Es una raza de perro originaria de Staffordshire (Inglaterra) con más de 200 años de antigüedad, creada a partir de cruces de los antiguos Bulldog inglés y Terrier, el cual inicialmente fue utilizado como perro de pelea. En mayo de 1935 se fundó el primer Club de Staffordshire Bull Terrier (The Staffordshire Bull Terrier Club) en el que se fijó su nombre y su estándar. El aspecto general de la raza ha cambiado considerablemente hasta la actualidad. La raza fue creada a partir de cruces de los antiguos Bulldog inglés (que poco tiene que ver con el actual) con Terriers (cazadores de alimañas) de la época para crear un perro (llamado Bull and Terrier) potente y tenaz además de osado y rápido para las peleas de perros, tejones u osos. Los Bulldogs (usados para aguantar las reses mientras se desangraban, para cualquier fiesta, reunión o menester en las granjas, o también para los espectáculos) mordían y no soltaban, y los terriers tenían un temperamento más intrépido. Su primera utilización fue para las peleas con toros y osos en las que se enviaban dos o más perros a luchar contra un oso o contra un toro atado. Una vez se prohibió este entretenimiento, surgieron las peleas de perros en fosos o rings llamados pit, y los pitrats, que consistían en soltar al perro en un foso lleno de ratas y evaluar cuantas ratas mataba en un determinado tiempo; el perro que más ratas matase era el ganador. Ocasionalmente eran utilizados también para la caza. En ciudades como Birmingham y Black Country siguen existiendo evidencias de este entretenimiento, y aún es posible ver «Bull Rings». Más tarde, en Staffordshire, era común entre los mineros de la zona llevarlos al trabajo para realizar combates durante los descansos a veces con fines de distracción, y otras con el afán de ganar algún dinero extra para sobrellevar la pobreza extrema de la época. La condición de la prohibición de la época y la convivencia en familia influyeron en que en la cría de estos perros se los seleccionase para tener un tamaño más pequeño. Como muchas familias no podían permitirse más de un perro, y tenían que convivir con ellos, era de especial importancia que su relación con los humanos fuese lo más cordial posible: para convivir en pequeñas casas con toda una familia era imprescindible esta condición de que los perros fuesen grandes amantes de las personas y en absoluto peligrosos para ellos. Según su estándar en el 'Kennel Club', son perros estables, tenaces, con mucho coraje, valientes, audaces, totalmente confiables y muy inteligentes. Es una de las pocas razas en las que su estándar del 'Kennel Club' indica expresamente que debe ser "totalmente confiable con el humano y especialmente con los niños". Si son bien sociabilizados desde cachorros, el trato con otros animales no supone ningún problema. Debido a su gran fuerza y potencia, no es nada recomendable malcriar ni humanizar a estos perros como si de un "perro faldero" se tratase. El peso de los machos se espera entre 12,5 y 19 kg y las hembras de 10,8 a 15,4 kg. Su talla varía entre 35,5 y 40,6 cm a la cruz, siempre en proporción al peso. Son perros de pelo corto, liso y tupido, de color rojo, leonado, blanco, negro o azul, o cada uno de estos colores acompañado de blanco. Algunas manchas atigradas, atigrado o atigrado con blanco. El color rojo con negro o el color hígado se consideran altamente indeseables. De porte musculoso, atlético. Tronco compacto, con una línea superior recta, frente amplia, tórax profundo y descendido, costillas bien redondeadas. Musculoso y bien dibujado. Cuello musculoso, más bien corto, estrechándose en la parte superior. Se ensancha de forma gradual hacia los hombros. Boca con belfos estirados y bien dibujados. Mandíbulas fuertes, dientes grandes, con un perfecto, regular y completo cierre de tijera (es decir los dientes superiores coinciden perfectamente con los inferiores y son perpendiculares a las mandíbulas). Orejas de rosa o semierguidas, ni grandes ni pesadas. Las orejas grandes, caídas o en punta están fuera del estándar. Ojos oscuros, aunque dependiendo del color del manto son admisibles un poco más claros. Redondos, de tamaño medio, y dispuestos para mirar en línea recta hacia delante. Los bordes de los párpados son oscuros. Cabeza corta, profunda con cráneo ancho. Músculos de la mejilla muy pronunciados, stop marcado, hocico corto, trufa siempre negra. Cola de longitud media, implantada baja, que se afina hacia la punta y llevada bastante baja. No debe curvarse en exceso. Aunque su país de origen, Reino Unido, es donde mayor éxito tiene (es la 7.ª raza más popular en Inglaterra) también en el resto de Europa está teniendo una gran acogida. Dentro del continente Europeo, es en España, Rumanía y Lituania donde esta raza goza de menos popularidad. En Sudáfrica y Australia (antiguas colonias inglesas) también gozan de una gran acogida. En Australia, dicha popularidad se ha ido tanto de las manos, que a día de hoy existen organizaciones de rescate específicas para esta raza y sus mezclas, como "Staffy Rescue" en Sídney, ya que cada vez hay más y porcentualmente aumentan sus abandonos. En algunos países los abandonos de ésta y razas similares puede llegar a contabilizar el 27% del total de abandonos. En la actualidad tienen una fuerte presencia en los concursos de belleza caninos. Hacia los 80 y 90 se comenzaron a seleccionar ejemplares con características físicas y psíquicas adecuadas para pasear por estos concursos, por lo que han pasado de ser perros de pelea a convertirse en perros de exposición. En Europa y Sudamérica es una raza que cuenta con muchos adeptos aficionados a este tipo de concursos en los que se evalúa la estabilidad y apariencia física del animal. En Inglaterra gozan también de gran popularidad en los concursos de agility y obedience (agilidad y obediencia). En España está considerada como una raza potencialmente peligrosa de perros por Real Decreto. Las multas por incumplir este reglamento van desde los 600€ por una falta leve, hasta los 6.000€ y diversas penas de prisión por una falta grave. Según estadísticas de la OMS (Organización Mundial de la Salud), en los últimos 18 años, aproximadamente 1 de cada 7.800 (0,012%) ataques de perros a personas, a nivel mundial, han sido protagonizados por los Staffordshire bull terriers.