Atacado por tirios y troyanos de una forma despiadada simplemente por decir lo que piensa respecto al peligro que representan los musulmanes y su deseo de prohibirles la entrada al país (una idea por cierto, ampliamente aceptada por los estadounidenses, quienes temen que se repitan en suelo norteamericano los sangrientos atentados realizados por ISIS en Europa), el precandidato republicano Donald Trump es victima de una conjura mediática orquestada por parte de aquellos sectores que quieren verlo fuera de la carrera presidencial hacia la Casa Blanca. Sin embargo, esta interesada campaña no solo se limita a los EE.UU. sino también a Europa, donde por ejemplo se ha pedido vetar su ingreso al Reino Unido. Venga ya, cuanta hipocresía por parte de quienes se creen dueños de la verdad, para los cuales hablar abiertamente de ciertos temas incómodos es algo “políticamente incorrecto” y por ello motivo de censura. Pero por más empeño que pongan, esas críticas interesadas no hacen mella en las preferencias que goza el magnate, el cual sigue a la cabeza de todas las encuestas y es el favorito para hacerse con la nominación republicana rumbo a las elecciones presidenciales del 2016. En efecto, Donald Trump se aferró a su ventaja en la carrera por la nominación republicana, según la primera encuesta realizada luego de su llamado a la prohibición del ingreso de musulmanes a los Estados Unidos. La encuesta fue realizada por Reuters/Ipsos a nivel nacional. Sigue mostrando al empresario al frente de los candidatos que buscan la nominación por el Partido Republicano con un 35% del apoyo, dejando muy atrás al resto de aspirantes quienes virtualmente no tienen opción alguna, ya que a ellos les falta lo que le sobra a Trump para su campaña: dinero y en cantidades siderales. La mayoría de los votantes republicanos, de acuerdo al ejercicio, dijo no sentirse molesto por sus comentarios acerca de los musulmanes e inmigrantes en general y el 64% no encontraron ofensivas dichas declaraciones. En ese mismo sentido, un sondeo realizado por CBS News muestra que seis de cada 10 estadounidenses se dicen a favor de la prohibición al acceso a los musulmanes, señalando que esa prohibición no iría en contra de los principios fundadores de Estados Unidos. Reuters recuerda que la declaración de Trump ha sido la respuesta más contundente de un candidato a la presidencia de EEUU al tiroteo ocurrido en San Bernardino, California, la semana pasada, que dejo 14 muertos y que fue obra de terroristas musulmanes. “Claramente vemos como un gran segmento de la base electoral republicana responde muy positivamente a lo que Donald Trump está diciendo”, considera Alan Abramowitz, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Emory. Al ser primero en las encuestas, todo lo que diga o haga recibirá mucha publicidad y sus adversarios no perderán ocasión para atacarlo a la menor oportunidad, algo Trump responde a su estilo: "Cuando eres el favorito, recibes mucha atención". Asimismo, es conocida su posición a favor de Rusia, considerando un error buscar un enfrentamiento militar con Moscú y por el contrario, es partidario de dejar el campo libre al presidente Vladimir Putin para que extermine a ISIS (una creación por cierto de la actual administración norteamericana y de Hillary Clinton en particular, cuando fue Secretaria de Estado, tal como ella misma lo reconoció). Gusta a muchos porque habla claro y sin miedo a ofender. Porque es tan rico que no debe nada a nadie. Si sus negocios inmobiliarios aseguran la prosperidad para sus hijos, nietos y bisnietos, ¿por qué no puede lograrlo para todo Estados Unidos? El magnate neoyorquino congrega en sus mítines a miles de seguidores y curiosos, un espectáculo que atrae a más periodistas y multitudes de los que algunos de sus adversarios pueden soñar en sus patéticas vidas. Pero el showman sabe tocar teclas sensibles en el electorado conservador, y no sólo el conservador. “A diferencia de otros, no necesito el dinero de nadie”, dijo Trump en un reciente mitin, mientras sus rivales cortejan a donantes para sus campañas. Trump denuncio por ejemplo que su país se ha convertido “en un basurero del resto del mundo” por los inmigrantes ilegales, señalando especialmente a Méjico, al cual acusa de enviar criminales a los EE UU. prometiendo que obligará a ese país a construir un muro, “el mayor que jamás hayan visto, y tendrá un gran aspecto. Si lo llaman el Muro Trump, tiene que ser bonito”. Y promoverá la deportación de los cerca de 11 millones de inmigrantes sin papeles que ahora viven en EE UU. “Lo que piensan ellos no me interesa porque los ilegales no votan” respondió a sus detractores. Sus palabras tienen la aprobación unánime de sus seguidores, quienes no se cansan de aplaudir sus promesas: “Habla directo. Dispara directo. Y no teme decir lo que, desde hace años, todo el mundo está pensando en este país, que es echar a todos los ilegales” afirma uno de ellos y añade: “No tendrá miedo a nadie. No recibirá dinero de nadie: financiará él su propia campaña, así no deberá favores a nadie” puntualizó. “De Donald Trump me gusta que sea honesto, ya que es real. Yo soy igual. No me importa ofender los sentimientos si lo que sale de mi boca es la verdad” aseveró otro de los entrevistados. Es por ello que todo el mundo está convencido de que Donald Trump será candidato en las próximas elecciones - bien como republicano o independiente - y con grandes posibilidades de vencer a Hillary Clinton (aquella Criminal de Guerra con las manos manchadas con la sangre de miles de inocentes en Afganistán, Siria e Irak, al ser responsable de la creación de Al Qaeda e ISIS). Como era de esperar, sus enemigos le desean lo peor, pero hasta ahora los vaticinios sobre su hundimiento no se han cumplido. Y él sigue viajando de un lado a otro del país. Se da baños de masas. Habla sin guión. Desconcierta a sus rivales y a la prensa con la verdad, únicamente con la verdad, aquella que incomoda a muchos. Y disfruta mucho de ello :)