A raíz de los últimos acontecimientos que suceden en el mundo, producto de la prepotencia de los EE.UU. que se vale de la fuerza para tratar de imponer su voluntad, no han faltado quienes me han preguntado si no me arrepiento de haber apoyado a semejante elemento durante su campaña electoral y la respuesta es no, sabia que tarde o temprano iba a ocurrir aquello, aunque debo confesaros que me sorprende el cinismo de sus palabras y su rápido cambio de posición de un día para otro. Y es que una premisa que no he olvidado por ningún momento, es que sea quien sea el que se encuentre en la Casa Blanca, EE.UU. siempre será el enemigo… siempre. En cuanto a mi opinión personal sobre Trump, lo veo como al típico estadounidense: feo, grosero, ignorante, prepotente y vulgar que se ha tragado desde que era un crío la propaganda militarista de esa meca judía que es Hollywood, que considera a su país como el centro del mundo, cuando en realidad es la escoria del planeta. Tendrá todo el dinero que uno se pueda imaginar, pero por lo visto tiene el coeficiente intelectual de un retrasado mental. Venga ya, a un tío de lo más impresentable no se le puede pedir que sea culto y educado ¿no os parece? A pesar de todas esas ‘virtudes’ de las cuales hace gala, decidí apoyarlo únicamente porque tenía como contrincante a Hillary Clinton (considerada con toda razón como la Gran Ramera del Apocalipsis, fundadora de ISIS y responsable directa de abominables Crímenes de Guerra por los que debería estar pudriéndose en prisión), quien como representante del establishment, tuvo el apoyo casi unánime de los grandes medios de comunicación, los cuales desataron una infame campaña de desprestigio de la forma mas brutal y despiadada contra su oponente republicano como nunca antes se había visto en la vida política estadounidense, a tal punto que muchos se identificaron con la victima, o sea Trump, quien al final, contra todo y contra todos, gano las elecciones. Hasta allí, todo bien, pero una vez en el Poder, dio un giro de 180 grados, cambiando radicalmente en su forma de pensar o quizás - dicen algunos analistas - el 'Gobierno Invisible' o llamado también 'Deep State' ('Estado Profundo') lo obligo a hacerlo, amenazándolo con aplicarle el impeachment o correr el mismo destino de Kennedy si no se sometía a sus designios. Sea como sea, al final lo fagocito y son ellos ahora quienes realmente gobiernan.El cambio no tardo en materializarse, dejando en el ‘olvido’ todas sus promesas pacifistas electorales, retomando el curso militarista en la política exterior de Washington, trazado por sus antecesores. Como sabéis, el injustificado bombardeo a una base militar siria el pasado 7 de abril - a pesar de la inexistencia de prueba alguna que señale al régimen de Damasco como el responsable de un ataque con armas químicas a la localidad de Jan Shijún, que se encuentra en manos de ISIS - fue alabado inmediatamente por los halcones de la guerra quienes expresaron su ‘satisfacción’ por el bombardeo y apoyo ‘incondicional’ por ello, exhortándole a ‘destruir’ a toda la fuerza aérea siria para evitar que sigan causando bajas en las filas de los terroristas, a los cuales crearon y financiaron para desatar el caos y el terror en el Medio Oriente, pero ven con rabia e ira desenfrenada como su ilusorio califato es barrido literalmente por los bombardeos de la aviación rusa - aliada de Damasco - por lo que creen que el ataque ordenado por Trump podrá revertir la situación a su favor. Lamentablemente para sus perversos fines, ello es muy difícil que ocurra ya que el señor Al Assad tiene prácticamente ganada la guerra en Siria, por lo que es inimaginable que usara armas químicas contra los terroristas, tal como pregona insistentemente la prensa occidental, quienes hipócritamente se presentan como los defensores de los DD.HH. cuando callan a su vez el genocidio causado por los estadounidenses tanto en Yemen como en Mosul, donde sus indiscriminados bombardeos han causado miles de victimas entre los civiles. De ellos no se habla ni se publica una sola línea acerca de su sufrimiento en dichos medios. Hala ¿esos muertos no importan? No es de sorprender por ese motivo que por esos días hayan surgido voces que exijan una invasión del país aunque ello significaría un conflicto militar con Rusia, o en todo caso ‘dejar’ de combatir a ISIS y unirse a ellos ‘para que desgasten tanto a los sirios como a los rusos, reeditando la experiencia de Afganistán, cuando armaron a los muyahidines en su guerra con los soviéticos: “¿Derrotar a ISIS? ¿Para qué?” Se pregunta un columnista