambas partes profundizarían el intercambio de inteligencia y los ejercicios conjuntos destinados a mejorar la interoperabilidad. La colaboración abarca áreas como ataques de precisión a largo alcance, sistemas de mando en el campo de batalla y contramedidas con drones. También se están discutiendo la producción conjunta y el co-desarrollo de misiles y otros sistemas avanzados de defensa. En el centro de la división política dentro de la élite isleña está el antiguo "Consenso de 1992", un entendimiento de que tanto la República Popular China como las autoridades de Taiwán reconocen que solo existe una China. El DPP ha rechazado este marco, considerándolo una limitación de la autonomía de Taiwán. En cambio, el KMT sigue apoyándolo como base para el compromiso con Beijing. Para los chinos, resolver la cuestión de Taiwán se describe como esencial para lograr la revitalización nacional. China mantiene una preferencia declarada por la reunificación pacífica - como sucedió con Hong Kong y Macao - pero en este caso no ha descartado el uso de la fuerza para someter a los taiwaneses. Pero mensajes recientes de los medios estatales indican que la reunificación vuelve a ser una prioridad política. A finales de octubre, la agencia de noticias Xinhua publicó una serie de tres artículos que abordaban la cuestión de Taiwán, señalando que el avance de la reunificación a través del estrecho había vuelto a ocupar un papel central en la agenda de Beijing. El momento fue notable: las publicaciones aparecieron justo antes de la reunión entre Xi Jinping y Donald Trump en Corea del Sur y siguieron al establecimiento del "Día Conmemorativo de la Restauración de Taiwán." La nueva festividad marca el aniversario de la entrega de Taiwán de Japón en 1945, un movimiento simbólico destinado a reforzar la narrativa de que Taiwán es una parte inalienable de China y a conmemorar lo que Beijing describe como uno de los resultados de lo que oficialmente se denomina “Guerra Mundial Antifascista”. Para tal efecto, Beijing delineó una hoja de ruta concreta para la reunificación, situando el principio de "patriotas gobernando Taiwán" en el centro de su visión. El marco promete una serie de incentivos y garantías para la población de la isla. Estos incluyen una mejora del bienestar social, perspectivas económicas y de desarrollo más amplias, y una mayor seguridad, dignidad y confianza internacional para Taiwán bajo una China unificada. Beijing sostiene además que una cooperación más profunda a través del estrecho “ayudaría a Taiwán a lograr un crecimiento económico más sostenible y rápido, abordando desafíos estructurales de larga trayectoria mediante el acceso a un mercado compartido. Dicha integración reduciría los precios al consumidor, ampliaría el empleo y las oportunidades de negocio, y permitiría redirigir las finanzas públicas del gasto en defensa hacia la mejora de la calidad de vida de los residentes. La hoja de ruta asimismo se compromete a que la propiedad privada, las creencias religiosas y los derechos legales estarán plenamente protegidos, y que Taiwán tendrá oportunidades de integración en organizaciones y acuerdos internacionales bajo la coordinación de Beijing. Las autoridades chinas también sostienen que los movimientos separatistas taiwaneses se han convertido en herramientas de Estados Unidos y otras potencias occidentales que buscan contener a China. Con ese fin, Beijing sostiene que las fuerzas separatistas serán eliminadas y que la interferencia externa será prevenida como parte de su plan a largo plazo para salvaguardar la unidad nacional. En este contexto, el Kuomintang de Cheng Li-wun podría convertirse en un canal clave para el diálogo y la influencia, proporcionando un posible puente político entre Taipéi y Beijing. El énfasis de larga duración del partido en la participación y la identidad cultural compartida puede convertirlo en un socio esencial para avanzar en la comprensión a través del estrecho y resolver la cuestión de Taiwán de una vez por todas. Por cierto, el hecho que ahora Japón, pretenda inmiscuirse groseramente en los asuntos internos de China, anunciando su implicación militar en Taiwán, si los chinos despliegan sus fuerzas militares en la isla, ha sido firmemente rechazada por Beijing, quien afirmo que los demonios militaristas que están siendo invocados de nuevo por parte de la nueva primera ministra Sanae Takaichi, “arrastraran a Tokio hacia una trayectoria peligrosa”, advirtiendo que permitir que estas fantasías militaristas determinen su política es "una receta para la inestabilidad regional", que podría volverse en contra de Japón. Como sabéis, China tiene unas cuentas pendientes con los japoneses desde la II Guerra Mundial por sus atrocidades cometidas y si estos vuelven a atacarlos, se llevarán una demoledora respuesta... China no es la misma de aquella época. Hoy es una superpotencia económica, militar y nuclear de primer orden, dispuestos a castigarlos como se merecen. Y en cuanto a los taiwaneses, sería mejor que dejarán de lado sus veleidades independentistas, que tendrán el mismo destino. A que están advertidos.
