Si busca una raza pequeña como perro de compañía, el Pomerania es el indicado para el hogar. En efecto, este delicado perrito destaca por su carácter y su simpatía. Parece un zorrito en miniatura. Tiene un manto superior de pelaje largo y duro y un manto inferior muy denso, que le da el aspecto de una bolita de peluche y que además pueden ser de varios colores. Los adultos miden entre 18 y 30 cm, dependiendo del tipo y complexión. El peso ideal para los machos adultos es de 1,8 a 2 kg y, para las hembras, de 2 a 2,5 kg. Es un perrito muy vivaracho rebosante de energía que permanece fiel a sus familias. Al Pomerania le encantan que lo carguen y que lo lleven y lo traigan de allá para acá, pero ten cuidado y no te excedas puesto que también necesitan andar ellos solos a veces. Por cierto, es un excelente perro guardián, ya que es muy ladrador. A pesar de su carácter dulce y cariñoso, hay que tratarlo con cuidado, sobre todo en el caso de los niños más pequeños, ya que estos perros son bastante frágiles y no es extraño observar fracturas de patas. Como ocurre en la mayoría de las razas de perros pequeños, el metabolismo del Pomerania es muy rápido. Es decir, tiene un estómago de menor tamaño y quema la energía a un ritmo muy elevado. Esto conlleva que deba comer poca cantidad de comida para perros, pero con mayor frecuencia. De ahí que sea necesario proporcionarle un tipo de alimentación que contenga los nutrientes necesarios (calorías y proteínas), con un tamaño de croquetas que se adecúe a las características de su boca. En cuanto a su origen, parece casi seguro que los Pomeranias descienden de los perros que tiran de los trineos en el Ártico y que están emparentados también con el keeshond, el cazador de alces noruego y el samoyedo. Los primeros rastros fiables de esta raza proceden precisamente de Pomerania, una región en el litoral del mar Báltico, y se remontan al siglo XIX, aunque esos perros eran mucho más grandes (unos 13 kilos). Allí nacieron camadas de hasta diez cachorros y, muy pronto, los más pequeños de las camadas se convirtieron en los preferidos. A mediados del siglo XIX, la raza se había extendido a otros países europeos y, en 1888, la reina Victoria de Inglaterra se enamoró de esta raza, lo que impulsó la popularidad de los Pomeranias. Es más, los criadores británicos los cruzaron para obtener un tamaño cada vez más pequeño y pelaje más abundante. Entre las personalidades famosas que se dice que tuvieron perros de raza Pomerania se encuentran el teólogo Martín Lutero, el artista Miguel Ángel, el físico Isaac Newton y el compositor Mozart. En la actualidad los Pomerania ocupan el 14º lugar entre las 155 razas de perros y otras variedades registradas. Si estás planteando adquirir un perro de raza Pomerania, es conveniente informarse previamente de algunos aspectos que te ayudarán a que os entendáis mejor para que vuestra convivencia sea fantástica ¿No os parece?