del 'The New York Times' quien propone a EE.UU. ‘un nuevo plan’ en Siria. En efecto, el judío Thomas Friedman defiende que Trump debe "dejar que ISIS sea un dolor de cabeza" para Al Assad, Irán, Hezbolá y Rusia. "de la misma manera que alentamos a los combatientes muyahidines para desangrar a Rusia en Afganistán". En la misma línea, propone "simplemente dejar de luchar contra ISIS en Siria" y convertirlo en un problema para nuestros enemigos y hacerles así "luchar una guerra en dos frentes: con los ‘rebeldes moderados’ (como llaman a los terroristas mercenarios de Al Nusra, agrego yo) por un lado y con ISIS por el otro". Asimismo, asevera que "si derrotamos a ISIS en Siria ahora, solo reduciremos la presión" sobre Al Assad y los otros actores mencionados y "les permitiremos dedicar todos sus recursos a aplastar a los últimos ‘rebeldes moderados’ en Idlib" agrega fuera de si. Esta desquiciada opinión fue duramente criticada por diversos analistas como el periodista irlandés Bryan MacDonald quien denunció en un articulo escrito en ‘Russia Today’ (RT) que esta propuesta es desquiciada y francamente psicótica: "Es tan espantosamente pestilente y venenosa que se describe mejor como ántrax escrito, porque lo que hace desde las páginas de 'The New York Times' es explicar cómo EE.UU. debe manipular a ISIS para conseguir sus objetivos en Siria. Sí, el mismo grupo criminal que está tratando de devolver Oriente Medio a la Edad Media" subraya el analista. "Sin embargo, el transgresor real aquí es 'The New York Times', que le da su 'imprimátur' a los delirios de un escritor que está claramente enfermo, a la vez que en el proceso debilita aún más el nombre de lo que una vez fue una respetable cabecera" aseveró. Venga ya, no nos sorprendería que al final Trump con su infinita ‘inteligencia’ y ‘sabiduría’ acepte esta sugerencia y decida colaborar con quienes estigmatizó en su momento. De ese demente que está en la Casa Blanca se puede esperar lo peor. De ello no hay duda alguna. Pero Siria no es el único tema que actualmente esta en agenda, ya que Corea del Norte acapara últimamente su atención, donde esta ‘deseoso’ de realizar un ataque ‘preventivo’ a sus instalaciones nucleares, debido al peligro que representa para el mundo el aislado régimen comunista, donde un paranoico dictador – tan loco como Trump – amenaza constantemente con una hecatombe nuclear y eso es algo que no se debe permitir. Para imponer una solución ‘unilateral’ al problema, ha enviado no sólo a la flota estadounidense a la península coreana, sino que además a modo de ‘advertencia’ a Pyongyang, ha arrojado la llamada ‘madre de todas las bombas’ en Afganistán dándoles a entender lo que les espera si no se allanan a las exigencias estadounidenses, que es su completa desnuclearización, así como la instauración de un régimen de ‘transición’ que posibilite la reunificación del país. Ello significaría la caída de la dictadura comunista y la ‘desaparición’ de Kim Jong-Un, para lo cual un comando de las fuerzas especiales de los EE.UU. ya se encuentra en Seúl listo para entrar en acción con el fin de asesinarlo. Demás esta decir que el sátrapa norcoreano ha amenazado “con un terrible castigo si es atacado ‘preventivamente’ como Siria” poniendo en la mira a Seúl y Tokio que serian barridas del mapa con sus misiles nucleares, elevando aun mas la tensión en la península: "El Ejército de Corea del Norte lanzará inmediatamente un ataque nuclear sin piedad si una sola bomba estadounidense cae en su territorio soberano", ha advertido este lunes el diario oficial del Partido del Trabajo de Corea, 'Rodong Sinmun', citado por la agencia TASS. Según la publicación, Pyongyang considera la decisión de EE.UU. de enviar el portaaviones USS Carl Vinson a la península coreana como "un acto de agresión, que agrava hasta el límite la situación en la región". En estas circunstancias, dicen, "Corea del Norte no se quedará de brazos cruzados ante las acciones de provocación de EE.UU." expresa el diario norcoreano. 