RECEP TAYYIP ERDOGAN: El autoritarismo le sienta bien
A raíz del fracasado golpe de Estado orquestado en su contra por los EE.UU. para colocar en su lugar al traidor colaboracionista Fethullah Gülen - un clérigo opositor que goza de su protección y ‘confianza’ - Recep Tayyip Erdogan se sintió engañado por aquellos a quienes había servido tan diligentemente todos estos años, aprovechando tal circunstancia para realizar purgas masivas en todos los sectores y ámbitos de la administración pública y privada así como del ejercito, que han ocasionado el ingreso en prisión de cerca de cuarenta mil personas y más de cien mil despedidos, pretendiendo asimismo reformar la Constitución para perpetuarse en el poder por lo menos hasta el 2029. Como sabéis, la misma noche en que se produjo la asonada del pasado 15 de julio (día al que Erdogan pretende designar como fiesta nacional) el tirano apareció en la aplicación de Apple FaceTime, y se dirigió a la nación llamando a la gente a tomar las plazas y las calles para hacer fracasar el golpe. Y tuvo éxito. Poco más tarde calificaría el fallido alzamiento militar como “un regalo de Dios”, ya que le dio la oportunidad de acabar con todos aquellos a quienes consideraba desleales a su régimen. La represión fue feroz en las siguientes semanas, unas purgas que han afectado a miles de personas, muchas de ellas delatadas por vecinos anónimos. Y es que para el Gobierno turco, Fethullah Gülen, de 75 años, es el instigador del golpe, y no ha dejado de pedir su extradición a los EUUU. para que sea juzgado y condenado por sus crímenes, pero Washington se ha negado a entregarlo, lo cual ha deteriorado considerablemente sus relaciones con Ankara. En la madrugada del 16 de julio, cinco horas después del fallido golpe, la situación dio un vuelco súbito a favor del partido de Erdogan, el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Decenas de miles de personas fueron arrestadas de inmediato, entre los que se contaban miles de oficiales y soldados rasos. La humillación para un Ejército tradicionalmente dominado por los kemalistas tuvo repercusiones inmediatas, con la detención de 103 generales, un tercio del total de su mastodónica milicia, sometidos a brutales torturas para que ‘confiesen’ su participación en el golpe y ‘desenmascaren’ a quienes todavía se mantienen ocultos, lo que originó el suicidio de ministros, diplomáticos y generales para no caer en manos de la policía, porque saben el destino que les esperaba. A pesar de los meses transcurridos de la fallida intentona, la represión se ha intensificado a tal punto que en Turquía se vive un autentico clima de terror, donde cualquier tipo de protestas son violentamente reprimidas, intensificando además sus ataques a la minoría kurda en territorio sirio, violando flagrantemente las leyes internacionales al invadir dicho país que se encuentra en guerra contra ISIS, contando para ello con el silencio cómplice de la Unión Europea, a quienes Erdogan chantajea con reabrir sus fronteras para el paso de cientos de miles de ‘refugiados’ - terroristas en potencia - si es que se atreven a criticarlo. En efecto, quienes llevan la peor parte de esta tragedia son los kurdos, victimas de un genocidio sistemático por parte de los ocupantes turcos tanto en Kurdistan como en Siria. Desde hace unos meses, el sudeste de Turquía está siendo el escenario de una operación de 'limpieza' lanzada por las fuerzas gubernamentales contra la población kurda, que buscan su independencia. Erdogan se escuda en varios pretextos para negar el acceso a esta zona a los medios extranjeros y a los periodistas turcos independientes. La información disponible es escasa y controvertida, pero hay informes que señalan que durante estos meses de conflicto entre las autoridades y los kurdos en el sudeste del país se han producido entre varios centenares y miles de víctimas mortales. El episodio más sangriento de esta contienda fue el asedio de la ciudad fronteriza de Cizre, que se prolongó durante varios meses y en el que se desplegaron tanques y artillería pesada masacrando a la indefensa población civil. "Lo más llamativo