En las últimas semanas la península coreana se encuentra sumamente agitada - como si no fueran suficientes las desquiciadas amenazadas proferidas continuamente por el dictador comunista norcoreano - debido a las violentas y multitudinarias manifestaciones en su contraparte del sur, donde millones de surcoreanos exigen en las calles la renuncia de la presidenta Park Geun-hye, acusada de gravísimos cargos de corrupción y tráfico de influencias, un caso que ha desencadenado la mayor crisis política a la que se enfrenta desde que asumió el poder en el 2013. Agobiada y debilitada por las continuas protestas en su contra, puso su cargo a disposición del parlamento: "Voy a delegar en la Asamblea Nacional la posibilidad de acortar mi mandato", expresó en su tercer discurso público desde que comenzara a destaparse el escándalo hace más de un mes. Sin embargo, muchos analistas consideran que el pedir al Parlamento decidir sobre su futuro, es una sutil forma de pasarle el problema al Senado. “Ella podría simplemente renunciar inmediatamente pero no lo hizo”, dijo a Reuters Park Kwang-on, un diputado de la oposición. Según los políticos surcoreanos, el anuncio de Park es una manera de embolatar su dimisión, forzando al Legislativo a discutir sus términos, y esquivar así la vergüenza de un impeachment. Queda demostrado con ello que está comprando todo el tiempo que puede, aunque no hay dudas de que caerá más pronto que tarde. En efecto, esta maniobra por la cual no renuncia al cargo, ha originado que 171 legisladores de oposición – de los 300 que conforman la cámara – hayan solicitado su destitución inmediata, un pedido que será sometido a votación este viernes y donde se requiere la votación a favor de por lo menos 200 legisladores, por lo que esperan que al menos 28 miembros del oficialista partido Saenuri apoyen la moción. Al respecto, disidentes del partido gobernante señalaron que votarán a favor de la propuesta si antes del miércoles no anuncia que renunciará de forma voluntaria en abril. Como sabéis, Park Geun-hye, cuyo porcentaje de aprobación se ha visto reducido a un 4%, se ha visto envuelta en un sonado escándalo que involucra a una de sus mas intimas allegadas, Choi Soon-sil (apodada la ‘rasputina’ surcoreana), a quien los fiscales acusan de intromisión en asuntos de gobierno, acceso ilícito a informaciones secretas y obtención de cuantiosos fondos de grandes empresas coreanas mediante tráfico de influencias y presiones indebidas. El hecho de que una desconocida que no ostenta ningún cargo público, haya podido tomar importantes decisiones gubernamentales y obtener riqueza y privilegios de su exclusiva conexión ha llevado a prácticamente todo el país exija su renuncia. Park Geun-hye - hija del ex dictador militar Park Chung-hee, ajusticiado en 1979 por su amigo y director de los servicios secretos luego de 18 años en el poder - ejerció el cargo de primera dama tras la muerte de su madre. En ese entonces, un budista-místico llamado Choi Tae-min (budista, casado seis veces, convertido el catolicismo y fundador de la Iglesia de la Vida Eterna) convenció a la jovencita de que recibía mensajes desde el más allá, particularmente de su madre. Desde entonces se convirtió en la sombra de Park Geun-hye. Un cable de Wikileaks filtrado en el 2007 aseguraba que “Choi tenía control total sobre el cuerpo y el alma de Park en sus años de formación, gracias a lo cual sus hijos acumularon una gran fortuna”. La cercanía de ambos hizo que muchas personas hablaran del caso, sobre todo debido al hecho que la actual presidenta empezaba a involucrarse en política. Sin embargo, no es esta amistad la que está hundiendo a Corea del Sur en un escándalo, sino su relación con la hija del místico: Choi Soon-sil. La presidenta se ha referido numerosas veces a su amiga como alguien que la acompañó ‘en momentos duros de soledad’. Por recomendación suya, Park incluyó en su ceremonia de posesión, en el 2012, un árbol decorado con pequeños monederos de seda, para atraer la buena suerte. Al parecer no funcionó, ya que su confidente hoy está presa acusada de abuso de poder y extorsión y ella al borde de la destitución. El escándalo estalló en octubre, cuando una cadena de televisión de Corea del Sur reveló que en el viejo computador de Choi había encontrado correos que confirmaban que había manejado documentos e información clasificada. Además había asesorado a Park en política nacional e internacional. De inmediato saltaron las alarmas, ya que esta mujer sin cargo oficial y simple representante de la Iglesia de la Vida Eterna, no sólo se apropió de US$65,7 millones de dólares, sino que controlaba a su antojo a la presidenta y, de paso, los destinos de la nación. Según las investigaciones, Choi llegó incluso a influir en la designación de ministros y participó en debates como el cierre del polígono industrial de Kaesong, un proyecto conjunto con Corea del Norte. Las revelaciones del caso tienen a Park al borde del abismo político. La presidenta ofreció disculpas a los coreanos, pero se justificó diciendo que era una mujer muy sola: “Desde que llegué al palacio presidencial he vivido una vida solitaria”.Nunca se casó, no tiene hijos y explicó que se había alejado de su familia para evitar cualquier sospecha de nepotismo, ya que el país está lleno de casos de favorecimiento familiar. Admitió que Choi le había dado su “opinión personal” sobre algunos de sus discursos y había tenido acceso a documentos oficiales. Luego de que la Fiscalía la declarara cómplice de Choi el domingo pasado, el consejo de ministros aprobó un proyecto de ley para crear un comité de investigación independiente por presunta corrupción y tráfico de influencias. La Fiscalía no puede presentar cargos contra Park porque la Constitución surcoreana estipula que el presidente cuenta con inmunidad, excepto en casos de insurrección o traición. Los fiscales creen que Park cooperó con Choi Soon-sil y otros dos excolaboradores para presionar a más de 50 empresas con el fin de que donaran dinero a dos fundaciones. Además, y quizás lo que más indignación ha causado entre los surcoreanos, es que le aseguró privilegios académicos a la hija de Choi. Este escándalo afecta además la estabilidad en la península donde su belicoso vecino del norte condujo, este año, cinco pruebas nucleares y lanzó más de veinte misiles como parte del programa armamentista que amenaza a Seúl y sus aliados. ."Dado que las amenazas nucleares y de misiles de Pyongyang van en aumento, no podemos permitir que aparezca ni la más mínima grieta cuando tratamos la cuestión de la seguridad nacional", dijo al respecto el portavoz presidencial, Jung Youn-kuk. Sin embargo, dicha excusa no puede ni debe avalar la corrupción existente dentro del gobierno de Seúl y que ha quedado en evidencia. Si Park debe caer que lo haga y acompañe en la cárcel a su ‘amiga intima’. El crimen nunca paga :)