En esta oportunidad nuestra mirada se dirige a Egipto donde el último fin de semana ocurrió una masacre en las calles de El Cairo a manos del ejército golpista que derroco al Presidente Morsi, que tuvo como resultado mas de 120 muertos, un baño de sangre que sospechosamente fue soslayado en Occidente minimizándolo hasta el extremo, tratando con ello de encubrir los crímenes de quienes “gobiernan” ahora ese país con la complicidad de la Casa Blanca. Precisamente, The Independent publico este lunes un interesante articulo escrito por Robert Fisk, en el cual se describe las verdaderas intenciones de los golpistas y es por ello que he decidido darlo a conocer, traducido y entrecomillado ¿vale?: “Qué le ha ocurrido a Egipto? A quienes protestan pacíficamente en sus calles por el derrocamiento del Presidente Morsi, asesinados por docenas por el ejercito golpista, les llaman “terroristas”
(el mismo vocablo que los criminales israelíes aplican a quienes consideras sus “enemigos”, la misma palabra que usan hipócritamente los estadounidenses, cuando son ellos y los judíos los mayores asesinos de la historia). La prensa egipcia cómplice de los golpistas, hablan de “enfrentamientos”, como si los miembros de la Hermandad Musulmana hubieran combatido a la policía. La mañana de este lunes me encontré a un viejo amigo egipcio, quien me dijo que al mirar la bandera de su patria se echó a llorar. Puedo entender por qué. ¿Por qué murieron tantos? ¿Quién los mató? Muchos egipcios, sin duda opositores a Morsi, me dijeron este lunes que no podían creer esto, que todos los miembros de la Hermandad estuvieran armados, como sin duda lo estaba uno que llevaba un Kalashnikov cerca del hospital –un hombre al que yo vi–, pero la verdad es que la policía disparó con alevosía y ventaja contra hombres inermes y ni un solo policía pereció.
Fue una masacre, un genocidio, un asesinato en masa orquestada por los militares golpistas con la aprobación de la Casa Blanca, demostrando con ello su servilismo a sus nuevos amos. No hay otro término para designarlo.Y ya escuchamos las palabras de nuestros amados ministros. Por ejemplo William Hague, quien pidió a las autoridades egipcias cínicamente “abstenerse de violencia” - con decenas de cadáveres en las calles acribillados a balazos por la policía - porque es “hora del diálogo, no de la confrontación” (?). Oh, cielos. No son palabras que diría al gobierno sirio, desde luego. En realidad es demasiado cuando nuestros ahora “amigos” egipcios usan tanto poder de fuego contra sus desarmados “enemigos”. Si el ejercito del Presidente sirio Bashar al Assad
(que defiende su país de la criminal agresión estadounidense que arman y entrenan a grupos de mercenarios en complicidad con Israel y Turquía que han desatado una ola de terror con el objetivo de derrocarlo y sustituirlo por un régimen títere como sucede en Irak) hubieran causado ese mismo número de muertes de manifestantes en las calles de Damasco, en la ONU resonaría el eco de “nuestro” horror; “nuestra” furia y “nuestra” repulsión no conocerían fronteras.Cuanta mentira, cuanta hipocresía.... Pero, por supuesto, esto es El Cairo, no Damasco, y debemos usar palabras moderadas para hablar con nuestros “amigos”, no importa que estos sean despreciables asesinos con las manos manchadas de sangre.Y ¡cuidado! El ministro egipcio del Interior -
un criminal convicto y confeso- ha dicho a su pueblo que el plantón de la Hermandad en la mezquita de Rabaa, Dios mediante, debe terminar. “Esperamos que entren en razón y se unan al proceso político”. Pero ¿no es eso lo que hicieron cuando ganaron las elecciones? Asimismo, agrego que “sólo” 21 miembros de la Hermandad perecieron. Entonces, ¿por qué conté 37 cadáveres en el piso del hospital la mañana del sábado? ¿Y los otros 62 muertos acribillados en las calles aun sin recoger no cuentan? Pero ¿cuál es el proceso político en Egipto?
Si se puede tomar parte en una elección y ganarla, para luego ser depuesto por un impresentable sujeto como el general Abdel Faté Al Sissi - un feroz asesino y títere de Washington - ¿qué sentido tiene participar en ella? Va quedando claro que el golpe fue realizado únicamente para mantener a como de lugar vigente el infame tratado de paz firmado con Israel, y cuya preservación vale mucho más que cualquier pretensión de “democracia” en El Cairo.Y nosotros en Occidente así no nos guste, nos tenemos a acomodarnos a eso. El renegado musulmán Barack Hussein Obama ha dicho a los egipcios que Estados Unidos siempre será un socio fuerte del pueblo egipcio, que da forma a su camino hacia el futuro. Y el pueblo egipcio –
esperen a oír esto– ha recibido una oportunidad de encarrilar de nuevo la transición post revolucionaria.
¡Ahí lo tenemos! El golpe de Estado militar fue una transición “post revolucionaria” orquestada por Washington. Olvídense de los 120 muertos asesinados por la policía. Olvídense del hipócrita discurso que Hussein Obama pronunció en el edificio de la Universidad de El Cairo hace cuatro años, ante otro plantón de la Hermandad Musulmana.
Se trata de una “transición” sangrienta con el único objetivo de mantener el "status quo" a cualquier costo, sin importar la cantidad de muertos que origine aquello” puntualiza la nota. Venga ya, la espiral de violencia que se vive en Egipto esta fuera de control y llevara al país al desastre ¿Estaremos presenciando el nacimiento de una nueva Libia? :(