Esta semana nuestra atención continua concentrada en Italia, donde reina el desconcierto, ya que si bien el impresentable Silvio Berlusconi fracaso en su intento de regresar al gobierno, los resultados electorales confirman que Italia corre un serio peligro de inestabilidad. Si en la Cámara Baja el centroizquierdista Pierluigi Bersani, tendrá la mayoría absoluta lo que le convierte en candidato a formar gobierno, en el Senado la mayoría de escaños puede corresponder a la centroderecha de Berlusconi, por lo que el panorama político se torna ingobernable. En efecto, el equilibrio de fuerzas en el Senado es tan precario que se ve muy complicada la formación de un Gobierno y algunos políticos especulaban ya con la posibilidad de nuevas elecciones a mediano plazo, una vez que se reforme la pésima ley electoral actual, culpable en buena medida del caótico resultado en el Senado. Tan apretado era el resultado entre el Partido Democrático y el Pueblo de la Libertad esta madrugada, que la formación de Silvio Berlusconi, a través del ex ministro de Justicia Angelino Alfano, pedía al Ministerio de Interior que «no declare un vencedor a la vista de lo apretados que son los resultados, hasta que sean definitivos». Pierluigi Bersani consideraba, por su parte, que «a pesar de que nuestra coalición es la más votada, la situación es delicadísima para Italia».De otro lado, el bufón Beppe Grillo - un antisistema que ha sido el gran beneficiado de este escenario - ha declarado que «probablemente el Gobierno que resulte de estas elecciones durará muy poco» y reitero que el país tendría en breve nuevos comicios. Si bien Mario Monti ha salido al paso de esta eventualidad y ha señalado que -con sus escasas fuerzas- se encuentra disponible para formar coalición de gobierno con Bersani, su situación es insostenible. Es tal el temor al regreso de 'Il Cavaliere' -
cuya carrera política ha estado marcada por los escándalos propios, quien a sus 76 años y con una fortuna que ronda los 8.000 millones de euros, trata de aferrarse de nuevo a la política para intentar blindarse ante los procesos judiciales que a punto están de darle caza - que el principal banco de inversión de Italia, Mediobanca, anticipó que un posible triunfo del ex primer ministro sería contestado por los mercados con tanta intensidad que el país tendría que verse obligado a pedir ayuda al Banco Central Europeo. El rechazo a su retorno es tal que las elecciones italianas han colocado a la tercera economía de la Eurozona en el foco de todas las miradas. Tras 15 meses de relativa tranquilidad, los transcurridos desde que el tecnócrata Mario Monti llegó al poder sin pasar por las urnas, las capitales de la UE contienen la respiración ante el temor de una reaparición en la vida pública del ex primer ministro o, algo peor, que ningún partido obtenga un mandato claro para dirigir al país en momentos tan difíciles. En Bruselas ningún responsable político lo admite ante las cámaras, pero la incertidumbre es evidente. “Los riesgos que se ciernen sobre Europa son ahora mismo sobre todo de carácter político”, admitían hace poco fuentes del Eurogrupo.
“Hay sentimientos encontrados. Por una parte se teme la vuelta de Berlusconi, y sobre todo si llega de la mano de la Liga Norte. Pero aún genera más inquietud la posibilidad de que tras la resaca de las elecciones, Italia amanezca como un país ingobernable”, señalan fuentes comunitarias. Es más, de todos los países de la Eurozona, Alemania no oculta su rechazo a Berlusconi, en cuya caída y sustitución por Monti Angela Merkel tuvo un papel nada desdeñable. En una entrevista publicada el jueves, la canciller recordó que “es cosa de los italianos elegir a su Gobierno”, de modo que ella no va “a opinar ni a recomendar” nada. Eso sí, destacó que “las reformas que ha puesto en marcha Italia en los últimos meses han devuelto al país mucha confianza internacional”. Semanas antes de este poco logrado intento de cautela por parte de la democristiana Merkel, su ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, había advertido de que no acepta “que se use a Alemania como objeto de una campaña populista” por parte de Silvio Berlusconi. Más recientemente, Westerwelle instó a “quien quiera que forme el futuro Gobierno italiano a continuar la línea europeísta y las reformas” del actual Ejecutivo.El temor de Berlín es que Roma vuelva a convertirse en el país impredecible de los últimos años del magnate de los medios de comunicación Berlusconi. Sus desafíos a los acuerdos europeos y la ruptura de su palabra, tras obtener ventajas negociadoras siguen frescos en la memoria de Merkel y Westerwelle, que advierte de las “serias dificultades” que amenazan a Italia y al conjunto de la eurozona. “Si se interrumpieran las reformas, estaríamos ante una situación muy peligrosa” para Europa, añadió.. Sin embargo, los resultados de estos comicios auguran un caos político para Italia ya que no puede haber nuevas elecciones hasta después de que se elija un nuevo presidente de la república y eso será en abril y por tanto van a ser varios meses de inestabilidad política muy seria y no hay una manera muy fácil de resolverlo.
Pobre Italia, no se merece esto :(