No cabe duda que el resultado de los comicios del último domingo en ese país ASIATICO (así con mayúsculas) donde el dictador Recep Tayyip Erdogan - que gobierna Turquía con mano de hierro desde hace 21 años - tendrá que disputar el ballotage con el agente de la CIA Kemal Kilicdaroglu el próximo 28 de mayo, añade más incertidumbre a una ya de por si explosiva región. En efecto, con el 99,87 % de las papeletas escrutadas, Erdogan, quien es el candidato por la coalición gobernante Alianza Popular, en la que se integra su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), obtuvo el 49,50 % de los votos, no alcanzando el 50 % más uno que necesitaba para imponerse en primera vuelta. Por su parte, el candidato de Washington, Kemal Kilicdaroglu, de la Alianza de la Nación y líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), recabo el 44,89 %. Erdogan centró su campaña electoral de este año en la promesa de seguir apostando por el sistema presidencial en Turquía, que este año celebra el centenario desde la creación de la república en 1923, y que aspira a seguir siendo un país con una postura independiente en el mundo dispuesto a jugar un papel cada vez más decisivo en la arena global, negándose por ejemplo a participar en el conflicto de Ucrania a pesar de ser miembro de la OTAN, ganándose por ello la animadversión de los integrantes de esa alianza agresiva que de una forma por lo demás descarada apoya al régimen fascista de Kiev, impuesto mediante un incruento golpe de Estado organizado por la CIA en el 2014. No es de extrañar por ello que Erdogan, quien aspira a seguir fortaleciendo el complejo industrial-militar, haya tachado a Kilicdaroglu señalándolo como un agente asalariado de los EE.UU. que siguiendo las “indicaciones” de la Casa Blanca, pretende arrastrar a Turquía a la guerra. En sus críticas, Erdogan no dudo en calificar a Kilicdaroglu como un traidor y lo acuso de estar apoyado por fuerzas terroristas como el ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el movimiento de Gulen (FETO), dirigido por el clérigo Fethullah Gulen, instigador del fallido golpe de Estado en el 2016, que vive refugiado en los EE.UU. protegido a toda hora por agentes de la CIA, el cual no es entregado por los estadounidenses a Turquía a pesar de sus reiterados pedidos de extradición para que sea juzgado por sus crímenes. Venga ya, Erdogan será un tirano a carta cabal, pero Kilicdaroglu no es mejor que él. Muchos analistas estiman que una victoria de este último podría cambiar el curso de la guerra en Ucrania, ya que Turquía fácilmente podría bloquear el paso de la flota rusa al Mar Negro impidiéndoles que reciban refuerzos, algo que Erdogan se ha negado a hacer a pesar de las intensas presiones de Washington en ese sentido. Por lo tanto cabe preguntarse: ¿Una posible derrota del autócrata turco en el ballotage ¿que significaría para Rusia y Occidente? Como sabéis, en los últimos años, el peso diplomático de Turquía ha crecido significativamente. No solo los países vecinos sino también otras potencias mundiales ahora están obligados a tener en cuenta las opiniones de Ankara, señala Amur Gajiyev, investigador del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia. Gracias a su papel como prácticamente el único mediador que ha respondido a la crisis alimentaria mundial -habiendo facilitado el trato de los cereales-, Turquía ha obtenido importantes ventajas y ahora declara abiertamente que “el mundo es más grande que cinco”, añadió. Esto se refiere a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, una situación que, como suele afirmar Erdogan, no refleja la realidad mundial actual. “Turquía tiene como objetivo participar en el sistema de gobernanza global en un nivel tan alto a nivel mundial. Esto ha sido posible principalmente debido al conflicto entre Rusia y Ucrania y el papel de Turquía en él”, dijo Gajiyev. También señaló que Turquía se ha convertido en un poderoso centro de tránsito regional, no solo en términos de energía, sino también de alimentos, transporte y logística. Esto significa que recibe enormes transferencias de efectivo, privilegios y dividendos. Sin embargo, muchos no celebran el hecho de que Turquía se esté fortaleciendo, especialmente considerando la autoritaria personalidad del sátrapa. Durante el año pasado, la intratabilidad de Erdogan se puso de manifiesto en la admisión de miembros de la OTAN: Ankara es el principal oponente a la adhesión de Suecia al bloque y ha acusado a Estocolmo de apoyar el terrorismo kurdo. Por esta razón, los expertos suponen que Occidente espera una victoria de la oposición en Turquía “Kilicdaroglu es el candidato elegido por Washington ya que esta sometido a sus intereses”, dijo Viktor Nadein-Rayevsky, investigador principal del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de Moscú. Señalo que el partido de oposición tiene la intención de volver a la ideología de Atatürkist, que se basa en la perspectiva del fundador del país moderno, el despreciable pederasta Mustafa Kemal Atatürk. “Los atatürkistas se centran en las relaciones con Occidente. Estas ideas, en gran parte abandonadas por Erdogan, ahora se están reviviendo”, asevero. El experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Kirill Semenov, está de acuerdo. Él cree que si Kilicdaroglu gana las elecciones, “[él] trabajará más activamente con los estados europeos, incluida la OTAN, y compartirá las opiniones generales de la alianza”. “Suecia se unirá a la OTAN de todos modos, es solo cuestión de tiempo. Aunque, tal vez, si Erdogan finalmente gana, puede intentar nuevamente retrasar este proceso por razones personales, por ejemplo, porque Occidente y la OTAN apoyan activamente a Kilicdaroglu. Erdogan puede intentar recuperarse y poner algunos obstáculos”, dijo Semenov. “En cualquier caso, una victoria de Kilicdaroglu sería beneficiosa para la OTAN, ya que la política exterior independiente de Erdogan, especialmente dentro de la alianza, no es compartida por todos, definitivamente no por la oposición”, dijo Nadein-Rayevsky .