Como no podía ser de otra manera, nuestra atención sigue concentrada en Siria donde el inicio de la criminal agresión estadounidense contra ese país ya tiene fecha: 9 de septiembre.
Venga ya, siempre me he preguntado ¿Cómo un renegado musulmán como Barack Hussein Obama, puede haber sido galardonado nada menos que con el Premio Nobel de la Paz? .Si bien estas distinciones ya no son lo que eran y ahora cualquier hijo de vecino puede obtenerlo sin merecerlo, de todas maneras causo sorpresa general tal designación, que fue condenada ampliamente por varios sectores. Fue una cuestionadísima decisión sin duda alguna, simplemente porque no lo merecía y ahora vemos el porque, ya que pretende seguir el mismo sendero de sangre y destrucción de su infame predecesor, el despreciable Criminal de Guerra George W Bush, cuyas intenciones homicidas eran conocidas por todos. Como sabéis, Obama heredó de su antecesor, los conflictos de Afganistán (2001) e Irak (2003), y en el marco de esas guerras tomó decisiones absurdas, como la de aumentar el despliegue de tropas estadounidenses en el teatro afgano cuando todavía no había cumplido un año de su primer mandato, en diciembre de 2009.En marzo del 2011 impulsó y contribuyó a la coalición internacional que llevó a cabo la intervención militar que acabaría con el régimen del líder libio Muamar al Gadafi. Y apenas unos meses después, en mayo de 2011, dio la orden para una de las operaciones encubiertas más escandalosas de la historia del Ejército y los servicios de espionaje estadounidenses, la que condujo a la “muerte” del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, considerado el enemigo público número uno de los EE.UU. desde hacía décadas, del cual sin embargo jamás se mostró su cadáver, por lo que crecieron las sospechas de que “Bin Laden” en realidad nunca haya existido y todo parece indicar que el 11-S fue una obra de la CIA para “justificar” sus incursiones militares en el Medio Oriente. Por lo visto, para quien tiene las manos manchadas de sangre, ya le encontró el gusto a ello.
Lo grave del asunto es que a Hussein Obama no solo no le importa ser el responsable del inicio de una nueva carnicería en la región, sino que además sabe que no tiene motivo alguno para justificar tal acto de barbarie. Sucede que el tal “ataque químico contra la población civil “,de la cual insiste en culpar al gobierno de Damasco, fue realizado en realidad por los propios grupos terroristas entrenados y financiados por la Casa Blanca. En efecto, tal como lo denuncio el periodista Dale Gavlak de la Associated Press (que sospechosamente no ha acaparado titulares de la prensa occidental servil a Washington como sucedió con el supuesto “ataque químico por parte del gobierno sirio”) resulta que en base a entrevistas en días pasados con residentes en el barrio de Ghouta y en otras zonas de Damasco, se desprende una conclusión sorprendente y escandalosa:
Las armas químicas que explosionaron hace diez días, matando a centenares de personas –entre ellos muchos niños – estaban en manos de los terroristas y procedían de Arabia Saudí. Las fuentes utilizadas por Gavlak afirman que se produjo “un accidente” cuando fueron erróneamente manipuladas por los mercenarios. Abu Abdel-Moneim, residente en Ghouta y padre de una de las victimas, dijo que su hijo murió junto a otros 12 terroristas en el interior de un túnel, utilizado como almacén de armas recibidas de manos del mercenario saudí, Abu Ayesha, comandante de un batallón terrorista. El padre describió las armas que custodiaba su hijo: tenían “una estructura de tubo”, y otras eran como “una enorme botella de gas. No nos dijeron qué tipo de armas eran, ni cómo usarlas. No sabíamos ni nos podíamos imaginar que eran armas químicas”. “Cuando el príncipe Bandar (jefe de la Inteligencia saudí) entrega esas armas debería hacerlo a quienes saben cómo usarlas” aseveró. Un conocido líder terrorista del barrio de Ghoutta, al que se denomina “J”, declaró que “desgraciadamente algunos de nuestros combatientes manipularon erróneamente esas armas, y dieron lugar a las explosiones”.indicó.
Como podéis notar, la denuncia es grave y comprueba la entera culpabilidad de sus mercenarios en tal masacre. En suma, no hay motivo para culpar de ello al Presidente Al Assad , ni justificación alguna para dar inicio a una agresión criminal contra Siria, ya que sus verdaderas intenciones es aislar a Irán, el verdadero objetivo de Washington. Hay muchísimos intereses en juego y bien pueden valer los cientos de miles de vidas que se perderán en esta sangrienta conflagración que pretende iniciar Hussein Obama contra viento y marea en su demencial ataque a un país soberano, que a no dudarlo será el inicio de un conflicto mayor con resultados insospechados, el cual será de su entera responsabilidad. Vientos de guerra se asoman en el horizonte ... :(
