Como sabéis, tanto en Gran Bretaña como en otros lugares, se percibe que la mayor amenaza para el futuro del Reino Unido es la apuesta por la independencia de Escocia. Y Gales quiere seguir ese ejemplo. Precisamente YesCymru, una organización que defiende la independencia de Gales ha tenido un espectacular aumento del 900 por ciento en su membresía solo durante el año pasado. “No estoy tratando de asustar a la gente. En 10 años, o seremos parte de Inglaterra o seremos independientes” dijo su presidente Siôn Jobbins. El grupo tiene dos objetivos clave: que Gales tenga una constitución independiente y que obtenga reconocimiento internacional a través de un asiento propio en las Naciones Unidas. Si bien la mayor parte de la cobertura de los movimientos independentistas en otras latitudes se centra en los aspectos legales, en Gales existe un poderoso argumento cultural: el país tiene su propio idioma, el cual es hablado por el 28,5 por ciento de la población. Pero en un giro irónico, Jobbins afirma que los esfuerzos por mantenerlo vivo, de alguna manera, han atrofiado el argumento para convertirse en una nación independiente. Durante cientos de años, el orgullo por el idioma ha promovido un sentimiento de identidad que ha prevalecido sobre el pasaporte que deben usar los galeses. “El tipo de personas que son partidarios de la independencia y que tradicionalmente impulsaron el idioma galés, afirman que no es un argumento constitucional” anotó Jobbins. “Para muchos, fortalecer el idioma era más importante que la independencia. Está el ejemplo de Irlanda, que algunos ven como un error. Se independizaron, pero no revivió su idioma. Entonces, ese fue el principal impulsor: 'no hemos sido independientes durante 400 años, por lo que debemos centrarnos en nuestra cultura” indicó. Ese fue también el caso del principal partido político independentista, Plaid Cymru. “Desde 1970, sus líderes tenían un problema con la palabra independencia, ya que creían que nadie es realmente independiente porque todos los países son interdependientes. Se trata de que el estado no sea todopoderoso. Eso se remonta a los tiempos del Papa, cuando nadie era realmente soberano. Pero a pesar de esta historia complicada y las opiniones divergentes sobre lo que realmente significa la independencia, las cosas están cambiando actualmente. Por lo general, las personas mayores se resistían al uso del idioma galés, y preferían hablar en inglés. Pero las generaciones más jóvenes ahora tienen una visión diferente”. “A algunas personas mayores de 65 años e incluso de 50 no les gusta la independencia y pueden tener incluso actitudes anti-galesas. Los más jóvenes en cambio, incluso los que no hablan galés, tienen una actitud más favorable hacia la independencia. El argumento era que quienes hablaban galés vendrían a nuestra ciudad capital, Cardiff, y quitarían puestos de trabajo a los angloparlantes. Ahora puedo pedir un capuchino en galés en Cardiff, pero nunca lo habría hecho hace 20 años. “Para las personas nacidas a partir de los años 90, su miedo al uso del galés es mucho menor. Tenemos una generación de 30 años que está relajada. Puede que no lo hablen con fluidez, es probable que comprendan algunos conceptos básicos, pero lo cierto es que no hay forma de que el inglés deje de hablarse en Gales". Los niños pueden hablar inglés o galés en la escuela. Las estaciones de radio y televisión también transmiten en ambos idiomas. Incluso los futbolistas del país también hacen entrevistas en galés, si pueden hablarlo, y es un paso significativo ya que, tradicionalmente, el fútbol se había considerado un deporte "inglés" mientras el rugby se consideraba el juego de Gales” afirmó Jobbins, quien agregó: “El idioma podría haber sido un tema que nos podría haber dividido irremediablemente, pero generalmente no ha sido así. Es mas, muchos de los problemas que afectaron una corriente favorable a favor de la independencia hace 10 o 20 años hoy ya no existen". Cabe destacar que otro punto de presión ha sido el Brexit, el cual ha impulsado la independencia, a tal punto que la mayoría de los votantes galeses (52,5 por ciento) optó por abandonar la Unión Europea. “Mientras en Gales las personas que se