Venga, otra semana mas con ustedes y en esta oportunidad nuestra atención se dirige a Grecia,la cual tiene ante si un impredecible futuro. Si uno se inquietó con el 18% de los votos cosechados por el Frente Nacional (FN) en la primera vuelta de las presidenciales francesas - que precisamente se definen este domingo - prepárese para asistir ese mismo día a la entrada en el Parlamento griego de un movimiento extremista abiertamente neonazi llamado paradójicamente “Amanecer Dorado”.En efecto, todos los sondeos auguran que las legislativas griegas producirán un Parlamento muy fragmentado, con un montón de partidos en su seno que pugnaran por hacerse del control de ella Uno de ellos será precisamente “Amanecer Dorado”, el cual tiene un mensaje que recuerda al del nacionalsocialismo: “Grecia para los griegos. Fuera los extranjeros”.Al respecto su portavoz Ilyas Panayotaros, no duda en afirmar que: “Todos los problemas de Grecia son culpa de los inmigrantes. Son parásitos y criminales. Cuando gobernemos,los deportaremos y blindaremos las fronteras con minas y vallas electrificadas”. Y es que cientos de miles de desconcertados y angustiados griegos, con un país al borde del colapso - por culpa de las políticas neoliberales aplicadas a rajatabla por la derecha - tales palabras son música para sus oídos. Este movimiento esta liderado por Nikos Michaloliakos, un ex -paracaidista que se confiesa nostálgico del régimen fascista del general Ioanis Metaxas (que gobernó Grecia entre 1936 y 1941) y de la Junta Militar de 1967-1974. Aquellos, piensa, eran buenos tiempos: había mucha disciplina y pocos extranjeros, los rojos estaban encarcelados o exiliados, y Atenas no tenía que obedecer como ahora a las élites políticas y financieras de Berlín, Francfort y Bruselas. Para restaurar la grandeza nacional, lo primero es desprenderse de tantos extranjeros, predica Michaloliakos. Y es que a diferencia de la mayoría de los otros partidos ultraderechistas en ascenso electoral en Europa, más partidarios de la respetable camisa blanca - por lo menos para guardar las apariencias - los de Michaloliakos no le hacen ascos a la parafernalia neonazi. Su símbolo recuerda a la esvástica, muchos hacen el saludo fascista y sus publicaciones proclaman la “superioridad racial” de los griegos. En esta campaña, mientras los demás partidos se pelean por acaparar las cámaras de la televisión, ellos son los únicos que salen a la calle sea a repartir propaganda o dar leña - al estilo de los squadrist de Mussolini - a los inmigrantes que encuentran en su camino. Como herederos de los movimientos fascistas de los años treinta del pasado siglo, los ultraderechistas europeos de hoy suelen pensar que el Holocausto nunca existió y todo fue inventado por los vencedores de la II Guerra Mundial. En ese sentido “Amanecer Dorado” no oculta su negacionismo. No obstante, los ultras optan ahora - estratégicamente - por ocultar su antisemitismo y por el contrario desplegar su islamofobia. Ello les plantea menos problemas con el “sistema” y, con la presencia de millones de indeseables inmigrantes musulmanes en Europa, es hoy más popular. Pero el auge el fascismo no es de reciente data, ya que la nueva ultraderecha obtuvo en su conjunto casi 40 escaños en las elecciones al Parlamento Europeo del 2009, más del doble que en 2004. Su ascenso comenzó hace pocos lustros en Francia (Le Pen), Italia (Umberto Bossi) y Austria (Jörg Haider), y se ha ido consolidando con el refuerzo de países del Este y nórdicos y escandinavos. De Finlandia a Grecia y de España a Hungría, tiene rasgos comunes: nacionalismo (cada cual el suyo), xenofobia (la culpa siempre es de los extranjeros y sus cómplices progresistas), populismo autoritario (esto se arregla con mano dura) y antieuropeísmo (Bruselas nos asfixia). Salvo excepciones, se proclama “demócrata” y por el momento evita los uniformes,los saludos fascistas y las puestas en escena que puedan vincularla con Hitler y Mussolini. Pero, sobre todo, comparten la islamofobia exigiendo la expulsión de los musulmanes y volver a cerrar las fronteras contra esa creciente amenaza. Así, Geert Wilders, caudillo del holandés Partido por la Libertad (PVV), es todo un abanderado de la idea de la incompatibilidad entre la “superior” civilización europea y el islam “bárbaro e invasor” y propone que Holanda prohíba el Corán, el hiyab y las escuelas musulmanas, y deporte manu militari a los terroristas callejeros marroquíes. Ya en el 2010, un millón y medio de holandeses, avalaron con sus votos al PVV y sus simpatizantes crecen cada día más.Considerando que el gobierno de coalición en su país no tomaba en cuenta sus demandas, lo abandono y provoco la caída del régimen y el llamado a nuevas elecciones donde los sondeos ya le dan como favorito. Como en los años treinta del pasado siglo, el ascenso de la ultraderecha en Europa se nutre del paro y el deterioro del Estado de bienestar, acusando de ello a los inmigrantes, que se convierten así en el chivo expiatorio de todos sus males. Su propaganda va calando hondo en todos los estratos de la sociedad. Si la derecha se va contaminando de sus ideas y sus propuestas, para no perder a sus electores, por su parte la socialdemocracia se acobarda, aceptando jugar en los términos planteados por los ultras y así pierde el partido. Mientras se anuncia que el Mein Kampf de Adolf Hitler será publicado en Alemania por primera vez desde la II Guerra Mundial, la ultraderecha ya gobierna en España por medio del Partido Popular (heredero ideológico del franquismo), crece electoralmente en Francia y Grecia y tumba al Gobierno en Holanda. Y no nos olvidemos de Benedicto XVI, un nazi en El Vaticano o de Anders Breivik - un combatiente contra la “islamización” de Europa y a quien dedicamos una extensa nota el viernes - quien es juzgado por un doble atentado que, el pasado julio, mató a 77 personas en Noruega. Sí, una nueva Era Oscura se asoma en el Viejo Continente y muchos no se han percatado de ello. Cuando lo hagan, será demasiado tarde ... :(
