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miércoles, 26 de octubre de 2016

LIBIA: Enfrentando sus peores temores

Acaban de pasar cinco años del violento asesinato del líder libio Moammar Al Gaddafi a manos de grupos terroristas armados por los EE.UU. tras ser capturado al ser bombardeado por la OTAN la caravana que lo transportaba y Libia - otrora el mas rico del África y que poseía uno de los niveles mas altos de vida - se debate actualmente entre el caos y la desesperación, profundamente fragmentado entre grupos radicales, lo que ha posibilitado que se haya convertido en un santuario de ISIS, desde el cual miles de sus comandos asesinos son enviados como ‘refugiados’ por mar a las costas de Europa para sembrar el terror ‘entre los cruzados’ contando para ello con el ‘auspicio’ de Ángela Merkel quien pretende obligar al resto del continente que recibamos con los brazos abiertos a estas bestias sionistas (creados por los EE.UU. y financiados por Arabia Saudita, los cuales son liderados por un conocido agente del Mossad israelí) que huyen del justo castigo propinado en Siria por la aviación rusa que ha pulverizado literalmente su ilusorio califato y solo les queda escapar a Libia - convertida en tierra de nadie - y de allí intentar llegar a Europa para no responder por sus aborrecibles crímenes ante el pelotón de fusilamiento. Como podéis imaginaros, la anarquía total que se vive en Libia es otro símbolo del fracaso de la política estadounidense en el norte de África y en el Oriente Próximo, que al hilo de la denominada ‘Primavera Árabe’, auspició movimientos supuestamente democráticos para derrocar a los regímenes autoritarios hostiles a Washington, sustituyéndolos por otros más sanguinarios, pero eso si, serviles a Occidente, aunque no fue el caso de Libia. Si bien Gaddafi había coqueteado en sus últimos años con algunos gobiernos occidentales dejando paulatinamente de lado su radicalismo inicial, esto fue visto por sus enemigos - léase EE.UU. - como una muestra de ‘debilidad’ y por ello se encargo a la CIA orquestar movimientos golpistas en la región (a imitación de las llamadas ‘revoluciones anticomunistas' que derrocaron simultáneamente a los regímenes autoritarios en el este de Europa en 1989 aprovechando el colapso de la Unión Soviética, logrando con ello su inmediata ‘adhesión’ a la OTAN ‘para protegerlas de la amenaza rusa’). Estas nuevas revueltas ‘ciudadanas’ que estallaron en una serie de países árabes - desde Túnez hasta Yemen - fueron duramente reprimidas en Libia por Gaddafi y fue la excusa perfecta para instigar su derrocamiento. Fueron siete meses de guerra en la que los terroristas apoyados por ataques aéreos de la OTAN, provocaron el colapso del régimen libio que se vio impotente para detenerlos "Ahora está claro que ganaron el conflicto únicamente porque tuvieron el respaldo de la OTAN, pero que son incapaces de construir un Estado ellos solos", comentó al respecto el periodista irlandés Patrick Cockburn, quien ha trabajado para The Financial Times y The Independent, que además cubrió el conflicto. "El problema que vive Libia es que EEUU y los países europeos pretendieron hacer creer que la oposición a Moammar Al Gaddafi era ‘liberal y democrática’, tal como ahora califican hipócritamente a quienes luchan en Siria contra el régimen de Bashar Al Assad, cuando en realidad son terroristas de ISIS financiados y armados por países retrógrados como Arabia Saudita o Qatar" aseveró. Pero ni Estados Unidos ni la OTAN previeron un plan para el país tras la desaparición del líder libio, quien la mantuvo unida con mano de hierro durante 40 años. La conclusión es que hoy Libia es un Estado fallido con tres autoproclamados ‘gobiernos’ apoyados por facciones armadas que luchan fieramente entre si por el poder y el control del país y sus riquezas Uno de ellos es el pomposamente llamado ‘Gobierno Nacional de Unidad’, promovido y reconocido por la ONU, pero ignorado dentro del país al ser considerado colaboracionista. Otras milicias respaldan al que tiene su sede en el área de Tobruk y existe un tercero que ‘gobierna’ en Trípoli. Una prueba de este caos la hemos tenido hace unos días, cuando la Guardia Presidencial ha retirado su apoyo al Gobierno de Unidad Nacional, acusándolo de haber agravado la crisis política, económica y social por la que atraviesa el país. "Desde su llegada a Trípoli, el Consejo Presidencial designado por la ONU ha fracasado en su misión de proveer a la población de las necesidades básicas y de lograr un consenso con el resto de fuerzas políticas, al tiempo que se agudizaba la crisis económica y de seguridad", manifestaron en el Parlamento representantes de la Guardia. La Guardia Presidencial se ha sumado a las milicias de Trípoli, lo que ha sido considerado por el Gobierno oficial como un "golpe de Estado". De este conflicto está sacando partido la rama libia de ISIS, que en este último año ha avanzado desde sus posiciones en el oeste del país hasta Bengasi y Sirte, haciéndose fuertes en las zonas conquistadas, a pesar del hostigamiento de las milicias. Y para agravar esta caótica situación, Libia se ha convertido en el punto de llegada de miles de terroristas de ISIS procedentes de Siria e Irak, los cuales haciéndose pasar como ‘refugiados’ parten en cientos de embarcaciones hacia las costas europeas convirtiendo su presencia en un gran peligro para la seguridad de nuestros países al permitir su llegada y no hundirlos en altamar como debiera ser. Es la trágica descripción de un auténtico territorio sin estado en el que no existe la ley y en el que es imposible desarrollar unas mínimas políticas económicas y sociales que contribuyan al progreso de los ciudadanos. Libia, como ha ocurrido en Irak o en Egipto, son ejemplos de lo mal que se ha gestionado por los EE.UU. en su vano intento de querer implantar a la fuerza su ‘democracia’ en unas sociedades que han sido gobernadas por regímenes autocráticos desde el comienzo mismo de su existencia y que nunca han gozado de una forma de gobierno al estilo ‘occidental’ y a ello ha contribuido enormemente su religión: el Islam y la democracia nunca han sido compatibles entre si y jamás lo serán. Los resultados de esa aventura imperialista impuesta por Washington en la región está a la vista de todos y como podéis notar, el remedio ha sido peor que la enfermedad: en forma de caos político, de guerra civil o el ascenso de otros dictadores más crueles que los anteriores. Egipto es un claro ejemplo de ello :(
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