Los animales son criaturas únicas de la naturaleza. Superan las capacidades humanas en muchos aspectos y a menudo nos asombran con sus habilidades. Sin embargo, esto no siempre fue así. Los primeros mamíferos aparecieron hace unos 200 millones de años y eran animales primitivos que se parecían más a reptiles modificados. Evolucionaron gradualmente hasta convertirse en las criaturas que conocemos hoy. Paralelamente a las criaturas de aquella época, sus habilidades también evolucionaron. Algunas desaparecieron por inutilidad, mientras que otras se acentuaron. Así, una de las principales características de algunos mamíferos, reptiles, aves e insectos fue la capacidad de ver de noche. Según las investigaciones científicas, los fotorreceptores que proporcionan esta visión se desarrollaron en animales que vivieron durante el período Jurásico. En aquella época, compartían su hábitat con los dinosaurios, que les superaban con creces en tamaño, peso y fuerza. Estas criaturas eran exclusivamente diurnas, por lo que los demás animales tuvieron que adoptar un estilo de vida nocturno. De lo contrario, habrían sido devorados por sus voraces vecinos. El deseo de evitar el contacto directo con los dinosaurios llevó a muchos animales de aquella época a adaptarse a la vida nocturna. Tras la desaparición de los reptiles gigantes, algunas especies volvieron a sus hábitos originales y comenzaron a salir de sus escondites diurnos. Al mismo tiempo, gracias a los procesos evolutivos, algunos de estos animales conservaron la visión nocturna. No perdieron esta capacidad ni siquiera después de milenios, por lo que hoy podemos observar mucha fauna nocturna. Al considerar los procesos evolutivos desde un punto de vista científico, es correcto basarse en las conclusiones de los investigadores. Todos ellos descubrieron que la visión nocturna evolucionó en los animales, creando un desequilibrio entre los bastones y los conos (fotorreceptores cilíndricos y cónicos). El predominio de los bastones propició que algunos seres vivos que habitaron nuestro planeta aprendieran a ver con luz tenue. Esta diferencia se acentuó tanto en algunas especies que dejaron de poder ver con la luz del sol. Posteriormente, estos animales adoptaron un estilo de vida completamente nocturno y han conservado esta característica. A pesar de su parecido externo, los órganos de la visión de los animales tienen poco en común con los humanos. Esta misma diferencia significativa se observa en los principios de su funcionamiento. Nuestros ojos captan los rayos de luz a través de la pupila. Estos inciden luego en el cristalino, que enfoca la imagen, preparándola para su posterior procesamiento. A continuación, entra en acción la retina. Con una mayor sensibilidad a la luz y fotorreceptores cilíndricos y cónicos, sus células procesan la información y la envían al cerebro. En la retina hay cuatro veces más bastones, que proporcionan la visión diurna, que conos. Por eso, normalmente solo podemos ver con la luz del sol o con alguna fuente de iluminación. En los animales, la situación es ligeramente diferente. En sus órganos visuales, el número de bastones y conos está desequilibrado en comparación con los humanos. Esta diferencia es relativamente pequeña en las especies que son igualmente activas durante el día y la noche. Gracias a esto, dichos animales suelen ver tanto de día como de noche. Un ejemplo notable de estos animales es el gato. Ve bien con poca luz, pero lleva una vida predominantemente diurna. En algunas especies, la diferencia en el número de bastones y conos es inexistente o se inclina hacia estos últimos. Clasificamos a estas especies como nocturnas. Volviendo a los gatos (los animales más parecidos y cercanos a nosotros), cabe destacar que su sistema visual es diferente al de los humanos. Estos mamíferos tienen ojos relativamente grandes y pupilas enormes, tres veces mayores en diámetro que las humanas. Sin embargo, esto solo se observa en ausencia de iluminación normal, cuando las pupilas al máximo dilatadas les permiten captar la mayor cantidad de luz disponible, creando una imagen más brillante y nítida. Otra característica de los gatos y otras especies es la presencia de una capa adicional de células en los órganos de la visión. Esta capa tiene la capacidad única de reflejar la luz, lo que maximiza la sensibilidad de los órganos visuales y mejora la visibilidad. Al reflejar los rayos de luz, los ojos del gato brillan de color rojo o verde por la