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miércoles, 16 de octubre de 2013

MARINE LE PEN: El Fascismo de siempre

Desde que en 1944 el Mariscal Philippe Pétain fue obligado a dejar el poder en Francia – siendo juzgado y condenado por su colaboracionismo con los alemanes – los fascistas quedaron excluidos del sistema, con quienes ninguna otra fuerza política quería pactar o negociar cosa alguna, sin embargo allí estaban, resistiéndose a su desaparición. Han pasado 69 años y hoy los herederos de Vichy reagrupados en el Frente Nacional se presentan como la alternativa de gobierno tras la debacle de los partidos tradicionales, desgastados por crisis internas y escándalos de corrupción en los que están envueltos. Fundado en 1972 por el xenófobo Jean Marie Le Pen - un paracaidista quien combatió en las guerras coloniales de Argelia e Indochina “con gran ferocidad” según su biografía oficial – se convirtió en el portavoz de la ultraderecha. Sus declaraciones extremistas abiertamente racistas del que hacia gala en sus discursos le gano muchos enemigos. Es por ello que, cuando consiguió saltar por sorpresa a la primera línea de juego en las presidenciales del 2002, provocó el estupor de una sociedad sobre la que todavía planeaban los fantasmas de la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. En aquella ocasión, la reacción fue casi unánime y el conservador Jacques Chirac venció en la segunda vuelta con una rotundidad aplastante: el 82% de los votos. Debido al gran rechazo que generaba en la opinión pública, decidió dar un paso al costado en el 2011 y nombrar como su sucesora al frente del partido a su hija Marine, quien supo darle ese aparente toque de “frescura y renovación” a una agrupación .que ha conseguido naturalizar su discurso para buena parte del electorado galo ¿Por qué Francia es cercana a un personaje ultra como Marine Le Pen? "Lo que tiene es carisma, la que la hace menos repelente que su padre. El electorado de la derecha es totalmente alérgico a su padre, pero su hija no provoca ese rechazo a pesar de tener el mismo discurso radical y xenófobo", afirma Cécile Thibaud, de L'Express. Sus premisas electorales son un férreo nacionalismo frente a la Unión Europea, seguridad, proteccionismo y un marcado carácter xenófobo que le ha llevado a ser investigada por un presunto delito de "incitación al odio racial". Sin embargo, este discurso extremista le ha generado simpatías en amplios sectores de la población que piensan como ella - pero no se atrevían a decirlo en voz alta - quienes ven con alarma la cada vez mayor presencia de inmigrantes en sus calles, exigiendo su inmediata expulsión del país así como el cierre de fronteras y creen que Le Pen será la única que podrá resolver este agudo problema. Es por ello que no debe sorprender a nadie el avance electoral de su agrupación, el cual parece ya imparable a tenor de las ultimas encuestas que colocan al Frente Nacional como la primera fuerza política de Francia desplazando a los partidos tradicionales. En efecto, según un sondeo realizado por 'Le Nouvel Observateur' la agrupación fascista obtendría un 24% de los votos situándoles a la cabeza en intención de voto para las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar en mayo de 2014. Siendo de escalofrío, los datos no explican lo más importante: es la primera vez en la historia que el Frente Nacional, se coloca en cabeza en un sondeo de una elección a escala nacional. La metamorfosis estética, y solo en parte ideológica, desarrollada por Marine Le Pen, ha conseguido lo que su padre nunca pudo lograr: triplicar el número de sus militantes (que hoy roza los 70.000) y situarse a la vez por encima de los socialistas y de la derecha. “El sondeo no es en absoluto una sorpresa”, comenta el sociólogo Eric Fassin, profesor en la Universidad París VIII, “porque confirma lo que se venía advirtiendo en los últimos meses, que el FN ha dejado de ser un partido marginal, colocado más allá del pacto republicano, y se ha situado en el centro del juego político”. La estrategia de la carismática Le Pen, de 48 años, ha conseguido su objetivo: el FN ya no es visto como un demonio, sino como una alternativa real a los dos grandes partidos, el conservador UMF y el oficialista PS, que en el fondo son mas de lo mismo. De allí se explica como el “socialista” Hollande continué con la política económica de Sarkosy y tenga el mismo discurso belicista que su antecesor. Le Pen se ha aprovechado de eso y ha convencido al electorado que ella es la única opción frente al continuismo que ambos representan. De ahí la ascensión del FN en las encuestas. Un hecho político preocupante por donde se le mire :(
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