sienten más galesas que británicas votaron por quedarse en la Unión, en Inglaterra fue al revés. El Brexit ha revolucionado las cosas. La gente que no pensaba mucho en separarse del Reino Unido y que se enorgullecían de ser británicos, tenían la sensación de que las cosas podrían empeorar si dejamos la UE, así que pensaron: ‘salgamos del paso’. A muchos galeses ahora les gusta la idea de salir adelante y liberarse del tutelaje inglés. “No solo ha sido la votación del Brexit que les ha abierto los ojos, sino el efecto posterior que ha atraído a una gran cantidad de votantes a YesCymru" aseveró. Cabe destacar que el argumento económico a favor de una Gales independiente no está tan bien establecido como el de Escocia, que tiene reservas de petróleo y productos reconocidos mundialmente como el whisky. Pero Gales, con una población de 3,1 millones, no obstante tiene sus propios ingresos, como el 15 por ciento de la energía mareomotriz de Europa y el hecho de que genera el doble de la cantidad de electricidad que utiliza. También es un exportador neto de productos alimenticios. “El sudeste de Inglaterra se basa en servicios. Somos débiles allí, pero proporcionalmente fuertes en la fabricación. Hay gente pobre en Gales, pero Gales no es un país pobre" afirmó Jobbins, quien no ve las preocupaciones sobre qué moneda se usaría como un obstáculo para la independencia. Sostiene que Gales podría seguir usando la libra esterlina, adoptar el euro o tener una nueva moneda. “Estuve en Eslovaquia al año de su ruptura con los checos y todavía usaban su moneda, la corona. Pero luego fabricó la suya propia. Ello demuestra que no poseer inicialmente una moneda propia no es un problema y solo fortalecería la libra esterlina si una Gales independiente decidiera seguir usándola” admitió. Por supuesto, todo esto solo cobra relevancia si se realiza un referéndum y los galeses votan por la independencia. Encuestas recientes sugieren que el apoyo a un referéndum ronda el 30 por ciento, por lo que los partidarios de la independencia están preocupados de que tendrán que moverse rápidamente, si Escocia termina separándose del Reino Unido. Precisamente, recientes encuestas muestran un apoyo récord a favor de la independencia de Escocia, y además el Partido Nacionalista Independiente (SNP) se mantendrá en el poder tras las elecciones escocesas de mayo. Si lo hace, se ha comprometido a exigir otro referéndum, tras la votación fallida del 2014. La preocupación es que si Escocia abandona el Reino Unido, el parlamento de Westminster endurecería las reglas para bloquear la salida de Gales. Como explicó Jobbins, “Existe una amenaza existencial para la identidad galesa. Nos preocupa que la progresión lógica del Brexit sea un estado británico unificado, que se remonta a la década de 1970. “Si Escocia se va, será una crisis para Gales, ya que tendríamos que votar en un plazo de 12 a 18 meses. Y solo tendremos una opción: incorporación o independencia. Es lo peor para nosotros, porque estamos tan cerca de Inglaterra. “La independencia de Gales podría llegar mucho más rápido de lo que nadie anticipó. Y si no sucede tan rápido, tal vez nunca lo hará”. “Hay un sensación en Gales de que fue una ‘suerte’ que Escocia fuera obligado a conformar parte del Reino Unido en 1707, sin incorporarse totalmente a Inglaterra. Y sucedió lo mismo con Irlanda, donde cada país conservo su propio sistema de gobierno. Si ello no hubiera ocurrido de esa manera, todos seriamos ingleses ahora. Pero si Escocia se va pronto, estaremos en problemas, y eso será una gran motivación para nuestra gente”. Cabe agregar que también se celebrarán elecciones en Gales el 6 de mayo. Si Plaid Cymru tiene éxito, se ha comprometido a impulsar un referéndum independentista. Pero Jobbins reconoció que es una apuesta muy riesgosa: “2.000 votos en partes clave de Gales podrían marcar la diferencia de cualquier manera. Nadie sabe lo que va a pasar, pero hemos visto, con nuestro enorme aumento de membresía, que las personas que al comienzo no eran tan favorables a la idea de la independencia, ahora sean los mas insistentes” puntualizó. El 6 de mayo, entonces, podría darnos una buena idea de cómo será el futuro del Reino Unido :)