Se cree un ‘predestinado’ para resolver los problemas del mundo, pero con sus acciones no hace sino agravarlos hasta el límite. Nos referimos a Donald Trump, quien en su insania ha colocado al mundo al borde de la III Guerra Mundial. En efecto, desde que llego a la Casa Blanca, ha dado muestras de su demoníaca personalidad, atacando con misiles a Siria, amenazando a Corea del Norte con invadirla, ‘advirtiendo’ a China por el control del Mar Meridional, acusando a Irán de ser ‘una amenaza’ para sus intereses, mientras que a su vez, continua ‘rodeando’ a Rusia con tropas de la OTAN. Definitivamente este tío esta mal de la cabeza ¿a que viene ese afán autodestructivo que solo conducirá a nuestro planeta a una conflagración nuclear en la que no habrá ganadores ni perdedores? sinceramente a que no lo entiendo. En relación con Siria, no cabe duda que la confirmación de la muerte del líder de ISIS, Abu Bakr al Bagdadi (un conocido agente del Mossad israelí) como producto de un bombardeo por parte de la aviación rusa, y cuyo cadáver fue mostrado el pasado 30 de junio por la televisión iraní, representa un duro golpe no solo para esa organización criminal, sino sobretodo para sus patrocinadores - léase EE.UU. y Arabia Saudita - quienes invirtieron considerables sumas de dinero en financiarlos, entrenarlos y dotarlos de moderno armamento, con el objetivo de desatar el caos y la violencia en el Medio Oriente y ‘justificar’ así el intervencionismo estadounidense en la región, pero de nada les valió, porque hoy se baten precipitadamente en retirada y son una sombra de lo que alguna vez fueron. Así, la virtual extinción de ISIS significa no solo el fortalecimiento del régimen de Bashar Al Assad, sino también la preservación de la integridad territorial de Siria, como la consolidación del eje Damasco/Teherán bajo el patrocinio de Moscú, algo que Washington no esta dispuesto a permitir. Como consecuencia de ello, Trump ha resuelto preparar una intervención militar en el país, buscando cualquier pretexto en su afán de salvar a ISIS de su derrota definitiva. Y no se le ocurrió mejor manera que la de acusar sin prueba alguna al régimen de Al Assad de estar preparando un ataque con armas químicas contra la población civil, alertando que si ello ocurre “el gobierno de Damasco pagará un alto precio” lo cual podría implicar el inicio de una guerra total contra Siria. Lo preocupante de todo, es que el Gobierno estadounidense estaría ultimando los detalles de ese ataque químico como un operativo de ‘falsa bandera’ para acusar de ello a Damasco, tal como sucedió el pasado 7 de abril. Estas amenazas vertidas por la Casa Blanca se deben sin duda alguna al avance del Ejército sirio, que esta recobrando las zonas ocupadas por los terroristas, sostuvo por su parte el politólogo Alí Ahmad, asesor del ministro sirio de Información. “Al acusar falazmente al Gobierno sirio de ello, los estadounidenses pretenden que todo vuelva al punto de partida”, dijo Ahmad a Sputnik. “EE.UU. ve con preocupación como Rusia y Siria derrotan a los terroristas y recuperan los territorios ocupados, incluidos los que se encontraban bajo control de las tropas norteamericanas. En esa frase generalizada de que se prepara un ataque químico, se responsabiliza de inmediato al Gobierno sirio sin ningún tipo de pruebas, olvidando que los propios estadounidenses fueron observadores del proceso de destrucción del arsenal químico”, puntualizó. EE.UU. se opone a los contactos entre Siria e Irak y busca que se mantengan las zonas de tensión para impedir que el Ejército sirio libere los territorios ocupados por los terroristas y mantenga la unidad del país. “El objetivo de esas amenazas vertidas por Trump es obstaculizar el avance de las tropas gubernamentales en las zonas en las que los terroristas actúan patrocinados precisamente por EE.UU. y sus aliados”, indicó. Ahmad precisó que se refería al sur, al suroeste y a los territorios que ocupó Israel en los Altos del Golán. “En el este, se trata de la región en la que confluyen las fronteras de Jordania, Irak y Siria”, apuntó. La zona, sostuvo, es crucial pata instaurar un estado títere kurdo y es por ese motivo que Washington se opone a que Siria tenga libre contacto