Olvidémonos por un momento de lo ocurre en Siria, Irán o Corea del Norte, y concentrémonos en esta ocasión en Sudáfrica, donde sucede un genocidio que los grandes medios y gobiernos occidentales ‘ignoran’ y es el drama que vive su población blanca , victima de una serie de atropellos y violencia descontrolada por parte de grupos terroristas negros apoyados por gobiernos de la ANC que se sucedieron en el poder desde 1994 y sus discursos de odio hacia los blancos, culpándolos de todos los males, como del infame Jacob Zuma (obligado a renunciar el 14 de febrero de este año, acusado de corrupción y crimen organizado) quien en el 2010 dirigió encarnizadamente las persecuciones, entonando el cántico “disparen al granjero, maten al boer”. Por lo visto no han aprendido las lecciones de la historia y buscan repetir en Sudáfrica el mismo libreto llevado a cabo en la otrora prospera Rhodesia, donde los negros expulsaron de sus tierras a la población blanca, asesinándolos en masa para evitar su retorno y hoy se ha convertido en uno de los países mas miserables del planeta. Como sabéis, con el fin del dominio blanco en Sudáfrica en 1994 accedió al poder un ex terrorista negro llamado Nelson Mandela, con falsas promesas de reconciliación hacia la población blanca, asegurándoles que respetaría sus propiedades y que en el país no iban a repetirse los trágicos sucesos de acaecidos en Rhodesia (hoy Zimbabwe). Nada más falso, porque ni bien se hizo cargo del gobierno, se dio inicio a una ola de violencia desenfrenada contra la población blanca que no tiene cuando acabar. En el último año por ejemplo, han sido salvajemente asesinados más de 400 granjeros blancos para arrebatarles sus propiedades. El apartheid fue un sistema de segregación racial implantado en Sudáfrica en el siglo XX y dirigido por bóers de origen holandés, quienes construyeron el país sudafricano, convirtiéndose gradualmente en una minoría étnica debido de la inmigración masiva de negros provenientes de toda África. Fue llamado así, porque apartheid significa “segregación” en afrikaans. En este sistema se instauraron leyes que cubrían todos los aspectos sociales y consistían básicamente en la separación de las diferentes razas o etnias para promover el desarrollo. Sin embargo, este demonizado por los medios de comunicación al servicio de los sionistas, así como por los EE.UU. y el Reino Unido quienes instigaron contra el gobierno sudafricano, tratando de aislarlo internacionalmente, realizando boicots a sus productos y financiando a grupos terroristas negros dirigidos contra la ahora minoría blanca bóer que había fundado el país y poseía, por tanto, el control político. Surgieron entonces movimientos como la ANC de Nelson Mandela, quien pasó 27 años en la prisión por apoyar la lucha armada contra el régimen del Partido Nacional Sudafricano, y fue quien, junto con el entonces presidente Frederik Willem de Klerk, finalmente condujo al apartheid hacia su fin. Este fenómeno es crucial en la historia de Sudáfrica. A pesar de la propaganda mediática de los sionistas que demonizaron el sistema, durante el dominio blanco, Sudáfrica, gozó de elevados estándares socio-económicos. Los bóers construyeron una gran nación en la cual millones de negros llegaban de diversas zonas de África por trabajo, educación y atención médica que crearon los blancos. Las diferencias entre esa época y la de desde su disolución hasta nuestros días es más que evidente. Antes de que el Congreso Nacional Africano (ANC) tomara el poder, menos del 5% de la población estaba desempleada. Actualmente supera el 50%; Antes del ANC, Sudáfrica fue un país con gran seguridad pública tanto para blancos como para negros, siendo el país más seguro de África. Ahora encabeza la lista de asesinatos en el mundo, siendo la capital mundial del robo y las violaciones. Desde el fin del apartheid, han sido asesinados más de 38.000 granjeros blancos en un genocidio que hasta ahora es silenciado por los medios; Las granjas de los bóers producían un 90% del sustento alimenticio del país, pero cuando la mayor parte de esas granjas fueron confiscadas y traspasadas a los negros, ahora sólo producen un 5% de los alimentos. Los negros tenían salarios cinco veces más altos que en Kenia, tres veces más altos que en Congo y dos veces más altos que en India, mientras que hoy se encuentra en el último lugar; El 80% de la seguridad social del negro era costeada por el blanco, pero ahora nadie lo hace; Durante el dominio blanco, se construyó diez universidades para negros, incluyendo Medunsa, una facultad médica que de la que egresaban cada año 200 médicos negros altamente cualificados, sin contar paramédicos y enfermeras. Todo pagado por los impuestos de los blancos; Durante décadas, los blancos dieron educación a los niños negros. Desde 1970, el presupuesto para la educación de los negros subió un 30% cada año, más que cualquier otro departamento del gobierno. De 1955 a 1984 la cantidad de negros en las escuelas se multiplicó por 31, de 35.000 a 1.096.000. El 65% de los niños negros de Sudáfrica iban a la escuela. Hoy, apenas el 20% asiste a clases; En 1965, el crecimiento económico de Sudáfrica fue el segundo mayor del mundo: 7,9%. La inflación estaba a un 2% anual y el interés a un 3% anual. Los ahorros domésticos y fondos soberanos eran tan