En estos días, somos testigos de una agresión criminal sin precedentes por parte de Israel en contra del pueblo palestino asentado en Gaza, mediante el uso de una fuerza indiscriminada,
que a la fecha ha causado centenares de muertos y miles de heridos y desaparecidos bajo una lluvia de misiles que con total impunidad arrasan la delgada franja donde viven apiñados – cual campo de concentración – unos 1.7 millones de palestinos, ante la total indiferencia del mundo que no hace prácticamente nada para detener esta orgía de sangre y destrucción cometida por los sionistas con la complacencia y complicidad de los EE.UU. que se ceba en los mas inocentes. Palestina soporta muchos años de injusticia, de tortura, de muertes sin que los gobernantes del mundo tomen una decisión real para detener esta catástrofe. Es inconcebible que un atentado “terrorista” se resuelva con la venganza de un Estado sobre la indefensa población civil que no tiene culpa alguna de ello. Todo es desmedido en el conflicto entre Hamás e Israel. Como sabéis, la semana pasada tres jóvenes judíos fueron ejecutados por desconocidos y como consecuencia de ello, se produjo una violenta reacción por parte de los sionistas: el secuestro de un muchacho palestino, el cual fue brutalmente torturado y luego quemado vivo
- La barbarie sionista en su máxima expresión - para inmediatamente iniciar un ataque a gran escala sobre Gaza. Es repudiable que un Estado tome la decisión de bombardear a la gente, de destruir casas e infraestructuras, de asesinar a centenares de personas para dejar claro que sienten por ellos un odio extremo, que no hay otro futuro que la violencia irracional contra el otro. Todo es desmedido y desigual.
Mientras que para defenderse, unos tiran cohetes artesanales como piedras, los criminales sionistas ponen en marcha una maquinaria de destrucción masiva y un ejército asesino capaz de invadir sin oposición un territorio ajeno, lo cual es generosamente financiado por Washington, que entrega a Israel tres mil millones de dólares anuales en ayuda. Los palestinos están virtualmente desarmados ante un estado terrorista como Israel, poseedor de un considerable arsenal nuclear ilegal. Por si fuera poco, a esta demencial campaña aérea seguirá una larga incursión por tierra y ya el jefe del estado mayor israelí ha declarado que “activara toda la fuerza y se tomara todo el tiempo que sea necesario para alcanzar la victoria” para lo cual el ejército ha llamado a 40 000 reservistas. En Palestina no existen, incluso desde bastante antes de la funesta creación del Estado hebreo (1948), otros agresores que no sean los sionistas.
Como prueba allí están los brutales métodos para expulsar a millones de palestinos de sus tierras a la fuerza, el arrasamiento de aldeas y el asesinato de sus habitantes, la destrucción de miles de casas y de cientos de olivares y otros medios de subsistencia, la erección del muro de la ignominia y el robo descarado del agua a sus dueños. Además, la no retirada de los territorios ocupados en 1967 y el incumplimiento de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en defensa de los derechos palestinos. Es por ello que la resistencia palestina contra la ocupación extranjera esta totalmente justificada y es un derecho consagrado por la ley internacional. El periodista Uri Avnery, ex oficial de operaciones especiales del ejército israelí, hoy activista por la paz y contra la ocupación sionista, opinó que el Criminal de Guerra Benjamín Netanyahu aprovechó la coyuntura para culpar sin motivo alguno a Hamás y desencadenar una operación en Cisjordania específicamente contra esta organización planeada con “mucho tiempo de antelación”, para hacer volar por los aires el eufemísticamente llamado proceso de paz, esta vez echado a andar con gran fanfarria por el renegado musulmán Barack Hussein Obama y el secretario de Estado Jhonn Kerry que ahora no hacen nada por detener esta masacre.
¿Hasta cuando la comunidad internacional va a seguir permitiendo que ocurran estas atrocidades con total impunidad? :(
