En lo que constituye un triunfo de la diplomacia rusa - que obligó a Washington a cambiar su estrategia y ceder en sus posiciones iniciales - el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad el pasado fin de semana una resolución centrada en una solución política del conflicto que agobia a Siria desde el 2011, que ha arrasado el país y que ha ocasionado cientos de miles de victimas y millones de desplazados. Asimismo, ha dejado en claro que ninguna potencia extranjera (léase EE.UU. y sus secuaces de la OTAN) tienen el derecho a imponer su voluntad y decidir que clase de gobierno puedan tener los sirios, porque son ellos únicamente quienes lo decidan, lo que constituye un espaldarazo a la continuidad del Presidente Bashar Al Assad en el poder, ya que tiene el sólido apoyo de la población, tal como se demostró en las últimas elecciones generales realizadas en su país donde fue reelegido abrumadoramente. A su vez, el acuerdo excluye a los grupos terroristas como ISIS y Al Nusra (creados y financiados por los EE.UU.) en la toma de decisiones sobre el futuro del país, los cuales por el contrario deben ser combatidos sin descanso hasta su derrota final. Como era lógico suponer, este cambio de actitud de la Casa Blanca se debe al papel preponderante asumido por Rusia en Siria - donde el Presidente Vladimir Putin ha asumido directamente una implacable lucha contra ISIS mediante el incesante bombardeo de sus posiciones, lo que ha originado el desbande de esa banda criminal, así como el avance sostenido del ejercito sirio liberando su país de la barbarie sionista - lo que ha obligado a Washington a negociar con Moscú para poner fin a la guerra, tratando de evitar con ello que sus protegidos (a quienes armo y financio creyendo repetir el experimento usado en Libia e Irak) sean exterminados por completo. En efecto, la firme postura asumida por Rusia en la solución de la guerra en Siria presionó a los EE.UU. a negociar considerando también los intereses de Moscú, afirman los analistas de Stratfor (considerada 'la CIA en la sombra'): "Últimamente Rusia ha adoptado una posición arriesgada y firme en Siria, llevando a cabo sus recientes acciones. Su objetivo general es evidente: establecer concesiones estratégicas exactas que protegerán al gobierno de presidente sirio, Bashar al Assad al precio que fuera necesario, incluyendo no solo la intensificación de los bombardeos aéreos contra ISIS , sino dar paso a la intervención directa de tropas rusas en territorio sirio, tal como lo señalo esta semana el propio señor Putin quien no está dispuesto a abandonar a su mas cercano aliado en la región. Esto ya ha comenzado a funcionar", aseguran los analistas. Por ello la aprobación por unanimidad de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en apoyo al proceso de paz en Siria es un hito, ya que es la primera vez que el órgano se pone de acuerdo para diseñar una hoja de ruta sobre la crisis en ese país. El texto, que había sido acordado previamente por EE.UU., Rusia y otras potencias internacionales, plantea que representantes del gobierno de Bashar al Assad y la oposición inicien negociaciones en enero. Estos son sus principales puntos: Hace un llamamiento a un cese el fuego y al inicio de un diálogo formal con miras a una transición política a partir de enero de 2016 ; Excluye de participar en las negociaciones a grupos terroristas como ISIS y el Frente al Nusra, considerado el brazo sirio de Al Qaeda; Prevé la continuación de acciones ofensivas y defensivas en contra de esos grupos criminales en referencia a los bombardeos de Rusia y de la coalición internacional que lidera EE.UU. (aunque estos últimos - demostrando su complicidad con el terrorismo - atacan a ISIS “previo aviso” de 45 minutos, para que se pongan a salvo y presenta como “suyos” los bombardeos realizados por Moscú, tal como ha sido denunciado reiteradamente); Establece que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presente el 18 de enero un informe acerca de cómo hacer seguimiento del cese el fuego; Fija como meta el establecimiento en el plazo de seis meses de un sistema de gobierno "creíble, inclusivo y no sectario"; Se propone la realización de elecciones "libres y justas", bajo supervisión de la ONU en el plazo de 18 meses; Señala que la transición política debe ser dirigida por los propios sirios, sin injerencias extranjeras. A todas luces, la aprobación por unanimidad de esta resolución sobre Siria en el Consejo de Seguridad es un avance fundamental para acabar con la violencia impuesta por grupos mercenarios financiados por EE.UU. y