No hay más que mirarla para pensar que tenemos delante una cámara réflex. Pero las apariencias engañan, y la Sony A3000 no tiene espejo ni nada que se le parezca. A pesar de que en trae el nombre de la gama de cámaras de alta gama de Sony, Alpha, la A3000 pertenece más bien a la gama NEX, la de las cámaras compactas sin espejo. Con ellas no sólo comparte muchas de sus características, sino que también usa sus objetivos. La marca japonesa se inventa esta cámara para competir contras las réflex de iniciación, con unas prestaciones discretas pero con un precio muy contenido y una estética que recuerda a las cámaras profesionales. Cuenta con un sensor APS-C de 20 Megapíxeles, capaz de generar imágenes de hasta 5456 x 3632 puntos. Esto es una imagen enorme, con la que podríamos obtener impresiones en papel de gran tamaño. Para hacernos una idea, si imprimiéramos una foto en alta calidad (300 puntos por pulgada), podríamos obtener una imagen de hasta 46 x 31 centímetros, bastante más de lo que solemos ver en los álbumes familiares. Como hemos dicho, utiliza los objetivos E, los propios de la gama NEX de compactas sin espejo, en lugar de los A, propios de las cámaras DSLR y SLT. Teniendo en cuenta su tamaño no es un dato tan sorprendente, y es que a pesar de tener una estética marcada de réflex, su tamaño es más bien reducido comparado con el de las cámaras con espejo. La gama de objetivos E cuenta con una veintena de modelos entre los que se incluyen lentes fijas, grandes angulares y teleobjetivos. Además, siempre existe la posibilidad de hacerse con un adaptador para utilizar lentes de la gama A en estas cámaras. Pero hemos dicho que no contamos con un espejo, así que para ver lo que estamos fotografiando tenemos que confiar en un visor electrónico. La Sony A3000 cuenta con uno que proporciona una cobertura del 100%, y cuenta con un resolución de 201600 puntos. No es una réflex, pero las sensaciones a la hora de tomar fotos son parecidas. En hecho de utilizar el visor, con la cara pegada a la cámara, y la empuñadura con los controles manuales ayudan mucho en este campo. Pero de parecerse a una réflex lo haría a una de iniciación, y es que si bien las características técnicas no son malas, responden más a los valores que esperamos de una cámara para aficionados que las que encontraríamos en una gama alta. La sensibilidad del sensor alcanza los 16.000 ISO, y cuenta con un sistema de enfoque de 25 puntos. Más discreta es la velocidad de ráfaga, de 2,5 imágenes por segundo. La pantalla trasera tiene tres pulgadas de diagonal y una resolución relativamente baja, de unos 230.000 puntos. Cuenta también con la posibilidad de grabar vídeo en resolución Full HD (1.920 x 1.080) a 50i o 25p. Ya disponible en tiendas a un coste de 400 euros, incluyendo un objetivo zoom básico de 18 – 55 milímetros :)