Venga, esta semana en que el tema económico ocupo gran parte de las portadas de los diarios con ocasión de la presentación del Gabinete presidido por Salomón Lerner en el Congreso (en el cual recibió merecidamente el voto de confianza) y dada la coincidencia que hace un par de semanas estuve en la Gran Manzana - azotada por cierto estos días por el Huracán Irene - es momento de ocuparnos en esta oportunidad de ese símbolo del capitalismo mundial llamado Wall Street.Con una extensión de menos de una milla (1,6 kilómetros) entre Broadway y el East River, está enclaustrada en buena parte por los rascacielos que conforman el distrito financiero al sur de la ciudad de Nueva York. Su nombre se remonta a los tiempos de la modesta colonia que los holandeses establecieron en el siglo XVII en la isla de Manhattan . la cual “compraron” a los nativos por la irrisoria suma de 24 dólares. Situados en medio de la hegemonía anglosajona en esa parte del mundo, los colonos holandeses levantaron una empalizada para protegerse ante posibles ataques, tanto de los pieles rojas, como de los británicos, como efectivamente ocurrió años después cuando fue conquistada por los ingleses que terminaron por derribarla en 1699. Como recuerdo, al lugar le quedó el nombre de Wall Street, la Calle del Muro. No era mucho más que un sendero sin pavimentar que conectaba con los muelles del Bajo Manhattan cuando se empezaron a realizar las primeras operaciones financieras que giraban en torno a los cargamentos que llegaban hasta el puerto neoyorquino. Pero el lugar fue tomando una imparable inercia institucional. A la entrada de la calle se encuentra el edificio conocido como Federal Hall, donde George Washington tomó posesión como primer presidente de Estados Unidos en 1789 y que albergó durante un par de años a toda la improvisada burocracia de la república americana. La fecha fundacional para Wall Street es el 17 de mayo de 1792, día en el cual 24 «brokers» se pusieron de acuerdo para organizar un cartel, con exclusividad en sus tratos y las mismas comisiones fijas. El entendimiento, a costa de los intereses de su clientela, resultó muy beneficioso. Una filosofía de negocio que ha gozado de una pasmosa longevidad hasta nuestros días. En marzo de 1817, los sucesores de aquellos caballeros adoptaron una especie de constitución y decidieron llamarse a sí mismos como «New York Stock & Exchange Board», nombre que en 1863 recortaron para dejarlo en la actual «marca» de la bolsa de Nueva York: New York Stock Exchange (NYSE). Su primer centro de operaciones estuvo ubicado en el número 40 de Wall Street que alquilaron por 200 dólares al mes hasta que en 1865 se instalaron donde actualmente se levanta la sede bursátil en la esquina con Broad Street. El creciente dominio financiero ejercido por Wall Street en Estados Unidos no ha estado exento de los denominados «crash» financieros, con repercusiones económicas devastadoras en el planeta. A pesar de estos inconvenientes, la búsqueda de beneficios tiende a resultar mucho más duradera que las malas experiencias y por ello Wall Street sigue siendo la parada obligada para los inversionistas y especuladores. Allí transcurre diariamente una encarnizada “batalla” entre los que venden sus acciones por temor a que el mercado baje y los que compran esperando lo contrario. Un encierro bursátil que terminará repercutiendo – para bien o para mal - en los bolsillos de todo el mundo :(
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domingo, 28 de agosto de 2011
WALL STREET: Dinero, mentiras y secretos
Venga, esta semana en que el tema económico ocupo gran parte de las portadas de los diarios con ocasión de la presentación del Gabinete presidido por Salomón Lerner en el Congreso (en el cual recibió merecidamente el voto de confianza) y dada la coincidencia que hace un par de semanas estuve en la Gran Manzana - azotada por cierto estos días por el Huracán Irene - es momento de ocuparnos en esta oportunidad de ese símbolo del capitalismo mundial llamado Wall Street.Con una extensión de menos de una milla (1,6 kilómetros) entre Broadway y el East River, está enclaustrada en buena parte por los rascacielos que conforman el distrito financiero al sur de la ciudad de Nueva York. Su nombre se remonta a los tiempos de la modesta colonia que los holandeses establecieron en el siglo XVII en la isla de Manhattan . la cual “compraron” a los nativos por la irrisoria suma de 24 dólares. Situados en medio de la hegemonía anglosajona en esa parte del mundo, los colonos holandeses levantaron una empalizada para protegerse ante posibles ataques, tanto de los pieles rojas, como de los británicos, como efectivamente ocurrió años después cuando fue conquistada por los ingleses que terminaron por derribarla en 1699. Como recuerdo, al lugar le quedó el nombre de Wall Street, la Calle del Muro. No era mucho más que un sendero sin pavimentar que conectaba con los muelles del Bajo Manhattan cuando se empezaron a realizar las primeras operaciones financieras que giraban en torno a los cargamentos que llegaban hasta el puerto neoyorquino. Pero el lugar fue tomando una imparable inercia institucional. A la entrada de la calle se encuentra el edificio conocido como Federal Hall, donde George Washington tomó posesión como primer presidente de Estados Unidos en 1789 y que albergó durante un par de años a toda la improvisada burocracia de la república americana. La fecha fundacional para Wall Street es el 17 de mayo de 1792, día en el cual 24 «brokers» se pusieron de acuerdo para organizar un cartel, con exclusividad en sus tratos y las mismas comisiones fijas. El entendimiento, a costa de los intereses de su clientela, resultó muy beneficioso. Una filosofía de negocio que ha gozado de una pasmosa longevidad hasta nuestros días. En marzo de 1817, los sucesores de aquellos caballeros adoptaron una especie de constitución y decidieron llamarse a sí mismos como «New York Stock & Exchange Board», nombre que en 1863 recortaron para dejarlo en la actual «marca» de la bolsa de Nueva York: New York Stock Exchange (NYSE). Su primer centro de operaciones estuvo ubicado en el número 40 de Wall Street que alquilaron por 200 dólares al mes hasta que en 1865 se instalaron donde actualmente se levanta la sede bursátil en la esquina con Broad Street. El creciente dominio financiero ejercido por Wall Street en Estados Unidos no ha estado exento de los denominados «crash» financieros, con repercusiones económicas devastadoras en el planeta. A pesar de estos inconvenientes, la búsqueda de beneficios tiende a resultar mucho más duradera que las malas experiencias y por ello Wall Street sigue siendo la parada obligada para los inversionistas y especuladores. Allí transcurre diariamente una encarnizada “batalla” entre los que venden sus acciones por temor a que el mercado baje y los que compran esperando lo contrario. Un encierro bursátil que terminará repercutiendo – para bien o para mal - en los bolsillos de todo el mundo :(