los países del golfo Pérsico, especialmente Qatar y Arabia Saudita quienes tienen mucho que perder y de seguro trataran de sabotear su cumplimiento. Como señalamos líneas arriba, este acuerdo no habla del futuro del mandatario sirio, Bashar al Assad, cuya salida era considerada por Washington y sus secuaces como “un paso necesario para solucionar la crisis”. Sin embargo, la firme oposición rusa con un creciente peso militar y diplomático en la zona (así como las crecientes presiones del Pentágono a la Casa Blanca de que su derrocamiento abrirá la puerta al caos en Siria como ha sucedido en Irak y Libia) les ha hecho - al menos aparentemente - cambiar de opinión respecto a su continuidad. Sin embargo, advierten los analistas, este será el pretexto utilizado por Washington para que mas adelante trate de sabotear el acuerdo por ellos firmado, aunque con los rusos ya firmemente establecidos en la región, será difícil como sacarlo del poder, a menos que quiera arriesgarse a una confrontación directa con Moscú, en la cual tiene mucho que perder. En esa línea, el Secretario de Estado norteamericano John Kerry - si bien alabo el acuerdo firmado - agregó que existen “dificultades” para su cumplimiento si Al Assad continua en el cargo: "Este consejo está mandando un claro mensaje a todos los implicados de que llegó el momento de frenar las muertes en Siria y sentar las bases para un gobierno que el sufrido pueblo de esa tierra maltratada pueda soportar", dijo hipócritamente cuando han sido precisamente los EE.UU. los responsables de su actual situación, al financiar y armar a grupos terroristas para combatir a Damasco. "Obviamente sigue habiendo profundas diferencias en la comunidad internacional, especialmente sobre el futuro del presidente Al Assad", agregó Kerry, demostrando que el líder sirio sigue siendo una obsesión de la Casa Blanca. A su vez, la autodenominada Coalición Nacional Siria (CNFROS) afirmó desde Arabia Saudita – quien financia sus acciones terroristas – que “el acuerdo no es realista y va a ser difícil aplicarlo", lamentando que el texto no sólo no garantiza explícitamente que los bombardeos aéreos contra las posiciones que controlan vayan a cesar, sino que tampoco prevé la salida del poder del presidente sirio Bashar Al Assad. Para ellos, esta premisa “es indispensable para negociar”, lo cual fue rechazado por el Canciller ruso Serguei Lavrov quien consideró que ellos no tienen voz ni voto al ser una organización terrorista y que por el contrario, será posible lograr un acuerdo para formar un gobierno de unidad en el plazo de seis meses, como prevé la resolución. A su turno, Bouthaina Shaaban, asesora del gobierno sirio, mostró su disposición a comenzar el proceso de diálogo en semanas. Sin embargo, Shaaban agregó que el primer paso era ver si la oposición estaba dispuesta a negociar con el gobierno - excluyendo de estas conversaciones a los terroristas digitados por Washington - agregando que las potencias internacionales no deberían participar en las decisiones sobre el futuro del presidente Al Asad. El otro punto que no fue tocado en las conversaciones es la amenaza que representa Turquía ya que al ser “protector” de ISIS tratará por su lado – aún en contra de los deseos de Washington – de intervenir militarmente en la zona. No hay que olvidar que los turcos rechazan la presencia de los kurdos sirios en cualquier acuerdo porque colaboran con el PKK, acérrimo enemigo del gobierno de Ankara y quienes luchan por la independencia del Kurdistan, que en su mayor parte esta ocupada por Turquía, por lo que cualquier forma de autogobierno kurdo en Siria no seria tolerado por los turcos. Solo que ahora el dictador Recep Tayyip Erdogan deberá de pensarlo muy bien antes de dar cualquier paso, ya que el Presidente ruso le ha advertido que actuará con dureza para aniquilar cualquier amenaza a sus fuerzas en Siria, en obvia referencia a Turquía. Como sabéis, Erdogan (que se cree la reencarnación de Solimán El Magnífico) no solo apoya militarmente a ISIS, sino que también negocia el petróleo robado por esa banda asesina en Siria e Irak y lo revende a precios exorbitantes en el exterior, lo cual beneficia exclusivamente a su familia, por lo que la implementación de este acuerdo de paz afectaría gravemente sus intereses. Su complicidad con el terrorismo es más que evidente y deberá pagarlo con su vida. No basta por ello con exterminar a ISIS, sino también a quienes los financian para evitar que en el futuro sigan armando a grupos más letales. Sólo así podrá volver la paz a esta convulsionada región del planeta :(