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viernes, 10 de mayo de 2013

KURDISTAN: El mayor pueblo del mundo sin Estado propio que lucha por su independencia

Esta semana nuestra atención se vuelca al Kurdistán para tratar sobre la historia de un pueblo olvidado por todos los cuales desde hace siglos luchan por su libertad. Son algo más de 40 millones de personas que comparten una nación, un idioma y, en su mayoría, una religión. Pero no sólo no conforman un Estado sino que están repartidas arbitrariamente entre varios países diferentes luego de haber sido traicionados por las potencias occidentales que no cumplieron con la palabra empeñada de concederles la independencia a cambio de luchar conjuntamente contra el corrupto y decadente Imperio Otomano en la I Guerra Mundial. Descendientes de los medos, se asientan desde hace más de 30 siglos en los 500.000 kilómetros cuadrados que forman el Kurdistán, desde los montes Tauro de la Anatolia oriental, en Turquía, hasta los montes Zagros del oeste iraní y el norte de Irak.Su subsuelo tiene una de las mayores reservas acuíferas y petrolíferas de Medio Oriente. Prácticamente todo el crudo extraído por Turquía y Siria y un tercio del que se extrae de Irak provienen de los pozos perforados en territorio kurdo. El pueblo kurdo es indoeuropeo y su sociedad es fuertemente tribal. A pesar de haber sido islamizado por la dominación árabe, aún mantiene fuertes tradiciones vinculadas con la religión mazdeísta de sus orígenes, como la adoración por la naturaleza: Considerados grandes guerreros ("kurdo" significa ´héroe en persa), paradójicamente, han vivido siempre dominados. No obstante, los kurdos gozaron de relativa autonomía tanto durante el Imperio Persa como al principio del Imperio Otomano durante el reinado de Saladino - considerado el azote de los cruzados tras reconquistar Jerusalén - quien era de origen kurdo. A partir del siglo XIX, no dejaron de sucederse las rebeliones kurdas. El feudalismo tribal y la falta de un liderazgo común impidieron la creación de una conciencia nacional y contribuyeron a sofocar sangrientamente los numerosos levantamientos kurdos que se produjeron en los últimos 200 años. Al final de la Primera Guerra Mundial, en la que ayudaron a los aliados contra el Imperio Otomano, los kurdos esperaban como recompensa la independencia prometida según el Tratado de Sèvres de 1920, que trazaba las nuevas fronteras de Medio Oriente y proclamaba la independencia del Kurdistán. Sin embargo, ese tratado nunca se ratificó y fue sustituido por el de Lausana, en 1923, que omitió por diversos intereses, entre ellos los petrolíferos, aquella promesa hecha al pueblo kurdo. Así, el territorio que históricamente le pertenecía fue repartido entre Turquía, Irak, Siria e Irán. Desde entonces, en muy pocas ocasiones han conseguido algún tipo de autonomía. Sólo en 1945, cuando se fundó la República Independiente de Mahabad (Irán), que duró un año, y en la década del 70, en Irak, cuando los kurdos obtuvieron algunos derechos colectivos. Actualmente, gozan de cierta autonomía en el norte de Irak y afirman que el objetivo de Turquía es acabar con esa "experiencia democrática".Pero lo cierto es que después del Tratado de Sèvres no hubo ninguna iniciativa internacional para encontrar una solución global a la "cuestión kurda".La represión ha sido una constante en los países con población kurda. Las matanzas y la destrucción de sus pueblos y ciudades, así como la desaparición de miles de kurdos en operaciones militares, han obligado a casi un millón de ellos a vivir lejos de su hogar. En el caso de Irak, unos 5000 kurdos de la ciudad de Halabja murieron en 1988, cuando el régimen de Saddam Hussein usó gas nervioso contra la población. Otros 182.000 civiles murieron entre 1986 y 1989, durante una operación militar contra las zonas rurales del Kurdistán iraquí, en lo que se conoció como la campaña de Al-Anfal. En la actualidad, son precisamente los kurdos iraquíes los que han conseguido una mayor autonomía política y económica. Tras la invasión estadounidense de Irak en 2003, la comunidad kurda se hizo con el control de su territorio. El llamado Gobierno Regional Kurdo tiene su capital en Erbil, administra una gran parte de los recursos petrolíferos de Irak y es una de las regiones con un mayor crecimiento económico del mundo en los últimos años. En el caso turco, en respuesta a la permanente represión contra su pueblo, Abdullah Ocalan fundó en 1978 el PKK, con raíces marxista-leninistas, que en 1984 inició su lucha contra el gobierno terrorista turco en busca de la ansiada independencia. El sangriento conflicto entre el PKK y el ejército turco han dejado más de 40.000 muertos. La tregua entre ambos bandos anunciada recientemente no cambia para nada la tensa situación que se vive en una zona ya de por si explosiva, que puede volver a estallar en cualquier momento y desatar otro baño de sangre en la región. Kurdistán merece ser libre :(
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