Ya sabemos cuales serán los equipos que disputarán la final de la NFL el próximo 7 de febrero. En efecto, los Broncos de Denver y las Panthers de Carolina serán los protagonistas del Súper Bowl 50 a celebrarse en el Levi´s Stadium de Santa Clara (California) luego de conquistar sus respectivos campeonatos de conferencia para ganarse el boleto al máximo escenario de la NFL en su edición especial de medio siglo. Como sabéis, la final de la NFL congrega frente a la televisión a miles de telespectadores. Su retransmisión dispara las audiencias y los precios de los anuncios que se emiten durante el juego son estratosféricos. Según la revista Forbes, la edición XLIX (que ganaron los New England Patriots por 28-24 a los Seattle Seahawks ) tuvo una audiencia de 114.4 millones de espectadores tan sólo en los Estados Unidos, generando una ganancia de cuatro mil millones de dólares. Como todo buen espectáculo que se precie, la Super Bowl cuenta con la mejor música del momento durante el descanso. En esta ocasión, el encuentro tendrá como atractivo a Coldplay. Para conmemorar el dorado aniversario, la liga decidió cambiar por única vez el logo del Super Bowl y en lugar de utilizar los tradicionales números romanos, ahora el emblema será el número arábigo 50 con el trofeo Vince Lombardi en medio. La idea es resaltar la celebración del primer medio siglo. Es la primera vez que se abandona esta tradición. Cada edición de la final se distingue así porque el tiempo que pasa entre una y otra abarca dos distintos años del calendario. Asimismo, la cadena de televisión CBS usará un nuevo sistema de repetición que ofrecerá una perspectiva de 360 grados y una resolución nunca antes vista. Treinta y seis cámaras colgadas del piso superior del Levi's Stadium podrán congelar el momento y girar en torno a la jugada antes de seguir proyectando la escena. “La teleaudiencia del 7 de febrero será capaz de revisar la visión que tiene el quarterback y la perspectiva de otros jugadores en el campo, y también puede ser sujeta a animaciones” dijo el presidente de CBS Sports, Sean McManus, durante una reunión de críticos de televisión este martes. En España, probablemente este evento pase casi desapercibido. Del partido se pondrán ver algunas imágenes en los telediarios del lunes y poco más. Si acaso, se hablará del anuncio más caro de los emitidos por la televisión norteamericana o de la actuación del descanso. Para muchos europeos, la Super Bowl es un espectáculo más parecido al circo que a una final de la Eurocopa, una excusa para gastar dinero y beber cervezas, en la que el partido es lo de menos. Sin embargo, es evidente que la Super Bowl es algo más. Incluso personas que no sólo es que no son aficionados el football, es que ni siquiera ven ningún deporte prácticamente nunca, se juntan con sus amigos para ver el partido. La final de la NFL se ha convertido por ello en un acontecimiento social de primera magnitud en los EE.UU. Si Acción de Gracias o Navidad son las fiestas familiares, la Super Bowl es el día de los amigos. Algo así como un 4 de julio en pleno invierno. Una ocasión para montar una fiesta en casa, invitar a los colegas, a sus familias y juntarse alrededor de la tele y la mesa. Con cientos de grandes eventos que tienen lugar en territorio estadounidense cada año: un Grand Slam de tenis, tres de golf, finales de NBA o MLB, carreras de Nascar, la liga universitaria... ninguno tiene, ni remotamente, el impacto de la Super Bowl. No es casualidad. Más allá de que sea una buena excusa para montar una barbacoa en casa e invitar a los amigos (algo que harán la gran mayoría de norteamericanos); lo cierto es que el football (lo otro es soccer) es considerado “un deporte espectacular, apasionante, intenso y de una riqueza táctica difícil de igualar” según los entendidos. :)