Donald Trump, aquella bestia sedienta de sangre, ha vuelto a colocar en estos días su mirada asesina en Irán, amenazándola públicamente de una forma grotesca, utilizando las siguientes palabras: “Para el presidente de Irán, [Hasán] Rouhaní: NUNCA, NUNCA MÁS AMENACES A ESTADOS UNIDOS DE NUEVO O SUFRIRÁS UNAS CONSECUENCIAS QUE NUNCA ANTES EN LA HISTORIA SE HAN SUFRIDO”, tuiteó este enfermo mental con letras mayúsculas luego de volver a la Casa Blanca tras un fin de semana en su resort de golf en Bedminter, Nueva Jersey. “NOSOTROS YA NO SOMOS UN PAÍS QUE TOLERA TUS DEMENTES PALABRAS DE VIOLENCIA Y MUERTE. ¡SÉ CAUTO!” escribió. El exabrupto de Trump habría sido una respuesta a comentarios previos del presidente de Irán, Hasán Rouhaní, quien advirtió a los EE.UU. que una guerra con Teherán sería la “madre de todas las guerras”. Este entredicho se dio en medio de una serie de intensos rumores acerca de los preparativos para un inminente ataque a instalaciones nucleares iraníes que sucedería en los próximos días, según informaciones provenientes de Australia, cuyo gobierno participaría activamente junto a los EE.UU. Israel y el Reino Unido en este acto de agresión a la República Islámica. Si bien a inicios de esta semana el mismo Trump se ha encargado de “rebajar” la tensión, afirmando que desea reunirse con los líderes de Irán “en cuanto ellos deseen”, utilizando el mismo método ya utilizado con Corea del Norte, la amenaza esta siempre presente ya que no se sabe cuando dejara de tomar su medicación y vuelva a las andadas. Al respecto y brillante como siempre, Finian Cunningham nos da su opinión sobre este asunto, el cual debido a su interés, he decidido traducir y publicar, entrecomillado claro esta ¿vale?: “La terrible advertencia de Donald Trump ha renovado el debate dentro de los medios de comunicación estadounidenses sobre si su administración está buscando realmente un cambio de régimen en Teherán o si simplemente usa estas amenazas como un arma psicológica como lo hace con Pyongyang. Como sabéis, incrustado en el discurso público de los EE.UU. está la arrogante y ridícula suposición de que Washington ‘tiene el derecho de buscar un cambio de régimen en cualquier nación del mundo que elija’. Para la clase dominante estadounidense y sus medios de comunicación en manos de poderosas corporaciones judías encargadas de deformar la realidad, esto equivale a un ‘derecho divino’, una misión incuestionable con la que los estadounidenses han sido ‘bendecidos’ por Dios para dominar al mundo (?). Parece una locura pensar de esa manera, pero efectivamente así lo creen. Precisamente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, habló sobre cómo EE.UU estaba haciendo ‘el trabajo de Dios’ para llegar a la gente iraní y alentar el derrocamiento de su ‘régimen mafioso’: ‘A nuestros amigos iraníes estadounidenses e iraníes, esta noche les digo que la administración Trump tiene los mismos sueños de libertad que los del pueblo de Irán. Y a través de nuestras labores y la providencia de Dios, ese día pronto se hará realidad’ afirmo este iluminado, tan demente como su jefe. Irónicamente, Pompeo se refirió a los gobernantes iraníes como ‘hipócritas que se les dan de santos’ ¿Qué significa eso para los estadounidenses que han derrocado a tantos gobiernos en todo el mundo en similar cantidad a los años transcurridos desde la Segunda Guerra Mundial? El nivel de arrogancia e ignorancia entre los estadounidenses sobre la malversación de su propio gobierno nos recuerda la cita del historiador William Blum: ‘Los estadounidenses son como los hijos de un jefe de la mafia que no saben cómo se gana la vida su padre, pero luego se sorprenden cuando alguien arroja una bomba incendiaria a través de la ventana de su sala de estar, afirmando luego hipócritamente: ¿porque nos odian tanto?’