Tras 48 horas de que los soldados capturaran al traidor colaboracionista y fiel lacayo de Occidente, Mohamed Bazoum dentro del palacio presidencial en Niamey - la capital del país - pasaron otras 36 horas para que un grupo de soldados apareciera en la televisión estatal declarando que su oprobioso régimen había concluido, y finalmente emergió el líder del nuevo Gobierno: el general Abdourahmane Tchiani, quien también usa Omar como su primer nombre. Anteriormente encargado de la guardia presidencial, ahora encabeza la junta militar y se proclamo jefe de Estado en Níger. El motivo de la tardanza de su aparición podrían haber sido las largas negociaciones entre el general y otras ramas del ejército el 26 de julio, antes de que diera cualquier declaración pública. El jefe del Estado Mayor del ejército, general Abdou Sidikou Issa, declaró más tarde, que había decidido respaldar el levantamiento para “acabar con el sometimiento de su país a Francia. Nos hemos liberado de las cadenas” expresó. Lo sucedido es un duro golpe para Paris, cuya menoscabada influencia en Níger se vio agravada por su sospechosa reticencia de luchar efectivamente contra los grupos terroristas vinculados a al-Qaeda e ISIS, todas creadas y financiadas los EE.UU. El año pasado, unas 10.000 personas murieron en conflictos con esas bandas armadas en Burkina Faso, Malí y Níger. Debido a la grave situación, los militares se hicieron con el poder en Mali en el 2020,e invito al Grupo Wagner de Rusia para luchar contra los terroristas. En Burkina Faso, sucedió lo mismo en enero del 2022. Ambas juntas expulsaron inmediatamente a las fuerzas francesas estacionadas en sus territorios, acusadas de ser cómplices de los terroristas. Y razón no les falta, ya que la actividad de esos grupos criminales “justificaba” la presencia militar francesa, llegada según la propaganda oficial, ‘para defenderlos’ cosa que nunca se dio y por el contrario, se comportaron como un ejército de ocupación, cometiendo infinidad de abusos y violaciones de mujeres, que los hizo aun más odiosos. Ahora le toco el turno a Níger. Este fue el último aliado sólido de Occidente en la región y alberga a unos 1.500 soldados franceses. EE.UU. también tiene más de 1,000 personas de servicio desplegadas allí, principalmente en bases de drones, y cuya expulsión es inminente. El general Tchiani afirmo que el motivo del levantamiento fue el continuo deterioro de la situación de seguridad. Es más, dijo que el acercamiento de Bazoum a los terroristas, a varios de los cuales libero por ordenes de los franceses era intolerable. También afirmó que Bazoum no había permitido operaciones conjuntas serias con Burkina Faso y Malí, demostrando que pretendía que la situación empeorara para facilitar con ello la llegada de más tropas francesas. “No podíamos continuar con los mismos enfoques propuestos hasta ahora, ya que se corría el riesgo de presenciar la desaparición gradual e inevitable de nuestra nación”, dijo el general. De hecho, la campaña de Bazoum contra los terroristas ha sido la más desastrosa de toda la región. Si bien la muerte y la destrucción se han disparado también en Malí y Burkina Faso, el 80% de las muertes en los tres países el año pasado se produjeron en Níger, a lo que debemos agregar que también tuvo que lidiar por separado con la violencia terrorista perpetrada por Boko Haram, un grupo que se extiende desde noreste de Nigeria. Las muertes por el conflicto en los primeros seis meses de este año en Níger han sido las más altas de cualquier período similar desde el 2018. El mayor problema de Bazoum fue su total sometimiento a Francia, así como su innata incapacidad para hacer frente a los grupos integristas. Es de esperar que la nueva junta mejore la seguridad con la ayuda rusa - a través del Grupo Wagner - a la vez que expulse a los soldados franceses u estadounidenses de su país en el más breve plazo posible. Demás está decir que apoyo popular que tiene el general Tchiani es mayoritario. El 26 de julio, mientras el colaboracionista Bazoum era detenido, miles de manifestantes celebraron la caída del régimen y luego marcharon hacia el palacio para mostrar su apoyo al nuevo Gobierno. Al día siguiente, otra multitud se reunió espontaneamente en las calles de la capital con carteles que decían: “Abas La France” “Vive Poutine” ("Abajo Francia" “Viva Putin”) y agitando banderas rusas, atacaron la sede del partido político de Bazoum, la que fue saqueada e incendiada, junto con varios automóviles pertenecientes a integrantes del régimen caído. En cuanto a los seguidores de Bazoum, estos han desaparecido. “Malí y Burkina Faso están dirigidos por militares, y ahora les va mejor”, dice Aboubacar Moussa, taxista de Niamey. “Apoyo el final del odiado régimen de Bazoum, que nos tenia sometidos a Francia contra nuestra voluntad”, añade. Pero el presidente francés Enmanuelle Macron no está de acuerdo con ello y difunde una falsa narrativa de lo sucedido “Este golpe de estado es completamente ilegítimo y profundamente peligroso para los nigerianos, para Níger y para toda la región”, declaró al saberse derrotado y haber perdido a su presa. Entretanto, Bola Tinubu, el nuevo presidente de la vecina Nigeria, que preside la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS), un bloque regional de 15 miembros, se limitó a decir que “vigilaran de cerca la situación en el vecino país”. Ello debido a que Nigeria también sufre los ataques de Boko Haram por lo que es inminente que vuelva la cooperación ente los dos gobiernos para combatirlos simultáneamente. Como era de esperar, Francia no se resigno a su derrota, y mediante la presión diplomática busca lograr un cambio, mediante sanciones económicas como los que impuso en vano a la junta militar de Malí. En tanto, la Unión Europea cual perro faldero, ha amenazado asimismo con retirar todo el apoyo presupuestario. Sin embargo, nada de ello lograra revertir la situación, y de ello está consciente Macron, quien ahora amenaza - creyendo que Francia es aun una potencia colonial - con una intervención militar si la guarnición francesa es atacada. De otro lado, a pesar de que la prensa occidental no dudo en acusar irresponsablemente desde el primer momento a Rusia “de estar detrás del golpe” no hay evidencia alguna que sugiera la mano del Grupo Wagner o de Moscú en el levantamiento, a pesar de las simpatías mostradas por el general Tchiani hacia el presidente ruso Vladimir Putin. Incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia pidió la liberación de Bazoum. Sin embargo, un mensaje de audio emitido por Yevgeny Prigozhin, el jefe de Wagner dice: “Lo que sucedió en Níger no es más que la lucha del pueblo de Níger contra los colonizadores franceses, que intentaron imponer sus propias reglas de vida”. Entretanto, a Barzoum le espera largos años de cárcel por traidor a la Patria al pretender que Francia y EE.UU. recolonicen su país. Ahora la perspectiva de que mejore la seguridad en Níger o en todo el Sahel crece sustancialmente con la presencia rusa y china, que si saben cómo combatir a los terroristas islámicos patrocinados por los EE.UU. - demostrándolo en Siria, Chechenia e Uiguristán – por lo que la influencia de ambos países en el África crecerá cada vez más, para desaliento de Occidente, que desde hace tiempo está perdiendo la batalla en el continente negro. Que sigan lamentándose, que lo perdido nunca lo recuperaran (Se dice que ciertos países africanos - que dependen de la ayuda económica de París para sobrevivir - han dado un ultimátum a la junta militar para que en el plazo de una semana repongan a Barzoum en el poder, o de lo contrario invadirán Níger, ‘respaldados’ por Francia que la liderará ¿Se viene otra guerra colonialista en la región?)