A medida que la Fuerza Aérea de EE.UU. piensa en jubilar el veterano avión de vigilancia U-2, o Dragon Lady para el año 2019, la empresa Lockheed Martin desarrolló una aeronave de última generación para su reemplazo, revelando para ello detalles de su nuevo gran proyecto que difícilmente se hará realidad. En efecto, se trataba del TR-X, el cual realizaría misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en las próximas décadas, según Defense News. El TR-X iba a ser bastante parecido al U-2 y dispondría del mismo motor General Electric F118 y capacidad de carga útil. El avión de baja observabilidad sería por ello capaz de realizar misiones a una altitud de 21.000 metros. Asimismo, la empresa tenía previsto implicar también las nuevas tecnologías en su desarrollo, como armas láser defensivas y ofensivas, sistema de comunicaciones más avanzado o dispositivos de guerra electrónica. Uno de los cambios clave del TR-X es que a diferencia del U2, podría prescindir del piloto, una característica que la Fuerza Aérea viene estudiando desde hace mucho para misiones demasiado peligrosas. Sin embargo, a pesar de que Lockheed Martin reveló el concepto del TR-X, el proyecto todavía debía ser aceptado por las autoridades militares de EE.UU. y ello no va a ser posible por el momento, afirmó el representante de la Fuerza Aérea norteamericana, teniente general Robert Otto. Según el militar, la Fuerza no dispone de recursos suficientes para mantener dos plataformas de gran altitud (el U-2 y el dron RQ-4 Global Hawk) como para comprometerse con este nuevo y costoso proyecto. De este modo, Otto opina que el Ejército al fin y al cabo se deshará del U-2 para concentrarse más en el mantenimiento de los Global Hawk. "Nos encanta el U-2, pero no podemos permitirnos ambas plataformas", afirmó el general. A pesar de ello, Scott Winstead, gerente de negocios de Lockheed Martin aún confía de que a pesar de estas objeciones iniciales, el TR-X podrá entrar en servicio alrededor del 2025 y su compañía “insistirá en ello” ya que hay muchos intereses en juego. Pero para su mala suerte y debido a su elevado costo, todo parece indicar que el TR-X será otro proyecto que nunca verá la luz :)