. Trump había twitteado airadamente a los líderes iraníes, advirtiéndoles que ‘nunca amenacen a los EE. UU. o enfrentarían consecuencias como pocos en la historia han sufrido’. Viniendo de la única nación que alguna vez utilizó bombas atómicas en una guerra, esto es realmente una retórica odiosa. El estallido demencial de Trump hizo eco de las advertencias previas de ‘fuego y furia’ dirigidas a Corea del Norte antes de su entrevista con Kim Jong-un. Entonces, podría ser que Trump este jugando duro a las negociaciones con Irán. A pesar de todo, es inaceptable que los EE.UU. evidentemente se vean a sí mismos como poseedores de un ‘derecho divino’ ordenado a considerar abiertamente el cambio de régimen contra cualquier nación, ya que no tienen ninguna autoridad para hacerlo. Este desprecio estadounidense por el derecho internacional está en la raíz de las tensiones e inestabilidad mundiales. Irán puede estar en el punto de mira en este momento, pero el mismo principio pernicioso se aplica a todas las naciones, como lo consideran los gobernantes estadounidenses. Hoy Irán, ayer Siria, mañana Venezuela, y así sucesivamente. Hace unos 65 años, en 1953, también se trató de Irán, cuando la CIA y el MI6 de Gran Bretaña derrocaron al primer ministro elegido, Mohammad Mosaddegh, en un sangriento golpe que marcó el comienzo de 24 años de dictadura brutal bajo el Shah Reza Palhevi, un títere estadounidense respaldado por Occidente. La dirección iraní actual tomó el poder en 1979 derrocando en una Revolución al corrupto régimen del Shah, en reacción a la grosera interferencia de los EE.UU. e Israel en la política de Irán. Los medios de comunicación corporativos estadounidenses que se encuentran bajo control sionista, brindan un valioso servicio al gobierno ocultando sus crímenes o haciendo que sean imperceptibles. El corolario de eso es el hecho de que los mismos medios no le hacen ningún favor al público estadounidense al no informarles por qué ciertos países extranjeros consideran a Washington tan abominable, expresando el sentimiento exasperado con una retórica como ‘¡ Muerte a América! ’ Por ejemplo, luego de la amenaza de Trump a Irán de la destrucción de que ‘pocos han sufrido en la historia’, la famosa periodista de CNN, Christiane Amanpour, discutió esta semana con un invitado de su programa los pros y los contras del cambio de régimen. En un momento dado, Amanpour preguntó sin ningún atisbo de como sería una ‘intervención militar’ de los EE. UU. en Irán. Su huésped afirmó que la administración de Trump probablemente no iría por una invasión militar a gran escala de Irán como la que la administración de George W. Bush llevó a cabo contra Irak. En cambio, es más probable que lleve a cabo ‘ataques aéreos limitados contra instalaciones nucleares’. En ningún momento de la discusión de la CNN se cuestionó siquiera el derecho legal o moral de Estados Unidos para atacar militarmente a Irán. La discusión se limitó a consideraciones limitadas sobre la eficacia de la política de Trump para lograr un cambio de régimen en Teherán. Solo para que conste, una política de cambio de régimen es una grave violación del derecho internacional y la soberanía de las naciones consagrada en la Carta de las Naciones Unidas, algo que por cierto a los EE.UU. no le interesa respetar en lo absoluto, trasgrediéndolo una y otra vez las veces que les da la gana. La misma actitud prevalece entre todos los medios de comunicación corporativos estadounidenses. Simplemente no hay escrúpulos ni discusión alguna sobre el ‘derecho al cambio de régimen de cualquier país del mundo’, que dicen tener ‘por voluntad de Dios’. Si bien es cierto que tanto The New York Times como The Washington Post, así como la CNN y otros, publicaron artículos esta semana poniendo en duda la ‘política iraní’ de Trump, pero su ‘preocupación’ no era sobre la violación fundamental de la ley internacional y las terribles consecuencias para la humanidad, sino que las críticas a la renovada beligerancia de Trump hacia Irán estaban dirigidas a la ‘eficacia’ de tal