El Cocodrilo del Nilo (Cocodrylus niloticus) es el más grande de los cocodrilos africanos. Aunque no suele superar los 5 metros de longitud se conocen casos de más de 6 metros. Su constitución es muy robusta y su peso puede llegar a una tonelada métrica, siendo por tanto el depredador más grande de África. Pueden alcanzar los 80 años de edad y crecen durante toda su vida, aunque a partir de los 7 años éste crecimiento se reduce mucho. Parece ser que antes de la llegada de los colonizadores europeos existían ejemplares verdaderamente colosales, pero la caza indiscriminada a la que se sometió a ésta especie los ha hecho muy raros. Existen numerosas subespecies y hay considerables variaciones entre poblaciones. Los rasgos que varían son las dimensiones máximas, la presencia o no de osteodermos ventrales (placas óseas que se encuentran en las escamas y cuya función prioritaria es la de captar calor ya que son animales de sangre fría) y los escudos. Aún así, los individuos jóvenes son de color entre verde oscuro y marrón, con franjas transversales más oscuras, por lo general, negras en la cola y el tronco. Los adultos son uniformemente oscuros con frajas negras en la cola. El abdomen es de color claro. El Cocodrilo del Nilo se alimenta de todo tipo de animales que se acercan al agua a beber. Sobre todo mamíferos y aves. Los jóvenes comen insectos, arañas, ranas, Serpientes, lagartos y otros vertebrados pequeños. Los peces componen uno de los principales alimentos en la dieta de ejemplares adultos y subadultos. Los cocodrilos más voluminosos se alimentan de antílopes, ñus, cebras, bufalos y en ocasiones de humanos., aunque no se atreven con los rinocerontes, hipopótamos ni elefantes, debido no solo a su voluminoso tamaño sino también a su ferocidad, que los hace temibles adversarios. Pueden ingerir hasta la mitad de su peso en alimento. Pese a lo que su nombre común podría dar a entender, el Cocodrilo del Nilo no es exclusivo del Nilo, sino que se encuentra en prácticamente toda el África subsahariana y en la isla de Madagascar. Vive en lagos y ríos de agua dulce. Los cocodrilos del Nilo nidifican en agujeros, pudiendo llegar a poner entre 50 y 80 huevos por nidada. El período de incubación es de 90 a 100 días siendo las hembras las que defienden el nido de posibles depredadores. No mantienen control sobre las condiciones del nido, temperatura de los huevos, humedad dentro de la cámara de incubación, inundaciones y demás condiciones ambientales. La temperatura del huevo en las semanas siguientes a la puesta es crucial: temperaturas altas, originan más machos. Temperaturas más bajas hacen que haya más hembras. Existen comportamientos peculiares asociados con el cocodrilo del Nilo occidental. En primer lugar, tienen lo que parece ser lágrimas en sus ojos. La leyenda dice que las hembras lloran a sus crías perdidas tan pronto salen de los huevos. En realidad no son lágrimas, sino un tipo de solución que crea el cuerpo para ayudarlos a limpiarse alrededor de los ojos. Es muy difícil para ellos moverse en la tierra, y permanecen principalmente en el agua. Cuando pasan tiempo en tierra que tienen que arrastrarse sobre sus vientres, y necesitan utilizar gran cantidad de energía para hacerlo. Se dice que pueden hacer más sonidos que otras especies, un total de 26 de estos sonidos han sido grabadas por expertos. Todavía no estamos seguros de lo que significan todos los diferentes tonos de gruñidos y rugidos, sin embargo, se sabe que muchos de ellos están vinculados a la protección de su territorio, así como llamados a encontrar pareja. El Cocodrilo del Nilo ha sido al mismo tiempo odiado y reverenciado por el hombre, especialmente en el Antiguo Egipto, donde los cocodrilos eran momificados y se les rendía culto. Los antiguos egipcios rendían culto a Sobek, un dios-cocodrilo asociado con la fertilidad, la protección, y el poder del faraón. La relación de los egipcios con Sobek era ambivalente: en ocasiones dieron caza a los cocodrilos, e injuriaron al dios, y otras veces lo vieron como el protector del faraón y origen de su poder. Según Heródoto, en el siglo V a. C., algunos egipcios tenían cocodrilos como animales domésticos. En el estanque del templo de Sobek, en Arsínoe, vivía un cocodrilo sagrado, al que se alimentaba, cubría de joyas y rendía culto. Cuando los cocodrilos morían eran embalsamados, momificados, depositados en sarcófagos y enterrados en tumba sagrada. Han sido hallados cocodrilos momificados en sepulturas egipcias, incluso huevos de cocodrilo embalsamados. Aunque como especie no se encuentra en peligro de extinción, en algunos países la población de cocodrilos del Nilo corre el riesgo de desaparecer a causa de la caza indiscriminada ocasionada por el hombre :(