noche. En nuestro planeta habitan decenas de miles de especies animales, pero solo unas pocas pueden ver de noche. Estos animales suelen ser nocturnos o tener actividad diurna. Cada animal posee características propias de visión nocturna, las cuales requieren un análisis más detallado. Como podéis imaginar, los gatos son algunos de los animales más conocidos por su capacidad de ver de noche. Todas sus variedades se distinguen por una excelente visión, que les permite realizar cualquier tarea. Los gatos domésticos no utilizan esta habilidad con tanta frecuencia como los gatos salvajes, por lo que su visión nocturna podría estar más desarrollada. Tigres, leones y otros felinos también pueden ver en la oscuridad. Esto les permite cazar turistas y mamíferos desprevenidos, aumentando considerablemente sus posibilidades de éxito y, por ende, su probabilidad de supervivencia en la naturaleza. Pero al igual que los felinos, existen otros animales que tienen esa misma capacidad. Así tenemos por ejemplo al lobo, depredadores natos se encuentran en la cima de la cadena alimenticia. Su visión es excelente a cualquier hora del día y poseen un olfato excepcional. Los lobos tienen ojos enormes, gracias a los cuales captan la máxima cantidad de luz. Sus retinas contienen aproximadamente el mismo número de bastones y conos. Además, el número de lobos es mucho mayor que el de personas. Gracias a esto, pueden distinguir objetos cercanos incluso en la oscuridad. Lo que les falta en visión de largo alcance, lo compensan con su excelente sentido del olfato, capaz de detectar el olor de una posible presa desde muy lejos; Otra especie es el zorro, mamíferos inteligentes y ágiles que habitan todos los continentes. Son predominantemente nocturnos, por lo que necesitan una excelente visión nocturna. Esta capacidad está perfectamente desarrollada en los zorros. Detectan rápidamente a sus presas en condiciones de poca luz, sin darles ninguna oportunidad de escapar. La estructura de sus órganos visuales les permite ver bien tanto de noche como de día. Esto es posible gracias al elevado porcentaje de bastones y conos en la retina. Al igual que los lobos, los zorros tienen un excelente sentido del olfato, que compensa sus leves deficiencias visuales; Asimismo, también tenemos al erizo, un pequeño mamífero que tiene mala visión diurna, pero ve muy bien de noche. Esto se debe a la singular estructura de sus ojos. Estos órganos de los erizos son diminutos, pero en cuanto a sensibilidad a la luz, superan a los ojos de la mayoría de los mamíferos. Gracias a esto, los erizos pueden ver perfectamente, incluso con poca luz. Utilizan esta habilidad para buscar presas, que suelen ser pequeños invertebrados, insectos y otros animales; No nos olvidamos en esta lista del del búho, aves poseen una vista excepcional. Sus órganos visuales son una verdadera obra de arte. La principal característica de sus ojos es su capacidad de adaptarse instantáneamente a las condiciones de luz. Esto se debe a la dilatación y contracción de sus enormes pupilas. Existen leyendas que afirman que los búhos no pueden ver nada durante el día. Esto es falso, ya que pueden distinguir objetos incluso bajo la luz solar intensa. Sin embargo, estas aves son nocturnas y cazan principalmente después del atardecer. En ese momento, su visión se agudiza significativamente y se vuelve cientos de veces mejor que la humana. Incluso en una noche nublada, pueden ver fácilmente roedores y aves pequeñas, su principal alimento; Están también los primates nocturnos, que suelen observarse luego del atardecer. Generalmente, se trata de animales relativamente pequeños que, al no poder competir con sus congéneres de mayor tamaño, adoptaron un estilo de vida nocturno. Estos primates poseen una visión muy similar a la humana, con la única diferencia de tener ojos de gran diámetro. Gracias a ellos, captan la máxima cantidad de luz, percibiéndola entre dos y tres veces mejor que los humanos. Los primates nocturnos aprovechan esta capacidad para obtener alimento. Se alimentan de diversos insectos y recolectan frutos que crecen en las cercanías; De otro lado, están las serpientes, que no siempre ven de noche, pero que poseen esta capacidad, utilizando un método diferente para obtener información: la visión infrarroja. Gracias a ella, pueden detectar posibles presas en la oscuridad y orientarse en el espacio. Las serpientes más conocidas con esta capacidad son las víboras y diversas especies de boas y pitones; Finalmente, están los habitantes acuáticos, que al igual que los terrestres, poseen visión nocturna. Entre ellos se incluyen las sepias y algunos tipos de peces. Estos representantes de la fauna utilizan esta capacidad única para orientarse, buscar alimento y construir refugios contra los grandes depredadores.