La dimisión del reelecto Joseph Blatter para continuar al frente de la FIFA, luego del estallido de un nuevo escándalo de corrupción que envuelve a la organización, abre una gran interrogante sobre su futuro. Su renuncia al cargo llega luego de las últimas revelaciones del The New York Times en las que se informa sobre las malas prácticas de otro de los hombres de su confianza, Jerome Valcke, que lo obligaron a tomar tal decisión. "Continuaré ejerciendo mis funciones como presidente de la FIFA hasta las elecciones del 13 de mayo de 2016, en el que no presentaré mi candidatura” adelantó este martes.
Cuestionado por muchos, su caída era largamente esperada por sus detractores - todos ellos hasta hace poco colaboradores suyos – quienes ahora intentarán ocupar su lugar por los grandes privilegios que trae consigo, Como sabéis, el fútbol, que antes era ver a 22 jugadores corriendo detrás de un balón luchando para ser el mejor, se fue convirtiendo con el tiempo en un negocio rentable para sus autoridades. La FIFA hizo que se pierda lo amateur para terminar siendo un espectáculo en el que algunos están más pendientes de lo que pasa fuera de la cancha. Publicidad, entradas, transmisiones, organización de torneos. Por todos estos conceptos gana miles de millones de dólares el máximo ente rector del fútbol mundial, que ahora se ha convertido en una institución global que domina el deporte rey y tiene influencia en todos sus países afiliados además de tener una sede imponente en Suiza. Como se recuerda, en un acto insólito y prepotente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acuso a 14 altos directivos de la FIFA de participar en sobornos y coimas cercanas a los 150 millones de dólares. Aunque esto solo parece ser la punta del iceberg, Joseph Blatter, quiso deslindar responsabilidades en un primer momento, pero todo parece indicar que ahora también podría ser investigado.
Si bien muchos estamos convencidos de su culpabilidad y de dirigir a la FIFA como una organización mafiosa, me pregunto: ¿Qué pinta los EE.UU. en todo esto? ¿Que autoridad moral pueden tener para traspasar fronteras e intervenir en asuntos que no han ocurrido dentro de su territorio? ¿Se creen los jueces mundiales? “En el último medio siglo, la FIFA ha sido transformada por la globalización de la televisión y el poder global económico”, indica el sociólogo e historiador deportivo David Goldblatt. Las mayores ganancias han sido por los mundiales, que se han convertido en un negocio redondo. “El boom global de la importancia y la riqueza del fútbol que comenzó con Joao Havelange (séptimo presidente de la FIFA) alcanzó nuevas alturas con Sepp Blatter”, dijo con contundencia Goldblatt. Si comparamos los US$ 639 millones de dólares que ganaron entre el 2006 y 2010 con Sudáfrica 2010, entre las eliminatorias y el torneo Brasil 2014 obtuvieron un ingreso cercano a los US$ 4.800 millones y, luego de los egresos, les quedó una ganancia cercana a los US$ 2.000 millones. Así, en la última década, la FIFA ha pasado de ahorrar US$ 350 millones en 2005 hasta unos US$ 1.500 millones en 2014. Tiene más dinero que un país como Belice, por ejemplo. La acusación esgrimida por los EE.UU. es que la FIFA ha pagado 150 millones en sobornos: eso equivale a cerca del 10% del dinero que la FIFA utiliza para emergencias. Asimismo, la Copa América está en la mira, ya que a las federaciones se les habría entregado dinero por los derechos de transmisión. Como era obvio, la elección de Rusia 2018 y Qatar 2022 están en investigación, ya que se supone que “se habrían comprado votos”. Durante los cuatro años antes del Mundial de Brasil, cada federación nacional recibió cerca de dos millones de dólares de la FIFA, y las confederaciones continentales, como la Concacaf, recibieron US$ 17,5 millones. Todo esto, se entiende, como “incentivo’.
Como es lógico suponer, a Blatter le pareció extraña la investigación de Estados Unidos. “Hay indicios que no engañan. Ese país optaba al Mundial 2022 y perdió, no solo la sede del torneo de ese año sino muchos millones de dólares en ganancias. Además no hay que olvidar que son el sponsor número uno de Jordania, de mi adversario (Alí Bin Al Hussein) a quien podrían manejar a su antojo. Este asunto no huele bien”, indicó. Como podéis imaginar, los últimos acontecimientos de estas horas que precipitaran su salida, fue celebrado por sus adversarios quienes ven en ello la posibilidad de encumbrase al frente de la cuestionada organización.
Lo triste de todo esto es que a pesar de que desde hace mucho se sabia sobre la corrupción imperante en la FIFA, nadie haya hecho nada por acabar con esa lacra y ha tenido que ser nada menos los EE.UU. quien de el primer paso, pero no para combatirlo como generalmente se cree, sino para apoderarse de una organización que hasta el día de hoy escapa a su control, por lo que no escatimaran esfuerzos hasta lograrlo y utilizar la FIFA como un arma política contra quienes considera sus “enemigos”, en este caso Rusia, a quien pretenderán quitarle la organización del Mundial del 2018 cuando no ha existido ninguna irregularidad en obtenerlo. ¿Hasta donde llegará su paranoia? :(
Despite Scathing Scandal Sepp Blatter Wins Re... por PopularNow
