Es la entrega exclusiva de la saga Diablo para tablets y smartphones centrado en el multijugador y el juego en solitario. Se trata de un nuevo capítulo en la serie de rol y acción en la que cazamos y abatimos demonios y otras criaturas sobrenaturales que está desarrollado por Blizzard en colaboración con NetEase Games y pensado para las plataformas táctiles de iOS y Android, dos ecosistemas en los que la empresa ha tenido mucho éxito con Hearthstone. El anuncio de su llegada se produjo en el escenario de la BlizzCon del 2018, un evento que tuvo lugar el pasado año y que nos dejó un sabor de boca agridulce. Es comprensible, muchos daban por hecho el anuncio de Diablo 4, pero al final todo lo que tuvimos fue la confirmación de esa versión para tablets y smartphones. Blizzard es consciente de la polémica que ha generado Diablo Immortal y J. Allen Brack, presidente de la compañía, ha querido salir al paso para aclarar algunas cuestiones que, francamente, son bastante interesantes. Lo primero que ha querido destacar es que cada plataforma presenta sus propias particularidades, y que es imposible ofrecer una experiencia idéntica en todas y cada una de ellas. Esto aplica no solo a las consolas y al PC, sino también a los dispositivos móviles, y se deja notar en Diablo III. Si habéis tenido la oportunidad de probar la versión de Diablo III para consolas y la de PC os habréis dado cuenta de que existen diferencias claras tanto a nivel técnico como jugable. No alteran por completo la esencia del título ni afectan de forma drástica a la experiencia de juego, pero están presentes y confirman la realidad de la que habla J. Allen Brack. Con esto claro podemos entender mejor el resto de las declaraciones que ha ofrecido J. Allen Brack. Ha sido contundente al decir que con Diablo Immortal no buscan replicar la experiencia de jugar a la franquicia en un PC y llevarla tal cual a un smartphone, y en el fondo lo entiendo perfectamente, ya que es imposible. Como sabéis, smartphones y tablets representan una plataforma para gaming muy importante y muy popular, pero tienen sus propias particularidades a nivel técnico y de control, así como sus ventajas y sus desventajas, y por tanto cada juego debe estar adaptado a ellas para ofrecer una buena experiencia al jugador. En resumen, lo que debes sacar en claro de todo esto es que Diablo Immortal no va a ser totalmente fiel a Diablo III, ni en lo que respecta al apartado técnico ni en lo relativo al sistema de control. Como recordareis, la saga Diablo es una de las más populares de los videojuegos, teniendo en Diablo II su entrega más exitosa, y una pieza clave en Blizzard. La franquicia Diablo es una de las sagas de rol de corte occidental más aclamadas en la historia de los videojuegos, desarrollada por Blizzard en 1996 y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo, tanto en personajes como en jugabilidad o gráficos. La primera entrega, que además del modo campaña contaba con partidas multijugador donde los jugadores debían completar mazmorras, se convirtió en un título indispensable gracias a su aspecto gráfico, el desarrollo de diversas cinemáticas y su aspecto sonoro. Por su parte, Diablo II fue el título de la exitosa franquicia que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un pilar del género. Un juego que contaba con muchos elementos de la primera entrega y que traía de incorporaba cinco nuevos personajes a elegir entre el Bárbaro, la Amazona, el Nigromante, la Hechicera o el Paladín. En esta ocasión, la historia cuenta que el Señor del Terror Diablo es derrotado y su piedra de alma destruida en la Fragua del Infierno. Además, los fragmentos de la Piedra del Mundo corrompen la tierra y los invasores demoníacos comienzan a surgir por Santuario. Debido a su éxito, Blizzard lanzó en 2001 su primera expansión, conocida como Lord Of Destruction, juego en el que Baal, hermano de Diablo, corrompe la Piedra del Mundo, que Tyrael se ve obligado a destruir. Tras varios años en los que la compañía se tuvo que centrar en otros juegos, como Warcraft, no fue hasta el 2012 en el que la compañía lanzó al mercado Diablo III. Un juego ambientado 20 años después de los hechos narrados en su segunda entrega. En esta ocasión una estrella cae de los cielos sobre Nueva Tristán; un augurio de la antigua profecía del fin de los tiempos. El juego fue acogido con éxito por parte de los fans acérrimos de la saga, pero no tuvo el éxito que la compañía esperaba, por lo que en el 2014 lanzó su primera expansión: Reaper Of Souls. La historia de Diablo Immortal tiene lugar entre el final de Diablo II: Lord of Destruction y el comienzo de Diablo III. Esta nueva entrega permitirá a los jugadores explorar lugares familiares de la saga, desde la tranquila aldea de Wortham y la antiquísima biblioteca de Zoltun Kulle hasta la asfixiante jungla de Bilefen. Incluso podrán descubrir recovecos hasta ahora desconocidos de Santuario. De momento, seguimos sin tener una fecha definitiva de su lanzamiento, pero todo parece indicar que el juego está terminado y que Blizzard está dándole los últimos retoques, así que su llegada debería producirse en los próximos meses :)