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miércoles, 18 de abril de 2018

EE.UU.: La Bestia muestra los colmillos

Tal como se esperaba, el Criminal de Guerra Donald Trump ordeno el pasado fin de semana un ataque bárbaro y brutal contra Siria sin justificación alguna - utilizando como pretexto una falaz acusación acerca del supuesto uso ‘de armas químicas’ por parte del régimen de Damasco contra grupos terroristas afines a Washington, cuando lo cierto es que se trato de otro operativo de falsa bandera - en su afán nada disimulado de buscar debilitar al gobierno del señor Bashar Al Assad y a su vez, darle un respiro a las bandas criminales por ellos financiados y cuya aplastante derrota es inevitable ya que esta acción no cambiará el curso de una guerra que desangra al país desde hace siete años y que por el contrario, solo intensificará los esfuerzos de los sirios y sus aliados rusos e iraníes para exterminar de raíz a ISIS, Al Qaeda, Al Nusra y otros grupos terroristas creados y entrenados por la CIA para instaurar el caos y la violencia en la zona para ‘justificar’ así el intervencionismo estadounidense en tan estratégica y apetecida región. Fuera del ridículo discurso triunfalista de Trump, ‘de que se habían alcanzado todos los objetivos’ (?), lo cierto es que se trato de un ataque limitado, evitando en todo momento las áreas controladas por los rusos donde precisamente se concentraron para su protección las fuerzas sirias, por lo que no tiene sentido alguno sus palabras. Como sabéis, ya son muchas las veces que Washington, amparándose en acusaciones que nunca fueron comprobadas, ataca a naciones díscolas o bien realiza operativos de falsa bandera para ‘justificar’ una invasión. Quizás la más flagrante fue la de Irak en el 2003, con motivo de las supuestas armas de destrucción masivas de las cuales se dijo hasta el hartazgo que el régimen de Saddam Hussein ‘almacenaba en arsenales’ pero que nunca fueron encontradas tras la invasión, porque nunca existieron, según admitieron los propios estadounidenses, responsables de una guerra civil que desintegro al país que todavía no se resuelve y que ha provocado cientos de miles de muertos. Por entonces, un comité de investigadores que había viajado a Irak negó la existencia de dicho arsenal. Aunque claro, no podrá atestiguar David Kelly, el jefe de esa misión, que realizó más de 40 viajes a Irak entre 1991 y 2003, que tras su rotunda negativa de avalar la excusa de la invasión, apareció muerto por ‘suicidio’ el 18 de julio del 2003, en un bosque de Oxfordshire a siete kilómetros de su casa. Kelly, candidato al Nobel de la Paz, experto en armas biológicas, trabajaba para el Ministerio de Defensa del Reino Unido y de esta manera desautorizaba al Criminal de Guerra Tony Blair, otro de los responsables junto con George W. Bush del holocausto iraquí, pero que aun no han sido castigados por ellos y gozan de absoluta impunidad. Tampoco hubo evidencias de que el gobierno sirio fuera el responsable de los ‘ataques con armas químicas’ en agosto del 2013, que dejaron más de 1700 muertos y provocó la ira del musulmán encubierto Barack Hussein Obama, quien amenazó con arrasar Siria, desplazando a la zona un ejercito de invasión listo para invadir y cometer otra carnicería como sucedió en Irak. Sin embargo, la enérgica advertencia del Presidente ruso Vladimir Putin de intervenir militarmente en ayuda de su aliado, intimidó de tal modo a Obama quien debió recular, anotándose para sí el más grande papelón internacional de un presidente norteamericano, desde la humillante derrota de Vietnam. En aquel caliente agosto, Donald Trump fue uno de los más encendidos críticos a la oscura amenaza de Obama, de lo cual supo sacar importantes réditos políticos posteriormente. Los injustificados bombardeos realizados el último viernes se produjeron precisamente para tratar de evitar la victoria final de Bashar Al Assad sobre los grupos terroristas patrocinados por Washington y que echan por tierra sus delirantes dueños de dividir Siria, ya que el presidente sirio emergería como un factor de la tan postergada unidad del país, lo cual no beneficiaria para nada los planes de Occidente. La guerra por delegación que EE.UU. planeó contra Siria, se ha convertido en un desastre político para los propios norteamericanos, sus aliados occidentales y regionales. El surgimiento de ISIS, la aparición de más de un centenar de grupos terroristas, tributarios tanto de ISIS como Al-Qaeda a lo largo del Islam desde la Nigeria de Boko Haram a la Filipinas de Abu Sayyaf; La larga lista de atentados en Europa realizados por los ‘refugiados’ que son los mismos terroristas que