Tal como se preveía y una vez pasada las elecciones estadounidenses,el renegado musulmán Barack Hussein Obama muestra sus verdaderas intenciones.
Mientras por un lado apoya incondicionalmente los abominables crímenes cometidos por Israel contra el pueblo palestino, a su vez prepara la invasión militar a gran escala de Siria, desencantado por las contundentes derrotas que sufren aquellos grupos terroristas - financiados y armados por ellos y entrenados por Israel - con el objetivo de derrocar al presidente Bachar Al Asad y reemplazarlo por un gobierno de traidores colaboracionistas para usar el país como punta de lanza en su ansiado ataque a Irán. Esta convencido que sin su intervención militar directa - tanto de tropas estadounidenses, como de sus aliados de la OTAN, y de represivos regimenes feudales como los de Arabia Saudita y Qatar - se enfrenta a una realidad inevitable: que es la derrota final de aquellos mercenarios, por lo que la única opción que le queda para evitar el colapso, es una invasión militar en toda regla. El pretexto para hacerlo son las burdas acusaciones sin fundamento de que el régimen sirio pretende utilizar su arsenal de armas químicas sobre aquellas bandas de asesinos. Así, la Casa Blanca ha trazado la línea roja de un ataque a gran escala del país de la manera mas cínica que la diplomacia recuerde: “El uso de armas químicas es y sería totalmente inaceptable, y si cometen el trágico error de usar esas armas contra nuestros combatientes (?), tendría consecuencias y pagarían por ello”, dijo Obama el pasado lunes. “EE UU prepara planes ante esa contingencia”, admitió el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Una burda patraña montada por Washington (utilizada en el 2003 para invadir Irak) ya que Damasco ha dicho en reiteradas ocasiones que nunca van a ser utilizadas, pero sus enemigos insisten en acusarlo una y otra vez sin prueba alguna. Como sabéis el conflicto que desgarra Siria – patrocinado por los EE. UU e Israel - con su trágico saldo de muertes y graves efectos desestabilizadores en Oriente Próximo, ha alcanzado un punto en el que Obama no puede mantenerse impasible sin poner en peligro los oscuros intereses de los EE UU en toda la región. Incluso sin la entrada en juego de armas químicas, Washington puede verse obligado a actuar de forma más agresiva si no quiere perder el control sobre los acontecimientos en ese país. Al respecto, The New York Times informa en su portada que se ha abierto un debate en el seno de la Administración sobre hasta dónde llegar en Siria, “desde la entrega de armas a los terroristas hasta la intervención militar directa para instaurar un gobierno títere como en Iraq y Afganistán” añade la nota . Esta última opción no está descartada, porque sin su intervención directa ve inevitable la derrota total de sus mercenarios, EE UU ha conseguido ya, gracias a fuertes presiones, la unidad formal de estos grupos terroristas sirios dentro de la llamada “Coalición Nacional de Fuerzas Revolucionarias y de Oposición de Siria”
(Menuda panda de asesinos es lo que realmente son). Aún existen dudas sobre quién ejerce el control de ese conglomerado criminal pero la Administración norteamericana se dispone a otorgarle su reconocimiento oficial, cosa que podría hacer en la próxima conferencia internacional sobre el conflicto sirio, que se celebrará el próximo día 12 de diciembre en Marruecos.
El reconocimiento a esta banda de homicidas abriría la puerta al abierto y desvergonzado abastecimiento de armas, bien de forma directa o indirecta, a través de sus aliados israelíes. “La entrega de armas equilibraría la agresión criminal que cometen contra Siria, pero no garantizaría su triunfo y mucho menos aseguraría que la balanza de las fuerzas opositoras no acabe inclinándose a favor de los grupos islámicos más radicales como sucedió en Libia“ admiten en Washington. Esta es una de las grandes preocupaciones de EE UU y la principal razón por la que necesita tomar ya mismo las riendas de la situación. Cuanto más dure el conflicto y más lejos se mantenga EE UU, más riesgo existe de que los extremistas ganen posiciones en Siria, con lo que eso puede representar a Israel. Sin embargo, la vía militar no está tampoco exenta de riesgos. Habría que emprenderla con la oposición de China y Rusia sin la aprobación, por tanto, del Consejo de Seguridad de la ONU, y con la duda sobre la posición que adoptaría Egipto.
Con la mirada puesta en Irán, hay muchos intereses en juego, por lo que los EE. UU están decididos a actuar sin importarle en lo más mínimo por las consecuencias de sus actos. De estallar la Tercera Guerra Mundial ya sabemos de antemano quienes serán los responsables :(
