Demostrando su poder ante el mundo y que las ridículas amenazas por parte de los EE.UU. y sus lacayos de la OTAN lo tienen sin cuidado, el Presidente ruso Vladimir Putin volvió a ganarle el pulso a Occidente
(que ve impotente y con la rabia contenida como Crimea vuelve luego de un largo intervalo de 60 años, por decisión propia y soberana de sus habitantes a ser parte integral de Rusia) firmando este martes en el Kremlin el acuerdo de anexión con las nuevas autoridades de la península, el cual fue posible tras conocerse el resultado del referéndum de adhesión a Rusia celebrado el ultimo domingo, el cual obtuvo el 96.77 % de los votos. Poco antes, el señor Putin se había dirigido a una sesión extraordinaria del Parlamento ruso con un discurso lleno de referencias nacionalistas en el que calificó la entrega de la península a Ucrania en 1954 durante la dictadura comunista, como un robo a Rusia: "
No pudimos proteger entonces a nuestro pueblo. Pero ahora Crimea vuelve a ser parte inalienable de Rusia", agregó el presidente ruso, quien pidió a la Duma que promulgue a la brevedad posible una ley para que la península pueda unirse a Rusia. Al término de su discurso, el presidente firmó con las nuevas autoridades de la península el tratado por el que Crimea volvía a casa. En medio de aplausos y con toda la solemnidad de la Sala San Jorge del Kremlim como escenario, Putin manifestó que respetará a todos los grupos étnicos de Crimea y que se mantendrán tres lenguas oficiales, ruso, ucraniano y tártaro.
"No pudimos dejar sin respuesta la petición de Crimea y de su pueblo del peligro que representaba para ellos el pustch fascista ocurrido en Kiev que amenazaba su supervivencia. No ayudar a Crimea hubiera sido una traición", dijo. El mandatario ruso negó asimismo haber desplegado tropas en Crimea pese a tener el permiso del Parlamento e insistió en que nunca se superó el límite de 25.000 soldados que el acuerdo con Ucrania permitía mantener en la península donde está estacionada la flota rusa en Mar Negro. Desde la caída del régimen del señor Yanukóvich, fueron apareciendo soldados uniformados pero sin distintivos que fueron haciéndose con todos los puntos estratégicos de Crimea. Rusia nunca ha reconocido estos soldados como suyos, aunque la inmensa mayoría de los observadores considera que son rusos. De otra parte, Putin hizo referencia al ejemplo de Kosovo, la ancestral provincia serbia que le fue arrancada de su seno y que se “independizó” tras una operación internacional que incluyo el bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN y acusó a la comunidad internacional de hipocresía y doble moral.
Si bien señaló que no pretende que se produzcan nuevas divisiones territoriales en Ucrania, en referencia al este del país, de mayoría rusófoba, “pero que si esta se lo pide como ocurrió en Crimea, acudiremos inmediatamente en su ayuda” indicó, lo cual arranco intensas ovaciones de los asistentes a la ceremonia. El decreto firmado el lunes por Putin, que entró inmediatamente en vigor, incluye un reconocimiento para el "estatus autónomo especial" de Sebastopol, la ciudad crimea donde Rusia tiene estacionada a su Flota del Mar Negro. De esta manera se consuma la hábil maniobra de Moscú para retomar el control de estratégicas zonas y contrarrestar el putsch fascista ocurrido en Kiev bajo el patrocinio de la OTAN, con el objetivo de poner el país bajo el control de la alianza atlántica en su infame plan de aislar a Rusia, pero fracasaron en su intento una vez más y tendrán que contentarse con los despojos ya que luego de Crimea, es el turno del este del país que ya ha dado síntomas de querer reintegrarse a Rusia, como lo demuestra las recientes movilizaciones separatistas en Donetsk y Jarkiv (en el sureste de Ucranía) de claro predominio ruso y a la cual Moscú no dejará abandonada a su suerte. Para agravar las cosas, las minorías griegas que viven en el oeste del país junto al enclave ruso de Transnistria (Moldavia) han pedido reiteradamente su anexión a Rusia, lo cual de producirse dejaría a Ucrania sin acceso a las costas del Mar Negro. De momento, además de lograr la reunificación de Crimea, su popularidad se ha disparado en Rusia a más del 70%.
De esta manera, el señor Putin ha demostrado -una vez más sus dotes de gran estadista porque sabe donde golpear al enemigo, La desintegración de Ucrania será culpa única y exclusivamente de las ambiciones de los EE UU y la OTAN a quienes como en Siria, les salio mal la jugada :)