Una denuncia dada a conocer esta semana saca a luz un tema considerado tabú para el común de los peruanos y que son los absurdos privilegios que goza la Iglesia Católica en este país , da cuenta de las millonadas que ganan curas, obispos y cardenales, con suculentos sueldos equivalentes al que recibe un ministro de Estado, pagado con nuestros impuestos. Venga ya, a mi me toca las narices hablar de esta cuestión porque no puede ser posible que en pleno siglo XXI continué este trato permisivo con una institución tan comprometida con la corrupción y las violaciones de derechos humanos en todos los países donde se encuentra asentada y más aún en Iberoamerica, donde su presencia y su mala influencia es reconocida por todos ( y eso que aquí no digo nada sobre los curas pederastas que se aprovechan de su cargo para abusar sexualmente de inocentes niños y que de una manera repugnante son protegidos por el Vaticano, quienes los cambian rápidamente de parroquia para no entregarlos a la Justicia ). Defensora del Status Quo - donde solo una minoría tiene todos los privilegios - es conocida a través de la historia por su complicidad con regimenes criminales que mediante el terror, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas tratan de acallar a todos los que consideran “peligrosos” para sus mezquinos intereses. Asimismo es de destacar que esta arcaica organización - que hipócritamente se presenta ahora como “defensora de la vida” (?) - tiene las manos manchadas de sangre desde hace mucho tiempo atrás con la creación del siniestro Tribunal de la Inquisición la cual perseguía, torturaba y quemaba vivos a todos aquellos que consideraba “herejes, judíos y masones” contando para ello con la complicidad de las autoridades civiles de la época ¿Y alguien los ha castigado por estos abominables crímenes cometidos durante siglos ?. En estos últimos tiempos han cambiado sus métodos pero los resultados siguen siendo los mismos. Actualmente es conocida su abierta participación en las salvajes represiones cometidas en la región por despiadados asesinos como Videla , Fujimori y Pinochet - bestias sedientas de sangre -a quienes los obispos bendecían las armas con las que luego estos exterminaban a sus victimas sin piedad alguna. Aquí cabe recordar una infeliz declaración del controvertido miembro del Opus Dei, Juan Luís Cipriani - actual arzobispo de Lima - quien en una entrevista minimizo los crímenes cometidos por Fujimori y resumió en una sola frase lo que la Iglesia Católica piensa de ello: “LOS DERECHOS HUMANOS…. ESA COJUDEZ” ¿Y es a aquellos a los que hay que seguir manteniendo con nuestro dinero? ¿Porque nosotros debemos seguir pagando sus elevados sueldos con los impuestos que aportamos al Estado y no lo hace El Vaticano? A modo de excusa, miembros del gobierno aprista esgrimen que existe un Concordato firmado en 1980, que obliga al Perú a pagar del Tesoro público sus remuneraciones y permitirle tener toda clase de gollerías como exoneraciones, inafectaciones y franquicias para todas las actividades que realiza. Por ejemplo, están exonerados del pago del impuesto a la renta, el impuesto general a las ventas (IGV), impuestos a las exportaciones de bienes, no están obligadas a emitir comprobantes de pago por los servicios que prestan, Impuesto Selectivo al Consumo (que incluye el pago de los pasajes internacionales), Impuesto Predial,Impuesto al Patrimonio Vehicular, Licencia de funcionamiento, entre otros aspectos. No es poca cosa ¿vale?.Es hora de acabar con esta inmoralidad denunciando inmediatamente dicho tratado firmado con El Vaticano y quitándoles los sueldos y las subvenciones ilegales que reciben y destinarlas a sectores que si lo necesitan, como por ejemplo los miembros de las Fuerzas Armadas y de la policía que estos días son noticia por su exigencia de tener un sueldo digno y no la miseria que ganan actualmente, amenazando incluso con una huelga policial este 5 de Abril si es que no son atendidos sus reclamos. ¿Que espera este gobierno para solucionar este álgido problema o cree que dejando pasar los días sin hacer nada –como lo han hecho gobiernos anteriores – o enjuiciando a los líderes de las protestas todo se va a olvidar? La indignación en los cuarteles crece porque - con justa razón - se sienten burlados y engañados. La incapacidad de Alan García para terminar con esta incertidumbre es alarmante :(
Caricatura: La República