'Rodong Sinmun' advierte de que las Fuerzas Armadas norcoreanas "poseen eficaces medios militares de disuasión" y que son capaces de "convertir en cenizas las bases de la agresión con un solo golpe. Corea del Norte está lista para cualquier guerra que desate EE.UU.", concluye el artículo. Para agravar las cosas, este mismo lunes y a modo de respuesta, Donald Trump ha aconsejado a Corea del Norte “que se comporte o lo va a lamentar”, respondiendo así a las preguntas de periodistas en una recepción en la Casa Blanca con motivo de la celebración de la Pascua. Una advertencia que llega justo cuando su vicepresidente, Mike Pence, está de visita en Corea del Sur. Desde allí, el número dos del Ejecutivo pidió a los norcoreanos que no “pongan a prueba” la determinación de Trump en el asunto, sobre todo porque la era de la “paciencia estratégica” de EE.UU. se ha agotado. “Todas las opciones están sobre la mesa” para lograr la desnuclearización de la península coreana, completó. Desde el Despacho Oval afirman asimismo que no se dibujarán “líneas rojas” que si se traspasen supongan el inicio de un conflicto: puede estallar sin un detonante, atacándolo por sorpresa como lo hicieron en Siria: “No creo que vayan a ver al presidente dibujando líneas rojas", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien subrayó que marcar líneas rojas "no ha funcionado en el pasado", en referencia a las acciones en Siria del Criminal de Guerra y musulmán encubierto Barack Hussein Obama, quien dijo en el 2012 que la utilización de armas químicas sería una "línea roja" que lo llevaría a intervenir en ese país, pero finalmente no lo hizo. Trump, en cambio, prefiere "no telegrafiar" sus acciones con antelación, y ser impredecible en sus acciones militares con el fin de que Corea del Norte no pueda prepararse para la respuesta, agregó Spicer. "(Una línea roja) daría al país en cuestión una alerta sobre lo que va a ocurrir", señaló el portavoz, quien reiteró, sin embargo, que "todas las opciones están sobre la mesa", incluido un ataque militar, en lo relativo a Corea del Norte. Spicer precisó que, para la actual Casa Blanca, ya no es "prudente" mantener esa política, adoptada por Obama como medio para persuadir al régimen norcoreano de que regrese a la mesa de negociaciones por su programa nuclear: “Ha llegado el momento de actuar” concluyó. En tanto, Rusia advirtió a EE.UU. sobre el peligro de tomar acciones unilaterales contra Corea del Norte. Según Dmitry Kiselyov, portavoz del Kremlin, Donald Trump es más peligroso que Kim Jong-Un: “Trump es más impulsivo e impredecible que Kim Jong-Un, ya que a diferencia de sus predecesores, es capaz de atacar sin previo aviso y de forma injustificada sin medir las consecuencias de sus actos. Lo acabamos de ver en Siria”, dijo a los televidentes en su programa dominical ‘Vesti Nedelyi’. Entretanto, la relación de China con Corea del Norte es complicada y hoy en estas circunstancias, lo es aún más. Tropas chinas han luchado en el norte de la península coreana en tres ocasiones para defender al poder del momento en Pyongyang, en 1593, 1894 y 1951, y la relación entre ambas entidades estatales es estrecha y complicada. El Gobierno chino es el único aliado internacional del régimen norcoreano, pero, desde hace algunos años, hay bastantes indicios de la molestia del presidente Xi Jinping con el comportamiento de Kim Jong-Un. En febrero, China prohibió la importación de carbón norcoreano, una de las principales fuentes de ingresos del país y el ultimo viernes canceló todos los vuelos a Corea del Norte, dejándola prácticamente aislada, ya que es el único país extranjero cuyas líneas aéreas podían aterrizar en Pyongyang. Este episodio coincide con informaciones, no corroboradas aún de forma independiente, sobre movimientos de tropas chinas en la frontera norcoreana, donde se habrían desplegado hasta 150.000 soldados, así como sistemas de defensa preparándose para todos los escenarios posibles, “Si China se está preparando para intervenir en Corea una vez más, enfrentar las consecuencias de una intervención estadounidense, o simplemente jugando sobre seguro, nadie lo sabe”, escribió Salvatore Babones en Al Jazeera. “Lo penúltimo que quiere China es una nueva guerra de Corea. Pero lo último que desea ver es una Corea unida bajo liderazgo surcoreano”, señala. Para Pekín, la estabilidad es lo fundamental, puesto que un colapso del régimen norcoreano provocaría una oleada masiva de refugiados cruzando a territorio chino, y probablemente acabaría con tropas estadounidenses y surcoreanas desplegadas en su frontera, lo que significaría la guerra que al fin y al cabo, es lo que busca Trump: “Hubo una época en la que nos preguntábamos si se podía confiar en un presidente de los EE.UU. con su dedo en el botón nuclear. Ahora también tenemos que preocuparnos aun más, porque el actual es mentalmente inestable”, afirma en su editorial The Guardian, Y no le falta razón. Como podéis notar, el mundo esta en grave peligro por culpa de quien se cree juez y policía del mundo, el cual en su locura puede arrastrarnos a una conflagración mundial. Con Trump todo es posible :(