con Irak. “Debemos mantener la cautela ante las posibles provocaciones con armas químicas y es que la vez anterior cometieron un gran error al mostrar la zona de las operaciones en la que se vio que todo era un engaño”, alertó. En esta escalada de tensiones, en poco más de un mes, el ejército estadounidense ha bombardeado dos veces a las milicias leales al Gobierno sirio, derribado dos drones iraníes y abatido un cazabombardero del régimen que atacaba a los terroristas, demostrando de que lado están. Todo ello para tratar de evitar lo inevitable: el hundimiento total de ISIS. Hasta hace bien poco, los múltiples actores de la sangrienta guerra en este país han actuado en áreas vastas y delimitadas gracias a canales de contacto bilateral: tropas de Estados Unidos apoyan a los kurdos para tomar Raqqa y a grupos terroristas en el sureste, mientras que Rusia e Irán respaldan, por aire y tierra, a las fuerzas leales al presidente Bashar Asad en las provincias de Alepo y Homs. Pero los avances territoriales han acercado estos frentes hasta acoplarlos peligrosamente. El epicentro de la guerra que se vislumbra tras la esperada caída de Raqqa es la región oriental de Deir Ezzor. Concretamente, el área fronteriza entre el paso de Tanf y la ciudad de Abu Kamal, en manos de ISIS. En Tanf, la coalición internacional que lidera EE.UU. tiene acuartelados unos 200 efectivos ‘opositores’ destinados a ‘combatir’ a ISIS, aunque la realidad es muy distinta. El 18 de mayo pasado, según el portavoz de la coalición Ryan Dillon, "la coalición golpeó a fuerzas prorrégimen que avanzaban bien adentro la zona de desescalada establecida al noroeste de Tanf". La coalición volvería a atacar días después otra posición cercana de milicias pro Asad determinadas a tomar Tanf. Por aquí pasa la vía más corta entre Bagdad y Damasco, lo que algunos medios han denominado el eje iraní. Sin embargo, pese a sus amenazas, Trump no pudo evitar que estas fuerzas chiítas alcanzaran la frontera sirio/iraquí por el norte, cerrándoles el paso hacia Abu Kamal. El 18 de junio, en un golpe más de autoridad, Irán disparó por primera vez seis misiles balísticos contra Deir Ezzor, al noroeste de Abu Kamal. El órdago de Irán vino acompañado, justo en el mismo día, de la decisión sin precedentes de EE.UU. de derribar un caza Suckoi-22 del ejército sirio al oeste de Raqqa. En cuestión de horas, Siria, que ha perdido casi medio millón de vidas y sufre una crisis migratoria sin precedentes debido a la agresión criminal patrocinada por los EE.UU. se vio abocada a un nuevo periodo que, se teme, sea todavía más destructivo. Y es que Trump, quien está profundamente influido por los sionistas, pretende extender sus ataques de Siria a Rusia e Irán. Según varios medios, Washington está dividida entre los halcones -partidarios de escalar el conflicto especialmente contra Teherán, desde que en 1979 la Revolución Islámica del Ayatollah Khomeini derroco al corrupto y sanguinario régimen del Sha Reza Pahlevi, un títere de los intereses estadounidenses y de los sionistas - y quienes evocan la invasión y el posterior infierno iraquí para rechazar tal estrategia. Por lo visto ha optado por la primera opción, para la cual ha ordenado a la flota estadounidense a concentrarse frente a las costas sirias, listas para atacar a una orden suya. Sin embargo, existe un problema que hay que tomar en cuenta y es que sus planes para dividir Siria estableciendo en el norte un Estado títere kurdo, choca frontalmente con los deseos de Turquía, su aliada en la OTAN, cuyo dictador Recep Tayyip Erdogan ha expresado reiteradamente que no esta dispuesto ‘por ningún motivo’ a aceptar la creación de semejante entidad ya que pondría en riesgo sus intereses por lo que no “dudaría” en invadirla al momento de ser creada, aun si ello significaría entrar en guerra con sus ‘socios’ de la Alianza Atlántica. El motivo central es el odio ancestral que se tiene a la población kurda que habita en el este de la actual Turquía (a los cuales no duda en calificar de ‘terroristas’) quienes continuamente se han levantado en armas en busca de su independencia, pero cuyos anhelos de libertad han sido aplastados sangrientamente por el ocupante turco, quien no duda en utilizar