de ese lugar es el silencio. Cuando caminas por la ciudad te das cuenta de que está en completo silencio", confiesa el corresponsal de RT William Whiteman, que se arriesgo de incógnito para viajar a Cizre acompañado de un camarógrafo local. Aunque solo tuvo una hora para grabar la ciudad, las terribles cosas que vio le han marcado profundamente. Uno de esos hechos fue ver los cuerpos sin vida de 150 kurdos quemados vivos en un edificio “El olor en los sótanos es realmente insoportable” indicó. Según le contó el representante local del Partido Democrático de los Pueblos en el Parlamento, algunos de los cuerpos que se encontraron en el sótano habían sido decapitados además de quemados por orden del propio Erdogan, sostiene el periodista. Ante esta situación, el pueblo kurdo pide un reconocimiento por parte de Europa del genocidio de su pueblo por parte de Ankara. Sin embargo, por el momento sus voces están siendo ignoradas. Hatip Dicle, miembro del Partido Paz y Democracia (BDP), comenta que el encubrimiento actual del asesinato de los kurdos de debe a que Turquía juega un papel clave en la crisis de los ‘refugiados’, que preocupa a Europa, "así que hacen la vista gorda sobre los crímenes del Estado turco a cambio de que Turquía restrinja el flujo de quienes pretenden dirigirse a Europa" aseveró. "Se sabe que en Turquía hay una guerra sucia en marcha contra el Kurdistán y que se está llevando a cabo un genocidio contra el pueblo kurdo. Estos crímenes deben de llegar a su fin. Es hora que los países europeos denuncien las atrocidades cometidas por Erdogan en el Kurdistán y no sigan callados avalando sus acciones" puntualizó. Para empeorar las cosas, ejercer el periodismo también es una actividad peligrosa en Turquía: muchos representantes de esta profesión han sido encarcelados y acusados de terrorismo, mientras que otros se ven obligados a abandonar el país debido a la censura o porque temen por sus vidas. Cientos de canales de televisión y diarios han sido clausurados en lo que va del año. "Erdogan dijo que los periodistas que manifiesten sus simpatías hacia la causa kurda o que simplemente critiquen al gobierno también son terroristas y serán tratados de esa manera", señala William Whiteman. “Creo que la cosa va a ir a peor porque este Gobierno no tiene ningún tipo de tolerancia hacia ningún discurso alternativo o crítico por parte de los medios de comunicación", asevera el periodista. Si bien ‘desengañado’ por las actitudes tomadas por los EE.UU. por su apoyo al golpista Gülen, y por la UE debido a su reticencia a aceptarlo como miembro de la Comunidad, ya que no se trata de un país europeo, Erdogan ahora pretende acercarse ‘tácticamente’ a Rusia e Irán, pero hay que tener cuidado con sus verdaderas intenciones, ya que Turquía ha demostrado contradicciones evidentes por lo que no puede considerarse digno de confianza. La llegada de Trump al poder en los EE.UU. difícilmente cambiara su posición ya que no confía en nadie. Por un lado trata de liderar al mundo islámico sunnita presentándose como el nuevo 'Solimán El Magnífico' explotando en todo lo posible la situación en Palestina, aunque las relaciones comerciales con sus verdugos sionistas son excelentes; Reniega de la OTAN, pero hasta ahora no abandona la organización para integrarse a la órbita rusa; Declara que no es un dictador, pero aplasta sistemáticamente toda oposición y busca instaurar la pena de muerte. Afirma combatir a ISIS pero no dudó en hacer negocios con ellos revendiendo el petróleo robado tanto en Siria como en Irak; Dice ‘respetar’ las leyes, aunque su objetivo declarado es acabar con cualquier atisbo de independencia del Kurdistan a sangre y fuego. Represión en el interior significa para el, expansión. Así lo demuestra su intento de participar en la toma de Mosul. Y de establecer unilateralmente una zona de exclusión en Siria de 45 Km, mutilando así una parte del país árabe e interviniendo en Irak, lo que originaría el estallido de una nueva guerra en el Medio Oriente. No cabe duda que la locura y paranoia de Erdogan arrastraran a Turquía a un proceso de disolución tal vez irreversible :)