A menos de una semana de que se celebren las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, la Criminal de Guerra y fundadora de ISIS, Hillary Clinton no pudo recibir una peor noticia que la reapertura por parte del FBI de la investigación sobre el escándalo de los emails. Recordemos que hizo uso de un servidor de correo privado cuando era secretaria de Estado, un hecho que fue investigado durante meses para esclarecer si en los miles de mensajes enviados había información oficial e incluso catalogada como reservada, como efectivamente ocurrió. Sorpresivamente y de una forma por lo demás sospechosa, el FBI concluyó que Clinton había sido extremadamente descuidada pero que “no había cometido ningún delito” cuando lo cierto es - por lo que se pudo constatar - su total complicidad con el terrorismo internacional, lo cual bastaba para que hoy estuviera en la cárcel. Ello libró a la hoy aspirante a la Casa Blanca de que el Departamento de Justicia presentara cargos criminales contra ella, lo que fue duramente cuestionado por amplios sectores de la sociedad, ya que las pruebas mostradas sobre su relación con ISIS son abrumadoras. Hasta el viernes, cuando el director del FBI informó de que se han localizado nuevos emails de Hillary Clinton que ahora deben ser analizados, lo que vuelve a reabrir el caso. No se sabe nada del contenido de esos mensajes, que han sido hallados en el móvil y otros aparatos electrónicos del marido de una asesora de la candidata que está siendo investigado por un escándalo de envío de fotos de contenido sexual. Pero el daño ya está hecho porque se vuelve a abrir el debate y da la razón al candidato republicano Donald Trump (el cual por cierto con el 46% de las preferencias supera a Clinton en intención de voto, según un sondeo dado a conocer este martes por ABC/ The Washington Post para desesperación del establishment quien ya la daba por ganadora) quien ha usado durante meses este escandaloso asunto en su campaña, hasta el punto de que llegó a amenazarla en uno de los debates con meterla en la cárcel si él llega a la Casa Blanca. El giro de la campaña ha otorgado un papel destacado a varios analistas que auguran un triunfo del magnate. Así, el experto demoscópico Frank Luntz, célebre por sus “focus groups” (grupos de opinión ciudadana), sostiene que, en este momento, un repaso por estados dejaría a la candidata demócrata por debajo de los 270 delegados electorales que otorgan la victoria. Allan J. Lichtman, profesor de Historia de la American University, que pasa por ser uno de los pocos que han acertado el ganador en los últimos treinta años, prevé la victoria del aspirante republicano: “Las claves históricas, en las que yo me baso, apuntan a un triunfo de Trump por un estrecho margen. Solo un fraude electoral podría quitarle el triunfo” asevero, y vaya que tiene razón. Es por ello y por el bien de la humanidad, es imprescindible unir fuerzas para derrotar a la candidata de las grandes corporaciones y la banca judía de Wall Street, así como de los sectores militaristas del Pentágono y la Casa Blanca, quienes buscan agresivamente de una forma por lo demás demoníaca atacar a Rusia para desatar la tan temida III Guerra Mundial que acabaría con nuestro planeta. “Es por ese motivo que los estadounidenses deben entender que un voto por Hillary es un voto por el fin del mundo en el que vivimos”, afirma el ex subsecretario del Tesoro de EE.UU. Paul Craig Roberts, quien en un articulo escrito en su pagina web, desnuda a Hillary y la muestra cual tal es: “Hillary Clinton no es digna de confianza ya que no dice la verdad y los estadounidenses deben estar concientes del peligro que representa porque su elección significaría la guerra. Sabemos de su violación de leyes y el rechazo de la administración demócrata de hacer algo al respecto, encubriendo sus delitos. Sabemos que Hillary, al igual que Bill, es mentirosa. Sabemos que Hillary es belicista. Sabemos que es la fundadora de ISIS y Al Qaeda y se ufana de ello. Sabemos que Hillary hizo la declaración más irresponsable jamás pronunciada por un candidato presidencial cuando afirmó que el presidente de Rusia Vladimir Putin es nuestro ‘mayor enemigo que merece morir’, llevando así las tensiones entre EEUU y Rusia a un nivel más alto que el de la Guerra Fría. Sabemos que Hillary se ha aliado con los neoconservadores y la banca judía de Wall Street los