A escasos días de la realización del referéndum independentista en Catalunya, una tensa situación se vive en la región debido a la represión indiscriminada por parte del Estado Español para intentar acallar por la fuerza sus anhelos de libertad. Como sabéis, la independencia de Catalunya está cruzada por aspectos económicos, políticos y culturales que se remontan desde tiempos inmemoriales. Victima de un continuo expolio por parte de Madrid, y sometida al autoritarismo de los gobiernos de turno, especialmente el de Mariano Rajoy, ha generado una situación insostenible, reavivando los ánimos independentistas en la región más rica y prospera de la península. Multitudinarias movilizaciones que se han dado durante las últimas semanas han dejado en claro que no se trata solo de una ‘minoría’ que busca la soberanía, tal como afirma la propaganda oficial, sino que España enfrenta a un movimiento catalán transversal que afecta a todas las clases y sectores sociales que claman por su independencia. Este hecho forzó al Govern y al Parlament catalán a comenzar un proceso político - Procés - en el que sean los catalanes quienes decidan en referéndum este 1 de octubre si desean seguir o no bajo la órbita del gobierno de Madrid. El resultado de la consulta ya es conocido por todos, porque según los últimos sondeos de opinión dados a conocer en las últimas horas, una amplísima mayoría votara a favor del Si. Ello explicaría el recrudecimiento de la represión por parte del régimen intentando que esta no se lleve a cabo para tratar de evitar lo inevitable, que no es otro que Catalunya - luego de 300 años de sometimiento a España - vuelva a ser libre. La historia nos indica que a principios del siglo XII surgió la Corona de Aragón tras una unión dinástica que emparentó al Reino de Aragón con el Condado de Barcelona. La Corona de Aragón se conformó entonces como una federación de estados que respetaba las singularidades propias de cada territorio. Y su extensión, que creció con el tiempo, hoy encaja casi con exactitud con los llamados Països Catalans, conjunto de territorios que tienen como lengua autóctona el catalán o que han sido habitados por catalanoparlantes. Una región de 14 millones y medio de personas que incluye Catalunya, las Islas Baleares, la Comunidad de Valencia, la comarca murciana del Carxe, la aragonesa Franja de Ponent, el sur de Francia, la ciudad italiana del Alguer y el país de Andorra. Un siglo después de la creación de la Corona de Aragón, Francia firmaba el Tratado de Corbeil, con el que reconocía la plena independencia de los Condados Catalanes a cambio de que Catalunya renunciara a la Provenza. Cabe recalcar que España todavía no existía, porque cuando en 1474, tras la boda de Fernando II e Isabel de Castilla, se unieron dinásticamente los reinos de Castilla y Aragón, ambos siguieron manteniendo sus monedas, su independencia económica, sus límites territoriales, sus culturas, su idioma y las leyes y tradiciones que les eran propias. Y no fue hasta 1714 que nació finalmente España, cuando Catalunya perdió su independencia contra los soldados que arrasaron Barcelona y derogaron los ‘furs’, que eran, desde el siglo XIII, las leyes locales y territoriales catalanas, sustituidas por decretos y órdenes reales, emanados desde Madrid. En 1716, dos años después de la derrota de Barcelona, Felipe V - primer Rey de la dinastía borbónica -, instauraba el centralismo, proclamaba el Decreto de Nueva Planta que anulaba las Constituciones de Catalunya y pocos años más tarde, en 1723, prohibía la enseñanza del catalán. En 1812, con la Constitución de Cádiz las Cortes Catalanas recuperan su soberanía y el derecho a elaborar sus propias leyes de acuerdo con los principios de la Revolución Francesa: liberalismo, soberanía nacional, división de poderes, libertades personales y públicas e igualdad delante de la ley. Pero fue un tiempo que duró poco. En 1814 los borbones restauraron el absolutismo e invalidaron las Cortes de Cádiz. Desde entonces, hubo varios intentos para restablecer el Estado Catalán, pero fracasaron y tuvieron que esperar hasta la caída de la monarquía en 1930 para recuperar sus derechos, consiguiendo el restablecimiento de la Generalitat de Catalunya - ente de gobierno y parlamento propio - durante la Segunda República (1931-1939), que fue duramente reprimido por el régimen franquista, hasta que finalmente fue reconocida otra vez durante la transición democrática que, a través de masivas movilizaciones, tuvo que recoger las aspiraciones políticas catalanas, aunque desdibujándolas en ‘un marco constitucional autonómico’ que regía para toda España. Este hecho dejo un sinsabor entre los catalanes que se sintieron burlados y desde entonces, reiniciaron su ofensiva hasta lograr su plena independencia. Sin embargo, no lo van a tener fácil debido a que como el peso actual de Catalunya en el equilibrio económico español es significativo, de ninguna manera el gobierno de Mariano Rajoy puede darse el lujo de concederle voluntariamente la autonomía, con el objetivo de seguir sometiéndola a su antojo, como lo han hecho todos sus antecesores desde 1714. Sometida al saqueo sistemático de sus riquezas por parte de la meseta, se acuño una célebre frase: “España nos roba” con la cual se quejan continuamente los catalanes. Y vaya que tienen razón. En el fondo de este rebrote independentista hay algo más que se pone de manifiesto no sólo para Catalunya sino también para toda España. Se trata de la mismísima Transición, que terminó con el régimen fascista de Francisco Franco, dando lugar a un gobierno constitucional. En dicho período, se definieron los estatutos autonómicos del territorio español. Pero con el pasar de los años, se rompió el 'consenso' de la Transición, a través del cual Catalunya tendría reconocidas sus singularidades - la lingüística como una de las principales - y un autogobierno. Es mas, a partir del segundo gobierno del