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miércoles, 16 de noviembre de 2016

VIENA: Esplendor y magnificencia en el corazón de Europa

Ubicada en el centro del continente y con una agitada historia, la capital imperial de los Habsburgo tiene mucho que ofrecer a quienes desean conocerla y descubrir sus encantos. Para los que no dispongáis de demasiado tiempo al visitar la ciudad, hemos preparado un itinerario que incluye sus principales atracciones ¿vale?.. Las visitas están planteadas en torno al supuesto de que lleguéis a Viena un viernes por la tarde y os quedéis hasta el domingo. Si queréis seguir el itinerario cualquier otro día de la semana, no olvidéis revisar los horarios de los museos y del resto de atracciones, ya que podrían variar. Si llegáis a Viena el viernes por la tarde, probablemente no tengáis demasiado tiempo para visitar museos ni demasiados monumentos pero, luego de dejar las maletas en el hotel, tendréis tiempo suficiente para disfrutar de algunos de los mejores lugares del centro de la ciudad y tomar una cena típica vienesa. El mejor punto de partida para conocer Viena es acercase hasta la parada de metro Stephansplatz, situada en pleno corazón de la capital; una vez allí, podréis visitar la Catedral de San Esteban, el símbolo religioso más importante de Viena. Una vez que salgáis de la catedral, tomad la calle que va hacia la izquierda (Kärntner Strasse) que os llevará hasta la conocidísima Ópera de Viena. Aunque ya será tarde para visitarla por dentro, siempre es un buen momento hacer algunas fotos del emblemático edificio. Probablemente sea una buena hora para cenar, ya que los restaurantes suelen cerrar temprano. Volviendo sobre vuestros pasos hasta la zona de la catedral, podréis encontrar diferentes restaurantes en los que se sirven los consistentes platos típicos vieneses. Aquí finaliza el itinerario de hoy ya que mañana será un día cansado. El itinerario del sábado debería comenzar sobre las 9 de la mañana en la parada de metro Herrengasse. Desde allí podréis llegar en pocos minutos hasta el Palacio Imperial Hofburg, el que fuera lugar de residencia de los Habsburgo durante más de 600 años. La visita al Hofburg es una forma de adentrarse en la interesante historia de Viena de un modo lúdico. Durante el recorrido podréis ver el Museo Sissi, basado en la intensa vida de la excepcional emperatriz, además de los apartamentos imperiales que compartió con el emperador Francisco José. Para obtener un interesante descuento, recomendamos que compréis la entrada combinada que incluye la visita al Palacio Schönbrunn. A la salida del Hofburg llega el momento de visitar la cercana Biblioteca Nacional Austriaca, una de las bibliotecas históricas más bonitas del mundo. Al salir de la biblioteca, cruzad el parque Burggarten para llegar, a través de la Ringstrasse, hasta la Ópera de Viena. Es importante que comprobéis los horarios de las visitas en su página oficial, ya que suelen estar entre las 13:00 y las 15:00, pero pueden variar. Tomando los tranvías 1 y 2 podréis recorrer la famosa Ringstrasse, una gran avenida circular en la que se ubican gran parte de los edificios más importantes de la ciudad - como son el Ayuntamiento, la Bolsa, el Parlamento, el Burgtheater, la Iglesia Votiva o la Universidad – y que fue testigo del gran desfile triunfal de Adolph Hitler en 1938 cuando los austriacos decidieron libre y soberanamente integrarse al III Reich. Luego de ver tantos edificios imponentes, llega el momento de deleitarse con una arquitectura muy especial, casi de cuento. Se trata de los bloques de viviendas denominados Hundertwasserhaus, unos edificios de originales colores y formas fantasiosas. Para terminar el día de un modo relajado, si hace bueno nada mejor que disfrutar del ambiente animado del Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo en el que podréis subir en la noria gigante, que lleva funcionando desde 1897. En el parque hay varios sitios entre los que elegir si os decidís a cenar allí mismo. El día comienza sobre las 9 de la mañana, en la parada de metro Schönbrunn donde, cómo no, podréis visitar el Palacio Schönbrunn, antigua residencia de verano de los Habsburgo. Luego de recorrer el palacio y sus preciosos jardines, tomad el metro hasta la estación Kettenbrückengasse, donde se encuentra el conocido mercado Naschmarkt. Allí, seguro que encontráis algún restaurante que os guste para hacer una pausa. De vuelta al centro de la ciudad podéis acercaros a conocer la Cripta Imperial, situada bajo la Iglesia de los Capuchinos, cuya austera fachada contrasta con su interior. Allí se pueden ver los monumentales féretros en los que descansan los miembros de la realeza austriaca. Para terminar con sabor dulce vuestra visita a la ciudad, nada mejor que tomar un café acompañado por un pedazo de la conocidísima tarta Sácher. Que más se puede pedir. Luego de seguir nuestro itinerario, si todavía tenéis más tiempo en la ciudad, aún os queda una gran cantidad de lugares interesantes por conocer en Viena: el Palacio Belvedere, la Escuela Española de Equitación, el Museo de Historia del Arte, el Museo del Reloj o el Museo de Carruajes Imperiales. Las horas te parecerán cortas para visitar tanta maravilla. Si tenéis varios días para visitar Viena, puede que sea buena opción animarse a hacer una excursión a alguna ciudad cercana; en este caso Bratislava (capital de Eslovaquia) es un destino ideal para pasar un día. Para finalizar, os dejo con un espectacular timelapse para recorrer Viena en sólo dos minutos y que os invita a descubrir la preciosa capital austriaca. Además, en el vídeo podéis entrar en un restaurante, tomar un tranvía y hasta disfrutar de un festival. ¡Es una pasada! Os dejamos con él :)
A Taste of Vienna from FilmSpektakel on Vimeo.
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