la violencia extrema para acallarlos llegando incluso al genocidio - como ocurrió con los armenios -ante el silencio cómplice de Occidente que no condena estos monstruosos crímenes cometidos por Ankara por tratarse de un ‘socio’ de la OTAN. Es por ese motivo que por el momento, los halcones en la Casa Blanca pierden la partida, esperando un cambio de posición de Erdogan, algo que va a ser muy difícil que se pueda conseguir, teniendo en cuenta que tras el fracasado golpe de Estado organizado por los EE.UU. para reemplazarlo por el traidor colaboracionista Fethullah Gülen, el sátrapa turco se ha vuelto mas paranoico que nunca y desconfía hasta de su propia sombra. Entretanto, las milicias kurdas patrocinadas por los EE.UU. han casi rodeado la ciudad de Raqqa y la penetran por este y oeste. Según cuentan los testigos, la batalla se libra entre intercambios de tiros y explosiones calle por calle, habitadas por miles de civiles. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, casi 500 civiles han muerto en Raqqa y Deir Ezzor por bombardeos de la coalición en respaldo a las milicias aliadas. La agencia pro kurda ANHA ha explicado que cientos de civiles, atrapados en Raqqa, han podido abandonar la urbe portando banderas blancas y se han refugiado en territorios controlados por los kurdos. Su caída es cuestión de horas, pero incomprensiblemente en vez de liquidar de una vez por todas a los terroristas allí refugiados, los estadounidenses los ‘invitan’ a trasladarse al oeste para luchar contra el régimen de Damasco, aprovisionándolos previamente con armas y creando ‘corredores’ seguros para que puedan movilizarse, demostrando con ello su abierta complicidad con esas bestias sionistas, que a pesar de todo ello y con su líder liquidado por los rusos, no tienen ningún futuro. “Es por ese motivo que al día de hoy y sin temor a equivocarnos que ya podemos constatar que ISIS prácticamente ha dejado de existir. Solo quedan algunos remanentes - Al Raqa y Mosul - y ya se ve necesario tomar bajo control las tierras que ocupaban los terroristas. Y en ese momento importante, según, opinan en el Pentágono, se necesita intensificar esfuerzos. Igual que en la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. aplazaba abrir el segundo frente y lo abrieron solo cuando ya se podía dividir el territorio, y lo mismo pasa ahora: empezaron a intensificar el potencial para dividir el territorio de Siria de modo provechoso para ellos mismos", dijo a Sputnik el politólogo militar, Andréi Koshkin, para quien, el traslado de los lanzacohetes múltiples Himars al sur de Siria muestra la intención de EE.UU. de evitar que estas zonas vuelvan a estar bajo control de Damasco."Son armas altamente eficaces que funcionan 'por zonas'. Estoy seguro de que ellos [los militares estadounidenses] lo usan para mostrar a las tropas del Ejército gubernamental sirio qué va a pasar con aquellos que traten de recuperar el territorio que ellos [los estadounidenses] ya están controlando", señaló. No cabe duda que a estas horas, Trump esta esperando una ‘excusa’ para atacar a Siria y va a hacerlo aun si no lo encuentra. Pero se da el caso de que Rusia - a diferencia del anterior ataque con misiles perpetrado por Washington - ha anunciado esta vez que no va a permitir que se repita tal ataque y ‘responderá’ del mismo modo si ello ocurre, lo que puede degenerar en un conflicto mayor. A ese respecto, la respuesta del Ministerio ruso de Defensa fue clara y contundente: "Cualquier aparato aéreo, incluyendo los aviones y los drones de la coalición internacional detectados al oeste del Éufrates, en las áreas de Siria en que la aviación rusa cumple sus misiones de combate, será seguido desde tierra y aire en calidad de blanco por los sistemas rusos de defensa antiaérea" agregó el comunicado a modo de advertencia. Esperemos que durante el encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin previsto para la cumbre del G-20 que se celebrara este fin de semana en Hamburgo (Alemania), se pueda llegar a un acuerdo in extremis para evitar el Apocalipsis ¿Estaremos aun a tiempo o atacará a Siria en plena reunión para intentar neutralizar la respuesta rusa? De un demente como Trump podemos esperar lo peor :(