huyen de Siria e Irak tras su derrota ante la ofensiva rusa e iraní para evitar responder por sus abominables crímenes; el resurgimiento del Talibán en Afganistán que también afecta a Pakistán; los demenciales sueños del dictador turco Recep Tayyip Erdogan, que lo impulsa a invadir territorios tanto en Siria como en Irak, aparentemente para combatir a los kurdos, pero que más temprano que tarde desembocarán en nuevos conflictos; la debacle egipcia, en que naufraga a diario el déspota Al-Sisi, quien se hizo ‘reelegir’ hace unas semanas en una pantomima de ‘elecciones’ para eternizarse en el poder al cual llego tras un golpe militar instaurando un régimen de terror, pero que no sabe cómo resolver la gravísima crisis económica, donde su país ha encallado. A la sangrienta represión practicada contra los Hermanos Musulmanes -considerada una organización terrorista - esta la tensa situación en el Sinai, convertido en un santuario del terror de grupos afines a ISIS; el cisma entre Arabia Saudita y Qatar, donde además de sus convulsiones internas, que obligó a las dos corruptas y decadentes petromonarquías a profundas restructuraciones ‘administrativas’, que llevó a muchos funcionarios y allegados a las cortes a prisión por corrupción y provocó el cambio de monarcas en el caso de Doha y de línea sucesoria en el caso de Riad. Sin olvidar la guerra que ha empantanado a Arabia Saudita en Yemen, que a más de tres años de comenzada y que a pesar de la inconmensurable diferencia de fuego a favor de los Saud - armado hasta los dientes por Washington - están sufriendo una derrota vergonzosa frente a los yemenies quienes resisten heroicamente a la invasión con el apoyo de Irán y que han pasado a la contrafensiva como lo demuestra el continuo lanzamiento de misiles contra la capital saudita. De este apretado resumen regional, los únicos beneficiados hasta ahora han sido el enclave sionista que ocupa Palestina, incombustible por su poder de lobby en Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, sumado al anillo de protección mediática de la prensa pro occidental, y su contendiente más acérrimo en la región, Irán, que junto a Rusia y Siria han conjurado los siniestros planes del Pentágono, que entrenaron y armaron a más de 150 mil terroristas y mercenarios occidentales, que desde el 2011 llegaron a Siria, desde todos los rincones del mundo, pero que hoy están en desbandada tras el colapso del ilusorio ‘califato’ de ISIS, despedazada por toneladas de bombas de la aviación rusa y la muerte de su líder Abu Bakr al-Baghdadi ,un conocido agente del Mossad israelí, quien pereció junto a sus secuaces en su guarida gracias a un misil inteligente ruso que los mando al infierno. A raíz del ultimo ataque contra Siria, han surgido voces criticas en los EE.UU. señalando que ha causado mas daño a la propia administración norteamericana que a los mismos sirios. The Washington Post afirmo que Trump trata de ocultar sus vergüenzas intentando desviar la atención pública del ‘Rusiagate’ y las revelaciones de una prostituta en su contra, que han originado un escándalo mediático del cual no sabe como salir porque esta conciente que estos asuntos lo van a perjudicar y mucho. En efecto, el citado rotativo estadounidense en un artículo divulgado el domingo criticó la decisión del mandatario estadounidense de lanzar un ataque con misiles contra objetivos del Gobierno sirio, al que califica de una movida que perjudicó la credibilidad de EE.UU. en el mundo. En este sentido, al evocar la pretensión de Trump de mostrar músculo a Siria y sus aliados, Rusia e Irán, señaló que con este ataque limitado y fracasado, el magnate republicano hizo exactamente lo opuesto.“Los ataques solo eran lo suficientemente fuertes como para impedir que se burle de Washington”, remarcó el diario. A este mismo respecto, recalcó que la propagandística ‘ofensiva’ de Washington y sus aliados, Francia y el Reino Unido, no haya golpeado un aeródromo, ni un avión de guerra del Ejército sirio. “Incluso en los sitios alcanzados por misiles, los sirios tenían mucho tiempo para evacuar los equipamientos (…) No hubo víctimas informadas en el terreno, lo que sugiere que el régimen había evacuado los objetivos”, apostilló. De igual modo, indicó que Trump con su patética acción en Siria buscaba evitar la confrontación con Rusia, “hecho que puede lanzar este mensaje al mundo que nosotros tenemos miedo de Moscú” puntualizó. De todo esto, queda claro que Rusia no es el único ganador ya que la situación pre existente no ha cambiado. Bashar Al-Assad se queda en el poder y, de acuerdo con Krisnadev Calamur, de la revista The Atlantic, “cualquier daño sufrido por