Es habitual leer en la prensa o ver en los telediarios alguna noticia relacionada con los rottweilers en las cuales los presentan injustamente como “feroces asesinos” que atacan a todo ser viviente, desfigurando y produciendo terribles heridas a quienes se crucen en su camino, queriéndolos de esta manera presentarlos como una raza que debe ser prohibida dada su “peligrosidad”. Dicen que es un “arma cargada” y puede ser que sea cierto, pero así como el rottweiler, cualquier perro de la raza que fuera, que ame a su dueño y defienda su casa es un arma en potencia, de la misma forma que todos lo somos si defendemos algo que nos es querido, aunque eso no nos hace peligrosos en sí. Es más, escribí esta nota en la terraza teniendo al lado a Rex, mi rottweiler - campeón de campeones y de gran tamaño - tanto así que cuando lo saco al parque,todos los perros huyen con sus dueños al verlo porque creen que busca pelea y quiere masticarlos, cuando solo busca jugar con ellos. A pesar de la primera impresión que uno puede tener al verlo por primera vez, es muy cariñoso y le gusta jugar con su pelota. Eso si, a la hora de comer no reconoce a nadie y por las noches es un excelente guardián, ya que cuida la casa con total seguridad porque lo tengo bien entrenado. Quienes poseemos un ejemplar de este noble animal sabemos que es un perro vigoroso que requiere mucho ejercicio, capaz de recibir distintos tipos de adiestramiento gracias a su capacidad de aprendizaje superior al promedio, siendo una de las mejores razas en el arte de la defensa que se pueda imaginar. Un perro de comportamiento seguro, valeroso y con nervios de acero. Siempre atento y vigilante al mundo que lo rodea. De estructura media, grande, musculoso y robusto. Caracteres que se conservan intactos desde la antigua Roma. Originarios de la región de Rottweill en Alemania - de allí su nombre - donde dada su fortaleza fue destinado a cuidar rebaños para protegerlos de los ataques de lobos. Posteriormente en el siglo XIX fue seleccionado para ser oficialmente un perro policía, papel que sigue cumpliendo en la actualidad en muchos países. Por lo tanto, esto nos demuestra que el Rottweiler fue originalmente un perro de trabajo y no de pelea como ahora se nos quiere hacer creer.Todos los mitos y prejuicios que rodean a esta raza, provienen desde la época oscura donde dominaba la monstruosa iglesia católica (refugio de malditos curas pederastas) quienes crearon una absurda leyenda por la cual - dado su color negro y fuego - fue considerado un animal “maligno” y por esa razón, perseguidos implacablemente hasta la Reforma. Lamentablemente, esas absurdas creencias de considerarlo “el perro del diablo” perduraron a través de los tiempos y se acrecentaron el pasado siglo “gracias” a los medios de comunicación como la prensa y el cine, que se encargaban de difundir esas falacias, dándoles mala reputación.Se debe reconocer que el Rottweiler es un perro de carácter dominante, sobre todo los machos, pero bien educado, criado con cariño y en familia, es un excelente guardián que daría la vida por su amo. Es por ello que cuando regrese definitivamente a la Península - a finales del próximo año - me lo llevaré conmigo y podrá correr a gusto en El Retiro, un inmenso parque ubicado en Madrid y coincidentemente cerca de mi casa.Me han dicho que me costará una pasta llevarlo (así como los trámites que debo hacer para inscribirlo como una raza “potencialmente peligrosa” y tener un seguro de responsabilidad a terceros para obtener una licencia de tenencia como allá se estila) pero no importa,cueste lo que cueste me lo llevo. Rex es el mejor amigo que uno puede tener :)