política para lograrlo, no por la política en sí misma. Otro perjuicio a la información pública por parte de los medios corporativos estadounidenses es su falta de perspectiva. Según varios informes, el infame consejero de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, intensificó la beligerancia hacia Irán. Eso fue, aparentemente, luego de que el presidente iraní Hassan Rouhani advirtió a Washington que no ‘jugara con la cola del león’. Pero lo que los medios estadounidenses no han hecho es contextualizar suficientemente por qué los iraníes emitieron tal advertencia, el cual es el resultado a un esfuerzo masivo de la administración Trump por colapsar la economía de Irán al tratar de prohibir sus exportaciones de petróleo al resto del mundo. A ello se suma Mike Pompeo, quien lanzo una nueva campaña mediática por parte de la Casa Blanca para crear un clima de agitación en el país persa contra sus autoridades. Según la agencia Reuters, la nueva campaña desestabilizadora por parte de los medios de comunicación estadounidenses, incluyen las transmisiones de propaganda negra en idioma farsi las 24 horas del día, ‘buscando erosionar el apoyo a los líderes de Irán’. Esta campaña tendenciosa hecha al más alto nivel es abiertamente promocionada por Washington sin una pizca de vergüenza, mientras que a su vez realiza una serie de acusaciones hipócritas contra Moscú por ‘entrometerse’ en la política interna de los EE.UU. algo que solo cabe en su retorcida imaginación. Washington afirma que su ‘derecho’ a confrontar a Irán se debe al ‘patrocinio del terrorismo internacional’ por parte de Teherán. Esto es simplemente una burda patraña, ya que tales acusaciones de Washington están en realidad más acordes con su propia conducta criminal en el Medio Oriente donde ha creado ejércitos enteros de grupos terroristas - Al Qaeda, ISIS, Al Nusra o los Cascos Blancos - junto con sus socios de la OTAN y regímenes asesinos como Arabia Saudita e Israel. La arrogancia de la clase política de los EE.UU. y sus serviles medios de comunicación es francamente repugnante. Durante los últimos tiempos, Washington se ha visto convulsionado por afirmaciones autoproclamadas de ‘interferencia rusa’ en sus asuntos internos. Sin embargo, no se ha presentado ninguna evidencia para dar crédito a semejantes aseveraciones. Pero por la forma en que la corrupta y decadente clase política de los EE.UU. ha reaccionado histéricamente ante las meras reclamaciones, uno pensaría que Rusia cometió la peor trasgresión en la historia moderna. Mientras tanto, con una arrogancia desenfrenada que raya en lo absurdo, reflexionan abiertamente sobre los ‘pros’ y los ‘contras’ buscando un violento cambio de régimen en Irán, como si tuvieran algún derecho para intervenir en asuntos internos de países que no son los suyos. Irán ya ha advertido que no tolerará una agresión estadounidense y que bloqueará todo el transporte mundial de petróleo a través del Golfo Pérsico. Si ello sucede, las repercusiones para la economía estadounidense adicta al petróleo barato, serían gravísimas. Pero el público estadounidense - como siempre desinformado y embrutecido por el veneno sionista - llorará, victimizándose por ello, cuando los únicos responsables son quienes los gobiernan y conducen al precipicio que ellos mismos en su locura, se lo han buscado. Es por ello que se puede deducir que el ‘derecho divino’ de los EE.UU. para derrocar a voluntad regimenes no afines al suyo en todo el mundo, se basa en un ‘derecho divino’ a la estupidez, ‘gracias’ a sus políticos y medios de comunicación que buscan desesperadamente a como de lugar mantener su dominio a nivel global, cuando su tiempo ha terminado y su decadencia es inevitable.” puntualiza la nota. Venga ya, no cabe duda alguna que Trump y la banda de impresentables que lo rodean - escapados de algún hospital psiquiátrico - terminaran por conducir a los EE.UU. al desastre. Mejor para el mundo :)