En un mundo de gigantes, Sony vuelve a apostar por una versión reducida –solo en tamaño– de su flagship, el Sony Xperia Z5. El resultado es el Sony Xperia Z5 Compact. Como sabéis, el consumidor medio, indudablemente, demanda smartphones con pantallas grandes. Es la tendencia. De hecho, lo lleva siendo desde que entró en escena el Samsung Galaxy Note allá por el 2011. Las pantallas grandes permiten ver más y mejor contenido, traen consigo baterías de mayor amperaje (más autonomía) y nos permiten ser infinitamente más productivos. El problema es que, para obtener todo eso, el precio a pagar es la ergonomía y la manejabilidad del terminal, un precio que, para muchos, es demasiado elevado. Para cubrir ese segmento de mercado, Sony introdujo inicialmente el Sony Xperia Z1 Compact, un dispositivo pequeño pero efectivo, reducido en tamaño, pero no en especificaciones técnicas. La fórmula, en mayor o menor medida, resultó efectiva, por lo que, meses más tarde, le reemplazó el Sony Xperia Z3 Compact, una fórmula ligeramente refinada de su predecesor que destacó, entre otros puntos, por una autonomía realmente sólida. Ahora la compañía nipona vuelve con un nuevo descendiente de esta peculiar estirpe: el Sony Xperia Z5 Compact. A simple vista, el Sony Xperia Z5 no dista en exceso de su predecesor. Sony busca crear una imagen de marca icónica y original, por lo que en esta nueva iteración se ha limitado a refinar el diseño OmniBalance que adoptó por primera vez en 2012. El resultado es un terminal equilibrado, elegante, ergonómico y atractivo. Si observamos detenidamente el terminal y lo comparamos con su predecesor, apreciaremos una serie de puntos diferenciales. Estos puntos son: Cristal esmerilado. La zona posterior ahora está cubierta de un vidrio esmerilado semitransparente y ligeramente rugoso. Esto tiene un doble efecto: el terminal es menos resbaladizo y las huellas dactilares no quedan tan marcadas en la zona posterior. Un claro paso hacia delante. Adiós tapas. El Xperia Z5 Compact, al igual que sus predecesores, cuenta con certificación IP68 (resistencia a agua y polvo). En modelos anteriores, esto implicaba la presencia de pequeñas tapas protectoras alrededor del marco, las cuales sellaban el jack de 3.5 mm para auriculares, los puertos de carga, etc. En el caso del Z5 Compact, tanto el puerto de carga (microUSB) como el jack de 3.5mm para auriculares – los dos conectores más utilizados a lo largo del día – quedan al descubierto. Marco de policarbonato. Se siente algo menos premium, pero, al ser más grueso y curvo, aumenta la superficie de contacto con la mano y mejora la ergonomía del dispositivo. Una de cal y otra de arena. ¿Y estos botones de volumen?. La gama Xperia Z siempre se ha caracterizado por una disposición de botones muy peculiar: botón de encendido en el centro del marco y los de volumen justo debajo de este. Esta disposición en un terminal tan pequeño resulta ligeramente molesto, ya que implica desplazar el pulgar más abajo de lo habitual. Si observamos el mercado de gama media y gama alta, observaremos cómo la tendencia son diagonales superiores a las cinco pulgadas. No debe sorprendernos; es lo que el mercado más demanda y, por lo tanto, lo que los fabricantes más desarrollan. Pero, como comentábamos antes, existe un determinado segmento que no busca sacrificar la manejabilidad y ergonomía; un segmento que busca smartphones con diagonales inferiores a las cinco pulgadas. En ese caso, encontrar un verdadero dispositivo de gama alta es realmente complejo. Las opciones se reducen, aproximadamente, al número de dedos que tenemos en una mano, y el Sony Xperia Z5 Compact es, indudablemente, una de ellas. A diferencia del grueso de smartphones compactos que podemos encontrar en los catálogos de los principales distribuidores, este Xperia Z5 Compact monta componentes similares a sus hermanos mayores: Qualcomm Snapdragon 810, 2 GB de RAM, cámara de 23 megapixeles, etc. En otras palabras: su experiencia de usuario no está comprometida por su tamaño. El rendimiento de este Sony Xperia Z5 es realmente bueno en todo momento. En este sentido, tan solo apreciaremos un ligero exceso de calor cuando lo sometemos a tareas intensas (algo característico del SoC Snapdragon 810). En ningún momento llega a ser preocupante o afecta al desempeño del terminal, pero está ahí. Por otra parte, la pantalla del Sony Xperia Z5 Compact es un salto hacia delante respecto épocas anteriores de Sony. Las imágenes lucen brillantes, nítidas y contrastadas. Los ángulos de visión también han mejorado, aunque sigue sin alcanzar en ese aspecto a la cuasiperfección de otros modelos del mercado. A plena luz del día, su elevado brillo permite ver las imágenes mostradas sin ningún problema. Eso sí, al igual que ocurre con modelos anteriores, el cristal tiende a reflejar la luz más de lo habitual, contrarrestando así el elevado brillo capaz de proporcional el panel. Este pequeño inconveniente solo es notable cuando la luz es muy intensa e incide de forma directa sobre la pantalla. El sonido es un punto que merece especial atención. El hardware como tal no dista de lo visto en modelos anteriores: dos altavoces frontales con calidad y volúmenes más que aceptables. Lo que sí dista es el software. Sony ha incorporado una serie de modos de audio muy efectivos, como DSEE HX, que mejora la calidad de archivos de música comprimidos. El resultado es muy satisfactorio. Respecto a la autonomía, encontramos cifras muy contrastadas. Por una parte, permite llegar al final del día sin ningún inconveniente —jornada mixta con unas 5:30 horas de pantalla, para los más expertos—, por lo que está a la altura de su categoría. Por otra parte, supone un ligero paso hacia atrás respecto a su predecesor el Sony Xperia Z3 Compact, algo para nada deseable. De otro lado, Sony siempre ha presumido de tener las mejores cámaras del mercado, una afirmación que, en cierto modo, siempre ha sido cierta. El módulo de la cámara (lentes, sensor, etc.) es, en efecto, de los mejores del sector. La cámara de este Sony Xperia Z5 Compact supone un indudable avance respecto a modelos anteriores. Con una buena luminosidad, las fotos son realmente buenas: buen rango dinámico, buenos colores, buen procesado, etc. Los resultados están muy próximos a los mejores del mercado (gama iPhone 6s/6s Plus y Galaxy S6/S6 Edge/S6 Edge+). Mención especial merece el modo automático del Sony Xperia Z5 Compact. Por primera vez, no está roto y ajusta los diversos parámetros de la cámara de una forma efectiva, resultando en fotografías realmente buenas. El único inconveniente es la limitación a ocho megapixeles de resolución, ya que si queremos disparar a 23 megapixeles, tendremos que usar el modo manual. En resumen: Sony ya compite en la liga de los grandes (LG G4, iPhone 6s Plus y Samsung Galaxy S6 Edge+), a diferencia de modelos anteriores. Eso sí, debe seguir trabajando para pulir aun más su procesado. Cuando ese momento llegue, la compañía nipona estará totalmente en lo cierto cuando afirme tener "la mejor cámara del mercado en un smartphone" :)