Otra semana más y Ucrania vuelve a acaparar nuestra atención. Despedazada por las ambiciones imperialistas de los EE.UU. y la OTAN en su absurdo afán de pretender aislar a Rusia, el país se precipita en una vorágine de violencia desbordada ocasionada por la brutal agresión del ejercito ucraniano sobre el este del país donde el separatismo ha cobrado una fuerza inaudita, con mayor razón luego del Putsch fascista ocurrido en Kiev y la reintegración de Crimea a Rusia, decidida soberanamente por los propios habitantes de la península, que en un 94% voto a favor de su reunificación con la Madre Patria en un referéndum el pasado 16 de marzo. Este ejemplo ha motivado a otros a seguir el mismo camino y el último domingo, a pesar de las amenazas de la camarilla fascista -
culpable del genocidio en Odesa - quienes utilizaron la fuerza para tratar de impedirlo, atacando con fuego de artillería los lugares de votación, ocasionando varios muertos y centenares de heridos, pero ni aun así pudieron lograr su cometido y con un abrumador 90% de asistencia, los ciudadanos de las provincias ucranianas del este, Lugansk y Donetsk, votaron a favor de la autodeterminación y su reunificación con Rusia. Como sabéis, la región de Donetsk durante mucho tiempo perteneció a Rusia y solo después de la revolución de 1917 dejó de serlo. Ahora, tras el referéndum del domingo las autoridades regionales han decidido hacer la petición formal a Moscú, el cual respeta la decisión de la población de las provincias de Donetsk y Lugansk y se basa en el hecho de que la materialización de los resultados del referéndum se llevará a cabo de una manera civilizada, “sin recurrir a la violencia por parte de la población rusófona, a diferencia de los golpistas ucranianos que quisieron desatar el terror en la población que acudía pacíficamente a las urnas" indicó el vocero del Kremlin.
Es de suponer que estos resultados incrementaran la represión militar por parte de los golpistas de Kiev, lo cual originará la agudización del conflicto ya que otras regiones separatistas tanto del este como del oeste seguirán el ejemplo. Los principales candidatos para esta expansión son las regiones de Járkov, Jersón y Odesa, mas aun luego de la masacre perpetrada por el Ejército de Kiev el 9 de mayo, quienes están deseosas de unirse a las nuevas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk en su afán de reintegrarse a Rusia. Particularmente llama la atención el caso de Odesa que al ser limítrofe del enclave ruso de Transnitria (en Moldavia) tiene mayores motivos para ello. Es más, el problema de la autodeterminación y la celebración de nuevos referéndum puede volverse relevante en las regiones del oeste de Ucrania. Así, el 10 de mayo la agencia Reuters informó de que el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, instó a otorgar la autonomía a la población de origen húngaro que residen en Ucrania. Iniciativas semejantes son muy probables por parte de Polonia y Rumanía, donde por ejemplo, en la región de Chernivtsi (Bucovina del Norte), que reclama Bucarest, ya se han emitido cerca de 100.000 pasaportes rumanos.
Como podéis notar, Ucrania se desintegra paulatinamente y nada ni nadie podrá evitarlo. Si la OTAN pretende enviar tropas a la región, ya Moscú ha advertido este martes que dicha acción seria considerado un acto de guerra y movilizaría a sus tropas de inmediato para neutralizarlos. La situación es de por si explosiva en la zona y cabe esperar que la intentona criminal de los EE.UU y sus aliados sea desbaratada una vez mas para evitar la catástrofe :(