las instalaciones militares sirias puede ser reparado rápidamente por los benefactores de Al-Assad, Rusia e Irán. El líder sirio habrá ganado el conflicto, a menos que EE.UU. complemente las acciones del viernes con un rol militar más amplio en Siria, “algo que no se atreverá a hacer para no provocar a los rusos” indicó. Stephen Ledman de Global Research tiene una opinión distinta y es pesimista al respecto: “La pasividad de Rusia ante la escalada de la agresión liderada por Estados Unidos corre el riesgo de que se agrave la situación, incluida una guerra total en Siria, que probablemente se propague regionalmente y se convierta en la tan temida III Guerra Mundial. Para nadie es un secreto que Irán es un objetivo principal de este ataque. La estrategia estadounidense / israelí de larga data apunta a reemplazar su régimen por un gobierno títere pro occidental como en Ucrania, un objetivo clave de ambos países. El sábado, luego del ataque a Siria, ocurrió un incidente en un depósito de armas iraní cerca de Aleppo donde fueron reportadas una o mas explosiones fueron reportadas por medios occidentales. Si bien medios sirios dijeron que el sitio fue bombardeado por un avión de guerra israelí, voceros de Hezbollah lo negaron, afirmando que la explosión ocurrió dentro del depósito y no estaba relacionada con un ataque aéreo. Tampoco se han confirmado informes separados de ataques aéreos contra objetivos del gobierno sirio en Deir Ezzor, donde las fuerzas gubernamentales están luchando contra los terroristas apoyados por EE.UU. en el área. Cabe recordar que el sábado, Mike Pence advirtió sobre un 'precio a pagar' y dijo cínicamente que Trump 'está preparado para sostener este esfuerzo ... si las armas químicas se usan nuevamente contra hombres, mujeres y niños'. No existe ninguna prueba de que las fuerzas sirias alguna vez los usaron. Entrenados por contratistas del Pentágono en su uso, son los terroristas apoyados por los Estados Unidos quienes recurren a menudo a esta táctica de terror para luego culpar de ello al gobierno sirio. Es probable por ello que ante su inminente derrota, se recurra a otro operativo de bandera falsa como en Duma, la cual probablemente seria seguida de una nueva agresión encabezada por EE.UU. como la que ocurrió la noche del viernes. La pasividad rusa corre el riesgo de empeorar la situación. La diplomacia como una forma de impugnar la agresión liderada por los EE.UU. es una estrategia fallida: disparar blancos contra un adversario implacable, dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograr sus objetivos sin importar cuántas veces haya fallado. Interminables guerras de los EE.UU. en múltiples teatros prueban esta realidad. Más de siete años de guerra en Siria demuestran que si Moscú no desafía enérgicamente a Washington, es probable que la agresión continúe sin fin, escalando hacia algo mucho más serio. Washington no negocia. Exige un cambio de régimen desde el lanzamiento de la agresión contra Siria en marzo del 2011. Los ataques nocturnos contra objetivos sirios pueden haber sido prácticas de tiro para lo que está por venir. Algo mucho más serio es altamente probable. Ante ello ¿Moscú desafiará a Washington de manera intimidatoria como para demostrar de una vez por todas que no tolerará mas acciones hostiles o seguirá siendo un espectador pasivo, confiando en una diplomacia ineficaz, dejando que una mala situación empeore mucho más? Lo que está en juego en Siria es enorme. No responder de la misma manera a la agenda imperial de Washington en el país mucho más allá de la retórica, prácticamente asegura que la guerra se intensificara, ya que creerá que tendrá carta blanca par lo que quiera” puntualizó. Venga ya, la situación es gravísima en la región y si el señor Putin no es más enérgico en su respuesta a la agresión criminal que sufre Siria por parte de los EE.UU. esto va a degenerar irremediablemente. Según The Wall Street Journal, Trump tenía la intención de atacar también a Rusia el mismo viernes, pero que lo disuadió a último momento el jefe del Pentágono, James ‘perro loco’ Mattis. Quien sabe si en la próxima oportunidad, nadie lo haga cambiar de opinión. Si al final se produce un enfrentamiento directo entre Washington y Moscú, el estado mental de Trump será de vital importancia. El hecho de que el protocolo de ataque nuclear estadounidense no contemple que ningún otro alto miembro de la cadena de mando pueda revocar una orden de ataque nuclear del actual inquilino de la Casa Blanca así sea un desequilibrado, es posiblemente la amenaza más aterradora a la que se enfrenta la humanidad :(
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