cuales financian su campaña. La mejor evidencia de esto es la fortuna personal de Clinton, de 120 millones de dólares, y los 1.600 millones que están en su fundación. Está claro que Hillary es el candidato para ese 1%, mientras que Trump es el candidato para el resto de nosotros. Desgraciadamente, la mitad de este 99% es demasiado tonta para darse cuenta de ello. Sabemos que la absurda y desfasada creencia de Hillary de que los Estados Unidos trate de mantener su hegemonía mundial al costo que fuera necesario, llevará inexorablemente a una guerra contra Rusia y China, para lo cual pretende crear un nuevo Eje del Mal conformado por los EE.UU., la OTAN, Israel e ISIS para desatar un conflicto nuclear, sin importarle en lo mas mínimo las consecuencias de sus demenciales acciones que no es otro que la destrucción de nuestro planeta” argumenta el analista norteamericano. “De otro lado, vemos estos días en aquellos medios de comunicación que controla el establisment, una agresiva campaña de demolición contra el candidato republicano Donald Trump, quien al no poder ser controlado por Wall Street - como es ‘habitual’ en la política estadounidense - se ha vuelto en un gran peligro para sus intereses: los mismos oligarcas que inundaron el país con los inmigrantes difíciles de asimilar, que destruyeron la educación pública, que sacrificaron a los propietarios estadounidenses y los jubilados, que tienen la intención de privatizar tanto la Seguridad Social como la medicina, que destruyeron la Constitución de EEUU con el fin de aumentar el poder ejecutivo sobre el pueblo estadounidense, son los que se oponen violentamente a Donald Trump. Este odio enfermizo que le tienen debe hacer comprender al pueblo estadounidense que Trump es la persona adecuada para ocupar el Despacho Oval, en lugar de la Gran Ramera del Apocalipsis (considerada así por muchos debido a sus demenciales afanes belicistas y su enfermizo deseo de atacar a Rusia). Las elites gobernantes están realmente preocupadas por el desafío que representa Trump por lo que no les importa pagar una fortuna por la propaganda anti-Trump en internet y televisión para demonizarlo hasta el extremo con acusaciones tan ridículas y de una forma por lo demás ruin y grotesca como nunca antes se había visto en anteriores campañas electorales en los EE.UU.” aseveró. “Es imprescindible por ello que los estadounidenses se despierten de su indiferencia y reconozcan quienes son sus verdaderos enemigos dispuestos a desatar en su nombre una conflagración mundial. No cabe ninguna duda que la oligarquía dominante odia a Trump porque este rechaza la guerra contra Rusia, cuestiona la existencia misma de la OTAN, promete exterminar a ISIS y se opone a la inmigración descontrolada que está transformando a Estados Unidos en una entidad multicultural carente de unidad. En concreto, esto es lo que dijo Trump acerca de la guerra contra el terrorismo que se lleva a cabo en Siria: ‘No me gusta Assad en absoluto, pero Assad está matando a ISIS, Rusia está matando a ISIS e Irán está matando a ISIS. Entonces ¿porque no aliarnos con ellos para exterminarlos por completo?’ una declaración que ha desatado las iras tanto en la Casa Blanca como de la candidata demócrata al considerarlo un ‘anatema’. Y como no va a serlo, si ellos mismos crearon al monstruo que Trump promete destruir. Hillary Clinton tiene el cinismo de decir que los EE.UU. ‘no están en guerra’ con el Islam. Falso, los EE.UU. están de facto en guerra en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia, Pakistán; involucrados en la guerra encubierta en Irán; y han destruido totalmente Libia. No es difícil saber quien miente. Lo mas preocupante de estos comicios es que a la élite no le importa cómo voten los estadounidenses, ya que quienes programan las máquinas de votación electrónica determinarán el voto”, advierte Craig Roberts, dando a entender que se prepara un fraude masivo para evitar el triunfo del candidato republicano el próximo 8 de noviembre. “Aun estamos a tiempo para evitar de que Hillary Clinton llegue a la Casa Blanca, ya que sería el gobierno más estúpido, arrogante y corrupto de todo el planeta cuyo único propósito es la guerra contra Rusia" concluyó. Venga ya, no cabe duda de que el mundo se encuentra frente a un grave peligro que debe ser contenido antes de que sea demasiado tarde. Nuestra propia existencia esta en juego :(