¿Pero cómo afectarán a Rusia las elecciones en Turquía? Dado que actualmente es el único estado integrante de la OTAN que puede mantener un diálogo completo con Rusia, el resultado de las elecciones también influirá en el discurso de Moscú con los miembros del bloque, según Gajiyev. Si Erdogan gana el ballotage, las relaciones de Turquía con Rusia, incluida la cooperación energética y militar, seguirán siendo una prioridad. Nadein-Rayevsky cree que esta es la gran ventaja de Erdogan. Sin embargo, una victoria de la oposición pro-occidental no significaría un declive instantáneo en las relaciones entre Ankara y Moscú, ya que renunciar a todos los beneficios que Turquía recibe de sus relaciones con Rusia sería “un retroceso del cual no tardaría en arrepentirse”, señala Gajiyev. “No creo que ni siquiera la oposición haría eso, sin mencionar a Erdogan. Me parece que las relaciones ruso-ucranianas no darán giros bruscos, especialmente si Erdogan permanece en el poder”, dijo el experto. A partir de ahora, la oposición también habla desde una perspectiva prorrusa. En su manifiesto electoral de enero, Alianza de la Nación “prometió fortalecer los lazos con Rusia a través de un diálogo equilibrado y constructivo a nivel institucional” aunque en realidad haría todo lo contrario. “Fomentaremos las relaciones con Rusia a nivel institucional, no de liderazgo como está sucediendo ahora bajo Erdogan y el Partido de la Justicia y el Desarrollo. Mantendremos relaciones a nivel de instituciones y del Ministerio de Relaciones Exteriores”, afirmo a su vez Unal Cevikoz, vicepresidente del partido para relaciones exteriores. Señaló que con respecto a las relaciones con Moscú, la oposición tendrá en cuenta tanto las relaciones históricas de larga data entre los dos países como la membresía de Turquía en la OTAN. También señaló que “Ankara seguirá siendo un mediador entre Rusia y Ucrania” a la vez que proporcionaría misiles a Kiev. En el colmo del cinismo, dirigiéndose a una reunión de expertos en Moscú, Kilicdaroglu vaticino “el fin del conflicto ucraniano y la continuación del acuerdo de granos como su prioridad” si gana el 28 de mayo. También señaló que las relaciones sanas con Rusia “son de interés para Turquía” ante la mirada incrédula de los presentes en el evento. “Me gustaría comentar sobre los informes de los medios que dicen que las relaciones turco-rusas tomarán un rumbo diferente durante mi presidencia y la llegada al poder de Alianza de la Nación. Nuestro gobierno siempre defenderá los intereses de Turquía. Y a Turquía le interesa mantener las relaciones turco-rusas sanas y dignas”, dijo. Las declaraciones de Kilicdaroglu indican que “no aprueba las opiniones antirrusas” aunque están abundan entre sus seguidores. “¿Cómo desarrollará nuestro gobierno las relaciones turco-rusas? Con previsibilidad, dignidad y respeto”, dijo Kilicdaroglu. Describió la cooperación entre Turquía y Rusia “como una parte esencial de la estabilidad regional y expresó su confianza en que los dos países podrán fortalecer y desarrollar la cooperación en muchas áreas, especialmente en la lucha contra el terrorismo”... cuando va aliado a los comicios con los terroristas del PKK ¿Se puede ser mas incongruente? El candidato también recordó el avión de combate ruso Su-24 que Turquía derribó en el 2015 y el impactante asesinato del embajador ruso Andrey Karlov en Ankara en el 2016. Como señaló Kilicdaroglu, “estos eventos demuestran el frágil estado de las relaciones turco-rusas, que son propensos a las crisis porque la actual administración turca se guía por intereses personales e ignora principios e instituciones”. “El liderazgo deficiente y la imprevisibilidad de Turquía también afectan negativamente las relaciones económicas entre nosotros. Incluso con el volumen de nuestro comercio alcanzando los $70 mil millones, existe un déficit significativo que es perjudicial para nuestro país. Es muy posible cambiar esto y estabilizar nuestras relaciones económicas encontrando un equilibrio mutuamente beneficioso”, dijo Kilicdaroglu, a quien por cierto, no se puede creer una sola palabra. Como señaló Semenov, el rumbo pro-occidental del candidato de la oposición significa que los acuerdos ruso-turcos concluidos bajo Erdogan se desharán. Pero también es un hecho que se impondrán sanciones a Moscú y brindara ayuda militar a Kiev apenas Kilicdaroglu llegue al poder, sin importarle en lo mas mínimo el grado de deterioro de relaciones entre Turquía y Rusia que ello acarreará”, puntualizó. Al respecto, en Europa muchos están convencidos que al tirano le ha llegado la hora y ya se cuentan historias acerca de lo que sucederá con él, debido a que se ha ganado muchísimos enemigos en sus 21 años que ha estado en el poder, donde aplasto sin piedad alguna y en forma sangrienta cualquier clase de oposición, por lo que creen que ha llegado el momento que rinda cuentas de sus actos. Erdogan, que sabe lo que le espera si es derrotado, de seguro hará todo lo posible por evitarlo... y él sabe cómo hacerlo. El hecho de haberse reelegido sucesivamente demuestra que tiene la “experiencia” para alterar los resultados electorales a su gusto. Veremos si en esta ocasión, le sale la jugada.