Esta semana nuestra atención continua concentrada en el África donde se agudiza la crisis debido al conflicto en Malí originado por la invasión francesa, so pretexto de luchar “contra el terrorismo”, cuando el verdadero objetivo es tener bajo su control importantes yacimientos energéticos vitales para su economía. Sin embargo, como se preveía, esta "intervención" en la nación norteafricana ha puesto a Argelia como el siguiente objetivo de los intereses geopolíticos occidentales en la región. El país se había mantenido al margen de los violentos sucesos ocurridos en Libia, Egipto y Túnez, propiciados por grupos terroristas armados, financiados y entrenados por los EE UU e Israel, con la esperanza de instalar regímenes títeres y colaboracionistas como sucede en Iraq y Afganistán, pero que por el contrario, fueron sustituidos por otros mas extremistas y radicales como el caso de Libia, convertida en un santuario de Al Qaeda, lo que ha hecho sonar las alarmas en las cancillerías europeas debido a la proximidad de sus fronteras. Es por ello que ante el incremento de la violencia propiciada por grupos afines en Malí y Argelia, Francia ha decidido intervenir militarmente de manera unilateral en la región para defender sus intereses. En efecto, un articulo publicado en Le Figaro - a propósito del sangriento rescate de rehenes occidentales a manos de Al Qaeda en protesta por la invasión de Mali , cuyo desenlace la semana pasada cobro decenas de victimas – se afirma que es el pretexto buscado para “intervenir“ en Argelia alegando que su gobierno no puede hacerse cargo de la seguridad de nuestros intereses en la zona” . Como sabéis, el secuestro, que acabó en un baño de sangre, ha disparado las alertas de seguridad en las instalaciones petroquímicas extranjeras de Argelia. A raíz de este incidente, la industria del petróleo y el gas ha empezado a cambiar la percepción de seguridad que tenían de este país. De considerarse un estado azotado por la guerra civil que en los 90 provocó más de 200.000 víctimas y castigado por el terrorismo islámico, había pasado a percibirse como un país tranquilo y seguro. Las firmas extranjeras comenzaron entonces a invertir en Argelia atraídas por la garantía de seguridad que proporcionaba su corrupto régimen militar. Sin embargo la situación ha cambiado en los últimos años y el país por su ubicación estratégica esta en el punto de mira tanto de los países occidentales como de grupos terroristas que pretenden extender su influencia por toda la región. Los sangrientos sucesos acaecidos la semana pasada ha hecho que las firmas extranjeras hayan empezado a replantearse sus riesgos El hecho de que consideraran hasta ahora a Argelia como zona segura había relajado mucho la preocupación por la seguridad. Los inversores veían al país, como un “oasis de paz” en la región para operar sin sobresaltos. Durante la década pasada, había una especie de pacto no escrito entre las fuerzas de seguridad argelinas y los extremistas de no tocar la industria energética. Pero el apoyo explícito de Argel en la intervención francesa en Mali ha atravesado una línea roja. Ahora, los expertos dudan de que las autoridades argelinas puedan reforzar la seguridad de los yacimientos y plantas de producción y ello obligara a las empresas extranjeras a solicitar “protección” a sus gobiernos, ya que Argelia no se lo puede brindar. Hay muchos intereses en juego y la OTAN se encuentra “lista” para intervenir en su “ayuda”. Es evidente que las operaciones francesas tratan de desencadenar conflictos armados en Argelia, con el conflicto de Malí sirviendo sólo como un pretexto. Por lo visto, los viejos mapas imperiales de Europa se volverán a redibujar ante nuestros ojos :(