conservador José María Aznar se inicio un proceso de re-centralización política que intento anular todo lo conseguido antes. Desde entonces, se han tratado de revertir cada uno de los logros alcanzados durante la Transición, lo que ha dado lugar al descontento en Catalunya, con masivas manifestaciones de rechazo a esas intenciones. Al respecto, el President de la Generalitat Carles Puigdemont, hizo un llamamiento a la comunidad internacional en The Guardian para defender los valores democráticos amenazados por el gobierno español, por lo que debido a su interés, he decidido traducirlo y reproducirlo entrecomillado ¿vale? : “La democracia ha estado bajo mucha presión en Catalunya durante las últimas semanas. Todos los valores europeos, como son los derechos civiles, la libertad de expresión, la libertad de información y la libertad de reunión están siendo violados sistemáticamente por el Estado Español, que ha enviado a la policía a cerrar cientos de páginas web, clausurar imprentas, requisar el material para el referéndum y prohibir la realización de reuniones políticas, amenazando además con detener a políticos democráticamente elegidos . El pasado miércoles, estas amenazas se hicieron realidad y la policía paramilitar española llevó a Catalunya a un Estado de excepción de facto. Catorce altos funcionarios del gobierno fueron arrestados como parte de la operación contra el referéndum, mientras que la policía allanaba edificios gubernamentales, oficinas públicas y hasta hogares privados. El Govern catalán de hecho ha sido suspendido debido a esta actitud antidemocrática por parte del gobierno español. Es una situación que nos remite al oscuro pasado de este país, cuando la democracia no formaba parte del diccionario español. La represión a la que esta siendo sometida Catalunya no sucedería en ningún otro lugar de la Unión Europea. Hemos llegado a esta inaceptable situación luego de haber pedido insistentemente a Madrid un diálogo político docenas de veces, los cuales han sido rechazados por Mariano Rajoy, quien se ha negado a hablar sobre el futuro de Catalunya. En una democracia sana se necesita el diálogo para llegar a acuerdos. Pero en lugar de comprometerse a ello, el gobierno español ha optado por los medios coercitivos para tratar de acallarnos, utilizando a la policía y a los jueces, llevándonos más allá de los límites de una democracia respetable. Con el arresto de altos funcionarios y las amenazas de seguir deteniendo arbitrariamente a políticos democráticamente elegidos, el gobierno español ha violado la Carta Europea de los Derechos Fundamentales. La propia UE se basa en estos valores y se compromete a garantizar los derechos proclamados en la Carta y en los Tratados de la UE. Como Estado miembro de la UE, España debería respetarlo. Si no es así, es deber de la Comisión Europea intervenir. El imperio de la ley es aceptado en toda Europa como la garantía de nuestros derechos, pero Mariano Rajoy , está tergiversando nuestra ley para que se ajuste a sus propios fines políticos en el bloqueo del referéndum. La constitución española fue introducida para consolidar la democracia al llegar a su fin el régimen de Franco, pero este gobierno intenta negarnos nuestro derecho a decidir. Los catalanes somos pacíficos, europeistas y de mente abierta, pero por lo visto, no podemos elegir nuestro propio destino. La represión de nuestros intentos de lograr por la vía democrática nuestra independencia es ajena a toda forma civilizada. Nuestra respuesta ante tales agresiones ha sido pacífica, a pesar de las tácticas usadas por el gobierno central. Todo lo que queremos es llevar a cabo un referéndum que decida el futuro de Catalunya. No se trata de un capricho, sino del pleno ejercicio de nuestros derechos civiles fundamentales y del derecho universal a la libre determinación. Hemos llegado a esta crisis debido a las tácticas agresivas empleadas por Rajoy durante los últimos siete años. En el 2010, el Tribunal Constitucional español anuló gran parte del Estatut d'autonomia de Catalunya negociado entre la Generalitat y el anterior primer ministro, José Luis Zapatero . Esto acabó con uno de los principales acuerdos alcanzados durante la transición española a la democracia : la recuperación de Catalunya de su autogobierno. El fallo del tribunal, cuyo actual presidente es un antiguo activista del Partido Popular de Rajoy, mostró desprecio por la legitimidad del Estatut d'autonomia, aprobado tanto por el Parlament catalán como el español, y también por los ciudadanos catalanes en un referéndum. Más de un millón de personas marcharon contra esta anulación en Barcelona en julio del 2010. Desde entonces, millones más de ciudadanos catalanes hemos salido pacíficamente a la calle en defensa del autogobierno y el derecho a decidir sobre nuestro futuro político. A pesar de todas las amenazas para evitar que esta se realice, la consulta va y no vamos a renunciar a ella. Los catalanes ejerceremos nuestro derecho a decidir en el referéndum del 1 de octubre, cualesquiera que sean las acciones tomadas por el gobierno central. Hacemos por ello un llamamiento a la comunidad internacional para que colabore con Catalunya en la defensa de la democracia y de los verdaderos valores europeos. Mientras tanto, debemos estar dispuestos a defendernos en los próximos días con las únicas armas que tenemos: las urnas y una actitud pacífica. Si Escocia y Québec celebraron su referéndum ¿Porque a los catalanes se nos quiere negar ese derecho?” puntualizó. Venga ya, la situación en Catalunya esta a punto de quedar fuera de control debido a la terquedad del gobierno español de negarse a aceptar la realidad. Si una mayoría clara e inequívoca de catalanes quiere la independencia, lo más sensato sería concedérsela que negársela, porque es muy peligroso, y a la larga imposible, obligar a alguien a estar donde no quiere estar ¿No os parece?... Visca Catalunya Lliure!!! Votarem!! :)
