Toyota ha sorprendido en el Salón de Detroit al mostrar este coupé deportivo. Con un diseño atrevido, el FT-1 se nos presenta como un estudio que señala en qué dirección se mueven los futuros diseños de vehículos deportivos de la marca nipona. Su nombre proviene de 'Future Toyota' (FT) y el número '1' significa 'el definitivo'. El principal objetivo de Toyota con el FT-1 es demostrar que, si uno quiere crear un vehículo agresivo que emocione de verdad, el objetivo todavía es posible. Un equipo de Calty Design Research, Centro de Diseño de Toyota en California (EE.UU.), ha plasmado en este prototipo su pasión por las cuatro ruedas, repasando en este ejercicio de diseño la relación de amor de la marca con los coches deportivos, una historia que cuenta con un legado interminable desde aquel el2000GT que fue lanzado 1967. Calty celebró el pasado año 40 años de vida y ha querido celebrarlo con este vehículo deportivo definitivo. Su potente imagen exterior hace que el FT-1 no pueda pasar desapercibido. Su carrocería se ve resaltada por una bella forma curvilínea. El frontal cuenta con unos pronunciados pasos de rueda y unas formas marcadas que sugieren una potencia bestial. Por no hablar de las entradas de aire delanteras, los tubos de escape o el alerón retráctil trasero. Todo le confiere una física envidiable, un cuerpo de 'súper atleta' vitaminado. La configuración de motor delantero y propulsión trasera permite que el habitáculo se ubique más atrás, entre los ejes, mejorando así la distribución del peso y ayudando a que las proporciones sean las de un deportivo clásico. El fabricante -por cierto- no aporta dato alguno sobre el propulsor, que se puede ver a través de una cubierta de plástico transparente en la zaga. El dibujo envolvente del parabrisas y sus ventanas laterales suponen un evidente guiño al legendario Toyota 2000GT. Por dentro encontramos un habitáculo ergonómico, que aprovecha el bajo centro de gravedad para que el 'piloto' disfrute y se pueda concentrar en la conducción. El cuadro de diseño triangular integra al conductor en el habitáculo, mientras que se ofrece toda la información en el parabrisas con un sistema de 'Head-Up display'. Además, el volante tiene claras reminiscencias de la F1. Ahora tan sólo nos falta esperar que el tiempo pase inexorablemente y que esto que hoy vemos como un ejercicio de diseño se plasme en un nuevo superdeportivo de producción :)