grandes que el Estado sudafricano no necesitaba pedir créditos a instituciones financieras internacionales para subsidiar la expansión económica. Hoy con los negros, está ahogada en deudas y en la ruina financiera. El periodista, militar y político británico Lord Deedes tuvo que reconocer que “mientras Sudáfrica creció para convertirse en el gigante económico del continente y hoy se encuentra en un estado de anarquía total”; Se dice que los blancos “oprimían” tanto a los negros, pero toda África subsahariana soñaba por inmigrar al país aunque fuera ilegalmente. Negros del continente entero inmigraban a través de Namibia y Mozambique; A pesar del bloqueo comercial y petrolero impuesto por la comunidad internacional, Sudáfrica llevó al cabo el primer transplante de corazón humano de la historia, desarrolló su propio programa nuclear, montó un potente complejo militar-industrial (vehículos blindados, armas ligeras, helicópteros, misiles) y sintetizó petróleo artificialmente para superar el embargo petrolero. También era puntero en sanidad y biología. Era un país en buena medida autárquico y repleto de técnicos, trabajadores cualificados, militares, pilotos y científicos. Cabe destacar que los bóers comenzaron siendo un grupo aislado de pastores, granjeros y cazadores holandeses nómadas a miles de kilómetros de su tierra, acosados constantemente por las tribus locales y por el Imperio Británico, pero que en base a su esfuerzo se impusieron a todas las adversidades y se hicieron dueños del país. El verdadero motivo por el que Londres, Washington y la ONU decretaron el boicot, el sabotaje, el bloqueo y el embargo a Sudáfrica no fue moral o racial, sino económico. Sudáfrica era un país proteccionista, intervencionista y anti-liberal, y a consecuencia, las enormes riquezas sudafricanas tendían a quedarse en Sudáfrica en vez de fluir hacia las arcas de la City de Londres y Wall Street. Los principales perjudicados por ello eran las compañías comerciales De Beers y la Anglo American Corporation, quienes no estaban dispuestos a permitir que ello continuara. Esto origino que los EE.UU. y el Reino Unido financiaran a organizaciones terroristas como la ANC para desestabilizarlos … y vaya que lo consiguieron. Tras el final del apartheid en 1994 y la toma del poder por los negros, Sudáfrica esta quebrada económicamente, donde más de 38.000 personas de raza blanca han sido torturadas, violadas y asesinadas, sufriendo la persecución y la confiscación de sus propiedades, negándoles puestos clave en el gobierno a pesar de los compromisos firmados. Esta dramática situación no recibe la cobertura mediática que merece por parte de los medios de comunicación internacionales que silencian o minimizan las atrocidades cometidas por los negros contra la población blanca. La tasa de homicidios contra los bóers se ha elevado considerablemente en el último año. De esta manera, el nuevo apartheid impuesto por los negros, esta empujando a miles de blancos a abandonar el país. Desde el fin del dominio blanco en 1994 hasta la actualidad ya han emigrado casi un millón de blancos, especialmente a Australia y el Reino Unido. Los altos índices de delincuencia y la anarquía que se vive en Sudáfrica, no hacen más que agravar la incertidumbre. Como si ello no fuera suficiente, el pasado 27 de febrero, cuando Cyril Ramaphosa asumió el cargo, dijo que aceleraría la ‘transferencia’ de tierras a los negros, un eufemismo utilizado para arrebatar por la fuerza todas sus propiedades a los blancos, de lo poco que han podido conservar hasta ahora. En esta misma línea, el parlamento sudafricano respaldo una moción cuyo objetivo es cambiar la constitución para permitir la expropiación de tierras sin compensación. Venga ya, el robo institucionalizado en toda regla. Fuera de las fronteras sudafricanas, esta medida ha generado diversas reacciones , como la del ministro de Asuntos Interiores de Australia, Peter Dutton, quien lo condeno y agrego que los granjeros blancos sudafricanos están siendo perseguidos, por lo que necesitaban protección y visas especiales de un país civilizado. Por otro lado, un miembro del Parlamento Europeo ha pedido al ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, que medie e intervenga en el debate sobre la expropiación de tierras del país africano. “Sudáfrica se ha convertido es un país muy violento. Los negros creen que les hemos robado el país”, apunta el agricultor Gerhardus Harmse. “Pero somos nosotros los que lo construimos. Antes no había nada” aseveró y no le falta razón. Al estar abandonados por el gobierno, muchos granjeros blancos garantizan su seguridad con sus propios medios, patrullando por la noche armados con pistolas. “Hay que protegerse. Queremos estar tranquilos”, justifica Marli Swanepoel, de 37 años. El grave peligro en el que viven, ha originado que surjan voces exigiendo la creación de grupos armados para combatir a los terroristas negros. Lo cierto es que hoy Sudáfrica está al borde de una guerra racial de la que los muchos medios no hacen eco, pero que es culpa exclusivamente de quienes ahora (des)gobiernan al país. De la gran potencia económica, militar y política que estaba camino a convertirse con los blancos, hoy Sudáfrica esta completamente arruinada por aquellos que la han destruido sistemáticamente desde 1994 :(