X-37B: ¿Un bombardero nuclear diseñado para atacar a Rusia y China?
El X-37B, un avión espacial desarrollado por Boeing, ha despertado desde siempre la curiosidad de científicos y militares por igual. ¿Será este - oficialmente denominado -“Vehículo de Pruebas Orbitales” una herramienta científica o un avión espía? Incluso se dice que puede ser en realidad un bombardero nuclear diseñado para atacar a potenciales enemigos de los EE.UU. como Rusia y China. Esta misteriosa nave, impulsada al espacio por un vehículo lanzador y capaz de aterrizar como un vehículo espacial, ha alcanzado recientemente un total de 908 días en órbita en una misión secreta del 2020 al 2022. Por razones de seguridad, es probable que no se disponga de datos concretos sobre las misiones de prueba y sus capacidades militares. Sin embargo, a la vista de la duración de su último vuelo, es inevitable preguntarse por su potencial letal y su capacidad para realizar misiones militares. Un X-37B evolucionado podría, por ejemplo, defender potencialmente los activos satelitales de armas ASAT o antisatélite enemigas. Además, de acuerdo a la doctrina del Pentágono sobre el uso de la fuerza letal, el X-37B podría destruir satélites u objetivos enemigos desde lugares de ataque fuera de la atmósfera terrestre. No es de extrañar por ello que Rusia - al igual que China - está convencido de que el X-37B sea en realidad un bombardero diseñado para lanzar ojivas nucleares desde el espacio. Aunque exteriormente parece un transbordador espacial, solo tiene una cuarta parte de su tamaño. El X-37B fue galardonado en el 2020 con el Trofeo Collier, un premio muy destacado en el ámbito de la aviación, por ampliar “los límites del vuelo y la exploración espacial”, según la Fuerza Aérea de EE.UU., que entonces dirigían el programa. “Sofisticado y sin tripulación, el X-37B avanza en las tecnologías de aviones espaciales reutilizables y opera experimentos en el espacio que son devueltos para su posterior examen en la Tierra”, dijo en ese entonces la secretaria de la Fuerza Aérea, Barbara Barrett, en un comunicado. Al igual que el transbordador espacial, el X-37B despega verticalmente desde una plataforma de lanzamiento espacial y es propulsado por los cohetes Atlas V o Falcon 9 de SpaceX. Una vez en órbita, dispone de energía interna que puede seguir fácilmente durante más de 1 ó 2 años. También puede maniobrar por sí mismo, y finalmente aterriza en una pista de aterrizaje en la Tierra, como el transbordador o un avión convencional. Según Boeing, el X-37B opera en una órbita terrestre baja con una altitud de entre 240 y 805 kilómetros sobre la Tierra. Aunque técnicamente es posible colocar ojivas nucleares a bordo de la nave en su bahía de carga, la pregunta más importante es: ¿EE.UU. tiene intención de utilizarlos? Por lo cual, en caso de un conflicto con Rusia y China, lógicamente sería el primer objetivo en ser destruido, reconocen los analistas militares. Al respecto, Yan Novikov, director general de la empresa rusa de tecnología de defensa Almaz-Antey, dijo el año pasado que el X-37B perfectamente podría llevar ojivas nucleares. “La historia oficial es que estas plataformas ‘se desarrollaron con fines científicos’ y, bueno, de vigilancia. Pero entendemos que al tener estas capacidades y posibilidades, la nave puede llevar hasta tres ojivas nucleares”, dijo Novikov. Asimismo, añadió que EE.UU. está planeando ampliar la flota de X-37B a ocho para el 2025. Si bien está convencido de que los estadounidenses tienen dos tipos diferentes de naves, el X-37B es ahora mismo el único en el inventario estadounidense. Como era de esperar, Kyle Mizokami, de Popular Mechanics, no tardo en responderle: “Nuestros adversarios pueden creer lo que quieran, el X-37B es precisamente lo que la Fuerza Espacial de EE.UU. dice que es, una nave espacial reutilizable que puede realizar experimentos que pueden ser devueltos y examinados en la Tierra. Es demasiado pequeño y no es lo suficientemente maniobrable para ser utilizado como arma espacial. En primer lugar, el compartimento de carga del pequeño X-37B tiene el tamaño aproximado de la caja de una camioneta estándar (6,9 pies de largo y 3,9 pies de ancho). Mientras que el misil de crucero subsónico Tomahawk podría llevar una ojiva termonuclear W-80, tanto el misil como la ojiva tendrían que ser muy modificados para volver a entrar en la atmósfera terrestre, aumentando el tamaño hasta el punto de que el XB-37B sólo podría llevar tres. Pero al volar en una órbita terrestre baja, será visible para los astrónomos o los operadores de defensa aérea, por lo que se pierde el elemento sorpresa. Además, los rusos tienen misiles de defensa aérea que podrían derribarlo fácilmente. Y aunque pudiera evitar la detección, un ataque furtivo de un X-37B apenas haría mella en las defensas rusas de misiles balísticos. Aunque no es tan emocionante como una mini-estrella de la muerte estadounidense, puede y permitirá a Estados Unidos probar nuevas tecnologías de satélites y sensores en el espacio” aseveró. Que un empleado de una agencia estadounidense diga lo que quiera, lo cierto es que las misiones secretas del X-37B se prestan a muchas interrogantes ¿No os parece?